Pánico en las 'telecos' por la irrupción de Telefónica en el bajo coste: «Van a reventar el mercado»
Telefónica generó un terremoto de gran intensidad en el mercado de las operadoras de telecomunicaciones cuando hace dos semanas lanzó una oferta de fibra y móvil por solo 30 euros para su segunda marca O2. Con ello, la compañía que históricamente había sido muy conservadora con sus ofertas comerciales, decidió dar un paso adelante y situarse en la parte baja del criticado bajo coste.
Un movimiento que ha generado estupefacción y un punto de pavor en el sector. Fuentes de otras operadoras consultadas por THE OBJECTIVE coinciden en señalar que es una mala noticia para el mercado y que solo impulsará a que todas las marcas se acerquen aún más a las ofertas de low cost y a la venta de productos por debajo del precio de coste.
Es decir, un órdago que lejos de frenar la guerra comercial, es un paso más en la escalada de hostilidades. «Van a reventar el mercado», dicen con preocupación altos directivos del sector que creen que este puede ser un punto de inflexión negativo para unas compañías muy castigadas, que han perdido un 30% de sus ingresos en diez años y que deben enfrentar grandes inversiones en el despliegue de red en los próximos dos años.
Estas operadoras ven que la fuerza comercial de Telefónica les puede hacer daño en este segmento donde hasta ahora no había irrumpido. De esta manera, la entrada de O2 en el mercado incluso puede generar que las operadoras pequeñas y las segundas marcas realicen movimientos defensivos y den una nueva vuelta de tuerca a sus ya bajos precios.
Un mercado, el low cost, sin lugar a dudas boyante. Los datos indican que casi siete de cada diez nuevas altas en el sector se hacen en el bajo coste y desde hace un año con gran fuerza en los productos convergentes básicos, es decir, fibra más una línea de móvil. Es precisamente en el segmento en el que quiere irrumpir Telefónica ofreciendo 100 megas de velocidad en hogares y 10 gigas de datos para la línea móvil.
Pérdida de clientes
Analistas del sector consultados por este diario indican que estamos ante la respuesta de esta operadora a más de tres años de desplome continuo de las portabilidades utilizando su segunda marca como un dinamizador de altas. Como ya contó este diario, las tres grandes (Movistar, Orange y Vodafone) perdieron 500.000 clientes en un año, según los datos de la CNMC y en el caso de los azules, son los que más líneas se han dejado.
Movistar perdió 127.547 líneas móviles entre junio de 2020 y junio de 2021, el último dato homologado del sector. En el caso de líneas fijas, que incluyen internet en el hogar, el retroceso fue de 133.744. Telefónica es la única compañía con saldo negativo en los dos apartados.
«Telefónica se ha cansado de perder líneas», dicen estos mismos analistas, aunque advierten de que habría que ver cómo evoluciona el comportamiento de los clientes ante estas ofertas en el mediano plazo para sacar conclusiones sobre este movimiento. De momento, es prematuro para hacer balance, pero en dos semanas las altas de O2 han comenzado a subir y a recortar terreno a otras compañías.
MásMóvil, Digi y Finetwork
En este sentido, los más perjudicados pueden ser las operadoras que se han hecho fuertes en estos productos como MásMóvil. La ‘teleco’ amarilla fue la impulsora de este tipo de ofertas, pero en el último año se está viendo mermada por el crecimiento de Digi o de Finetwork. Telefónica se ha situado con O2 incluso por debajo de algunos paquetes convergentes de estas compañías, lo que puede frenar su fulgurante crecimiento.
Digi ya tiene más de tres millones de clientes y Finetwork espera cerrar el año con un millón. Pero no son los únicos que pueden verse afectados ya que las segundas marcas de Orange y Vodafone también se han hecho fuertes en este segmento. En estos momentos, la única marca que gana clientes para los franceses es Simyo y, en el caso de los británicos, Lowi, cuyas ofertas son ya similares a lo que ha lanzado recientemente O2.
Las operadoras perjudicadas recuerdan que O2 fue lanzada en 2018 insistiendo en que no se situaba en el bajo coste (por esas fechas se lanzó con ofertas de 45 euros por fibra y móvil) y se presentaba como una operadora con un «precio razonable y justo».
No obstante, mucho ha llovido desde entonces y la evolución del mercado le ha obligado paulatinamente a ajustar sus precios desde un segmento de gama media, hacia unos de gama baja. La guerra está servida… otra vez.