El Parlamento Europeo da luz verde a la nueva Política Agrícola Común (PAC)
A España le corresponden unos 37.000 millones en pagos directos para los agricultores y ganaderos y casi 8.000 millones para desarrollo rural durante los siete años
El Parlamento Europeo ha adoptado este martes una nueva Política Agrícola Común (PAC), pese a la oposición de los ecologistas y de una parte de la izquierda que consideran que no está a la altura de las ambiciones medioambientales de la Unión Europea (UE).
Reunidos en sesión plenaria en Estrasburgo, los eurodiputados se han pronunciado sobre tres textos que rigen este programa.
El grupo de los Verdes ha votado en contra de los tres textos, igual que una parte de los socialdemócratas (S&D) y la mayoría de la izquierda.
Un presupuesto de 387.000 millones
Esta nueva política agraria, que se aplicará a partir de enero de 2023, cuenta con un presupuesto de 387.000 millones de euros hasta 2027 –es decir cerca de un tercio del presupuesto plurianual de la UE – de los cuales, 270.000 millones de euros serían para ayudas directas a los agricultores. Francia es el principal país beneficiado. A España le corresponden unos 37.000 millones en pagos directos para los agricultores y ganaderos y casi 8.000 millones para desarrollo rural durante los siete años.
La reforma prevé acordar primas a los agricultores que formen parte de programas medioambientales más exigentes, con técnicas más ecológicas o que contribuyan a mejorar el bienestar de los animales.
Los Estados deberán destinar una media de 25% por año a los pagos directos a estos «ecorrégimenes» entre 2023 y 2027, con la posibilidad de dedicarle 20% los dos primeros años.
«Es algo inédito», ha dicho en el hemiciclo el eurodiputado alemán Peter Jahr (PPE, derecha), que ha presentado uno de los textos. Según él, se trata de un programa «más sostenible, más transparente y más previsible».
En ese sentido, el comisario europeo para la Agricultura, Janusz Wojciechowski, ha señalado que era «un buen resultado que permitirá a la PAC garantizar una transición hacía una agricultura más sostenible».
Pero según el eurodiputado ecologista lituano Bronis Rope, esta «nueva PAC no permite resolver las desigualdades sociales ni lograr los objetivos de protección del medioambiente«. Los Verdes reclamaban un sistema «en coherencia» con las metas europeas en materia de biodiversidad y seguridad alimentaria.
Tras el voto del martes, esta nueva política agraria requiere todavía el visto bueno formal de los Estados miembros.
Eurodiputados españoles
Los eurodiputados del PSOE han votado a favor de los tres reglamentos. En nombre de los socialistas españoles ha intervenido Clara Aguilera, quien ha destacado que la nueva PAC tiene una mayor ambición social, medioambiental y climática, algo de lo que el Parlamento Europeo «debe sentirse orgulloso».
En particular, ha subrayado que se haya incluido la condicionalidad social, que se reconozca el papel de las mujeres en el mundo rural, que contenga un mayor apoyo para los jóvenes agricultores, que se haya ampliado el pago redistributivo y que cuente con una condicionalidad climática «reforzada».
Por parte del Partido Popular –que se ha abstenido en el reglamento de los planes estratégicos y ha apoyado los otros dos– el eurodiputado Juan Ignacio Zoido ha aplaudido que durante las negociaciones con los gobiernos se haya puesto «freno» a medidas «radicales», aunque también ha admitido que la nueva PAC «no es la ideal» para su formación porque contiene «muchos menos fondos precisamente cuando más lo necesitan agricultores y ganaderos».
Ahora, ha defendido, corresponde al Gobierno de Sánchez «aplicar toda la flexibilidad» de la PAC para «adaptarse a las necesidades del campo español», que atraviesa un «momento crítico» debido a unos precios de las materias primas «disparados» y a un precio de la electricidad «batiendo récords».
Ciudadanos ha apoyado las tres normativas y el eurodiputado de la formación naranja Adrián Vazquez ha remarcado que la nueva PAC «no es perfecta», pero ha defendido que garantiza seguridad jurídica y financiación al sector primario, mantiene la capacidad productiva, asegura que los productores trabajen en nas «condiciones económicas justas» y respeta los objetivos del Pacto Verde «sin perder de vista la sostenibilidad social».
Por parte de Vox –que al igual que el PP se ha abstenido en las normas sobre planes estratégicos–la eurodiputada Mazaly Aguilar ha criticado que la nueva PAC supone un «cambio de modelo» que convierte a agricultores y ganaderos «en meros jardineros supeditados a los despachos de Bruselas», así como que el 40% de su presupuesto esté dedicada a cuestiones ‘verdes’ mientras se «marginan» otras necesidades de un sector que está «en números rojos».