¿Podríamos quedarnos sin vino, cava o champán en los próximos meses debido a la escasez de suministros? Con la Navidad a la vuelta de la esquina, que la respuesta a esta pregunta sea positiva pone muy nerviosos a muchos. Y es que si para unos lo más estresante de la Navidad es pensar en regalos o menús, para otros lo peor es enfrentarse a esas interminables comidas familiares que solo pueden ser digeridas con algo de alcohol.
Bromas aparte, la crisis de suministros que afecta a las bebidas alcohólicas amenaza con complicar las cosas también para el vino y el champán de cara a la Navidad, la primera post pandemia, en la que podremos volver a las grandes reuniones familiares y de amigos. Por lo que quedarnos sin brindar podría ser un auténtico drama.
Pero, ¿qué está pasando realmente? ¿Es posible que nos quedemos sin brindar estas fiestas? Para el director general de la Federación Española del Vino (fED), José Luis Benítez, «rotundamente, no».
«No va a faltar vino para Navidad», insiste a THE OBJECTIVE, y bromea: «Casi te diría que ojalá, porque eso querría decir que se habría vendido todo».
«Lo que está pasando es que hay un tirón de la demanda y los fabricantes se ven desbordados en una situación a nivel de producción. Venimos de un parón absoluto, de un descenso en la ventas, y pasamos de repente a una situación de elevado consumo. Lo que sucede, y nunca mejor dicho, es que se está produciendo un cuello de botella en producción», explica Benítez. «Hemos tenido problemas con proveedores, de vidrio, de cajas, de papel para las etiquetas, pero se están solventando».
Por otro lado, el director general de fED explica que el vino tiene sus tiempos, la gran mayoría se cría en botella y, por tanto, no afecta si hay escasez de envases o suministros. «El vino se embotella y pasa un tiempo así, mínimo 15 días el más básico; pero si hablamos de un crianza o reserva, meses o incluso años», por lo que atendiendo a esto, el vino de esta Navidad ya estaría embotellado.
En España, el consumo de vino en 2020 descendió un 17,3%, equivalente a algo menos de 200 millones de litros, desde los 1.107 millones de litros de diciembre de 2019 a los 915 a diciembre de 2020, según datos del sistema de información de mercados del Sector vitivinícola (INFOVI). De esto, la mayor parte de la caída se produjo en ventas nacionales, principalmente, por el cierre de la hostelería, mientras que las exportaciones cayeron un 3,1% en euros y un 3,6% en litros entre 2020 y 2019.
Una caída de ventas en el año de mayor impacto de la pandemia y del confinamiento que frenó la producción y cambió la velocidad y los volúmenes de abastecimiento de los almacenes.
Consumo disparado y fabricantes desbordados
En cambio, en las últimas semanas, con el fin de las restricciones y la reactivación de la hostelería, todo esto ha cambiado. El consumo se ha disparado y los fabricantes se han visto desbordados. Y es que no podemos olvidar que en junio teníamos restricciones en la hostelería, por lo que muchos distribuidores tuvieron unos stocks muy bajos y limitados a la espera de ver la evolución de la pandemia. Unos stocks que ahora tienen que reponer rápidamente.
Es lo que nos cuentan también desde el otro lado de la cadena de producción los de fabricantes de vidrio. «En nuestro caso no se está produciendo una falta de materias primas, nuestra producción continúa», matiza a THE OBJECTIVE Karen Davies, secretaria general de la Asociación Nacional de Empresas de Fabricación Automática de Envases (Anfevi). «Lo que estamos viviendo es un pico en la demanda con la reapertura del canal Horeca. Tenemos que volver a reajustar nuestra producción de acuerdo a todo lo que nos están pidiendo. Todos quieren envasar de golpe, es normal», explica, pero aclara e insiste en que la situación es «transitoria» y asegura que «se va a resolver antes de Navidad».
Por su parte, desde la Asociación de Elaboradores de Cava (AECAVA) y el Comité Champagne aseguran que «por el momento todo va funcionando según el ritmo habitual». Desde AECAVA, que en 2020 vendieron 215 millones de botellas, un 13,62% menos que en 2019, según datos del Consejo Regulador del Cava, aseguran a THE OBJECTIVE que «no tienen constancia que haya escasez de botellas en las bodegas elaboradoras de cava».
Por su parte, desde el Comité Champagne señalan que en los nueve primeros meses de 2021, «la ventas de Champagne aumentaron en un 40% sobre el mismo periodo de 2020 y de un 8% en comparación con 2019».
Así, ante esta situación, parece ser que llegaremos a Navidad con nuestras bodegas repletas de vino y champán sin problemas para brindar –y digerir– en las tan deseadas comidas familiares.