Telefónica quiere cerrar su ajuste de plantilla en España antes de que se apruebe la reforma de las pensiones

Telefónica prepara un ajuste de plantilla en España que tramitará como un nuevo Plan de Suspensión de Empleo Individual (PSI), bajas incentivadas que comenzará a negociar con los sindicatos en los próximos días. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, el objetivo es que las salidas estén acordadas antes de que acabe el año, para evitar el impacto fiscal que tendría la futura reforma laboral y de las pensiones en el cálculo de los salarios de quienes se adscriban.

Esto supone realizar una negociación exprés que los principales sindicatos, CCOO y UGT, ya conocen y que están dispuestos a emprender en las próximas semanas. De hecho, según ha conocido este diario, los principales representantes de los trabajadores fueron informados de este ajuste a comienzos de semana y en medio del puente de la Almudena en Madrid. Y a partir de ahí se han comenzado a acelerar los plazos.

Antes de que finalice este mes, posiblemente avanzada la próxima semana, se convoquen formalmente las negociaciones con el objetivo de negociar en un plazo de dos o tres semanas, para que las primeras salidas se ejecuten antes del 31 de diciembre o como tarde en enero. Esto supondría evitar el hachazo fiscal que supondría en un plan de estas características en la nueva reforma laboral y de pensiones, donde se penalizará este tipo de procedimientos que anticipen el retiro de la vida laboral activa.

La compañía justifica los ajustes por la presión comercial en España y la caída de clientes en el último año. Esto afectó a su Oibda, que se redujo un 8,9% hasta los 1.182 millones de euros. Los ingresos crecen levemente (un 0,4%), lo que obliga a buscar recortes de costes para mejorar los márgenes. España es el principal negocio de Telefónica con el 29% de la facturación global.

En este sentido, las mismas fuentes indican que los detalles de nuevo PSI están prácticamente cerrados casi calcando las condiciones acordadas en el último Plan cerrado en el año 2019. Esto supone mantener el 68% del salario para quienes se apunten hasta que cumplan 65 años, manteniendo todos los beneficios de trabajar en Telefónica, como asistencia médica con Antares y seguir formando parte del Seguro Colectivo de Riesgo de la compañía.

Número de salidas

En el anterior PSI se aprobó también que los adscritos al PSI siguieran perteneciendo a ATAM -un sistema privado de protección social para las familias con situaciones de discapacidad y dependencia- que la compañía seguirá pagando. La empresa también seguirá aportando a su plan de pensión. También se aprobó un programa de bajas incentivadas con una indemnización de 45 días por año trabajado y un plan de jubilaciones forzosas que afectó a unas 160 personas.

Es así como solo quedaría pendiente definir el número de afectados. En el PSI de 2019 se apuntaron 2.636 trabajadores, un 60% de total de 4.300 empleados que estaban en condiciones de sumarse. En esta oportunidad, se está barajando en sumar los nacidos entre el año 1967 y 1969, siempre hasta los 53 años y con una antigüedad de quince años.

Si es que se incluyen solo los del año 1967 estaríamos hablando de un total de 3.000 trabajadores ya que se sumarán además los rezagados del PSI anterior. Si entran los de 1968 se unirían otros 2.300 empleados y si son los del 1969 se sumarían 1.800. En total, la horquilla fluctúa entre los 3.000 y los 7.000 empleados. Toda la plantilla de Telefonica España suma 19.000 trabajadores.

En principio, la compañía solo tiene interés de incluir esta franja de edad, pero los sindicatos esperan que se incluyan más años. Las fuentes con las que ha hablado este diario indican que la dirección de Telefónica quiere realizar un ajuste en la parte baja de su horquilla, para no generar demasiado revuelo social en momentos en que se está recuperando el empleo en España.

De hecho, estas mismas fuentes confirman que este PSI estaba preparado para ejecutarse durante el verano o como tarde, al comienzo del curso, pero todo fue frenado precisamente para que no coincidiese con la serie de despidos que se sucedieron esas fechas con ajustes de CaixaBank, Sabadell y BBVA, en total unos 12.000 despidos anunciados. Plantear un ajuste de Telefónica en estas condiciones hubiese sido un duro varapalo para las perspectivas de recuperación.

Prórroga del convenio colectivo

De esta manera, también se explica la negociación exprés que se pondrá en marcha, ya que que no se hará más que retomar las negociaciones que prácticamente se cerraron en verano para poner en marcha este ajuste de empleo.

Este ajuste de plantilla en Telefónica se produciría solo meses después de firmar la prórroga de su convenio colectivo. El pasado 22 de junio se certificaron unas nuevas condiciones como teletrabajo voluntario y una mejora salarial. La empresa se comprometió a subir la masa salarial en un 1% fijo y a abonar un plus de 300 euros en octubre de 2022 y el mantenimiento de la cláusula de revisión del IPC. Todo esto sumaría una media del 1,5% de alza salarial para toda la plantilla.

Telefónica aceptó además la propuesta de la implantación de la semana laboral de cuatro días. Pero limitada y con un recorte efectivo de salarios. La empresa bonificará las horas semanales que se dejan de cobrar, con un plus del 20% sobre ellas. En la práctica, la compañía compensará 1,6 horas de las ocho perdidas. No obstante, la prueba piloto de esta experiencia no tuvo casi adscripción.

Salidas en Orange y Vodafone

Telefónica se suma a sus competidores en España, Vodafone y Orange, que ya han realizado ajustes de plantilla durante este año, precisamente por la mala situación del sector y por la irrupción de las compañías del bajo coste, que han arrebatado medio millón de clientes a las tres grandes en solo un año.

Vodafone anunció en septiembre un nuevo ERE a 515 empleados, el 12% de su plantilla. Es el segundo expediente de regulación de empleo de la operadora en tres años después de que en 2018 zanjara la salida de otras 916 personas. En este periodo, se ha pasado de 5.165 empleados a 3.734 tras este último anuncio.

En mayo, Orange apuntó a la salida de otras 400 personas, poco más del 10% de los 3.000 empleados de Orange Espagne. La operadora tiene unos 5.700 trabajadores en España, incluyendo tiendas propias y plataformas. Entre estas dos compañías suman casi mil salidas en un año, a las que habría que sumar otras 3.000 que, como mínimo, plantea Telefónica.