La nueva Unicaja, una vez cerrada este verano la fusión con Liberbank, ha decidido poner en marcha una nueva política de precios que afecta ya a sus clientes. La entidad ha endurecido las comisiones que repercute por la retirada de efectivo en cajeros de otros bancos. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, desde hace unos días los usuarios tendrán que asumir la tarifa que aplica la competencia por el uso de sus máquinas si el importe no supera los 120 euros.
Desde finales de 2015, cuando el sector inició las nuevas comisiones por este servicio, Unicaja venía permitiendo de manera gratuita la extracción en metálico en cajeros de sus rivales gracias a los distintos acuerdos sellados cuatro veces al mes. En concreto, en la red de Euro6000 (Kutxabank, Ibercaja, la extinta Liberbank, Abanca, Caixa Ontinyent, Caixa Pollenca y Cardtronics), además de en Banco Sabadell, Bankinter y la antigua Bankia, en buena parte del territorio nacional. Por su parte, Liberbank permitía a partir de 100 euros sacar en estas mismas entidades sin coste para el usuario.
Nuevas condiciones
A partir de ahora, para evitar la penalización, de acuerdo con las nuevas condiciones, tanto los clientes de Unicaja como los de Liberbank tendrán que retirar al menos 120 euros en los anteriores bancos y en determinadas provincias, que son donde tiene una menor presencia. Se trata de las ubicadas en Galicia, Madrid, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Comunidad Valencia, Islas Canarias, Baleares y Murcia, además de Burgos, Segovia, Guadalajara, Granada y Córdoba. En Huelva y Sevilla, en cambio, eliminará la tarifa también en maquinas de CaixaBank (cuyo cobro asciende a dos euros); BBVA (1,87 euros) y Santander (1,75 euros) a partir de la misma cantidad. Unicaja solo va a excluir del cobro de estas comisiones, que van entre 0,45 y 0,85 euros por operación, a aquellos que tengan una tarjeta Max Joven y Max Junior, por transacciones de cualquier importe y los que dispongan de un plástico Débito Joven las tres primeras veces cada mes.
El nuevo sistema de tarificación por la utilización de cajeros de terceros entró en vigor a finales de 2016, después de que CaixaBank cambiara las reglas hasta entonces establecidas e impusiera dos euros por retirada a las entidades emisoras de las tarjetas. Esto provocó que estas empezaran a repercutir el coste a los clientes. Otros, como Santander y BBVA, imitaron al grupo de origen catalán con el fin de rentabilizar la inversión en cajeros, obligando al resto del sector a alcanzar acuerdos para limitar el impacto en la ciudadanía.
El doble de máquinas propias
Las nuevas condiciones fijadas por Unicaja son la primera medida de gran calado que adopta el grupo tras la absorción de Liberbank, a excepción del ajuste de plantilla anunciado a los sindicatos que afectará a unos 1.500 trabajadores. El objetivo de la entidad andaluza, que dispone de unos 2.700 cajeros propios en el territorio nacional, tiene el propósito de elevar la rentabilidad en un contexto de tipos de interés en negativo y un mayor uso del pago a través del móvil. Desde Unicaja indican que se pone a disposición una red de 16.000 máquinas para que sus clientes puedan sacar dinero sin coste, siempre que se cumplan con los criterios, y resaltan que el volumen de cajeros propios se ha duplicado con la fusión de Liberbank.
Unicaja, en los próximos meses tendrá que ir modificando las condiciones de los productos y servicios de ambas para unificarlos. Esto se producirá después de que haya llevado a cabo la integración tecnológica, que se preve que se ejecute a finales de este año o principios del próximo ejercicio.
