Las pensiones bajarán a partir de 2032 por el fracaso del mecanismo de equidad intergeneracional
La derogación del factor de sostenibilidad empeorará la sostenibilidad del sistema contributivo de pensiones y acarreará nuevas alzas en cotizaciones, según un informe del Instituto Santalucía
El mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), sucesor del Factor de Sostenibilidad (FS) impulsado por la reforma del PP de 2011, fracasará en el reequilibrio de las cuentas del sistema de pensiones público y deparará recortes de las nuevas pensiones a partir de 2032, según un informe del Instituto Santalucía al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, que elaboran los principales expertos y actuarios del país, como Enrique Devesa, de la Universidad de Valencia, e Inmaculada Domínguez Fabián, de la Universidad de Extremadura. No sólo eso, no sólo obligará a recortar el gasto en pensiones, sino que se prevén nuevas alzas de cotizaciones.
El Factor de Sostenibilidad (FS) suponía una exigua modulación a la baja de las nuevas pensiones en función de factores demográficos como la evolución de la esperanza de vida y nunca fue aplicado. La negociación con los agentes sociales de la reforma de pensiones, en tramitación parlamentaria, puso al Gobierno contra las cuerdas para proceder a la eliminación completa de una posibilidad de aplicación del FS y proceder a su sustitución por otro esquema que atemperase el gasto en pensiones. De ahí nació el polémico Mecanismo de Equidad Intergeneracional que básicamente se basa en dos vías: la primera, una subida de las cotizaciones de 0,6 puntos; la segunda, una revisión en 2032 en función de la cual se acometerán recortes del gasto en pensiones según las proyecciones de gasto en jubilaciones en porcentaje de PIB con horizonte 2050.
Ese año 2032 será el punto de inflexión según el informe Efectos del Mecanismo de Equidad Intergeneracional sobre el Sistema de Seguridad Social de diciembre de 2021 del Instituto Santalucía, que concluye que el MEI «introduce elementos que van a hacer más complejo el ya difícilmente entendible sistema de pensiones de jubilación contributiva en España» y que establece las consecuencias del advenimiento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional.
Por un lado, descarta el informe que se produzcan mejoras en la cuantía de la pensión. Explica que el aumento del tipo de cotización que supone la aplicación del MEI hasta 2032, y muy probablemente los años siguientes, no se va a traducir en mayores pensiones para los afiliados que hagan esas aportaciones extra porque el tipo de cotización no interviene en la fórmula de cálculo de la pensión inicial. Y considera, además, que la mayor recaudación que se obtenga con el MEI no servirá para pagar las pensiones de esos años, sino para realizar aportaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, cuyo saldo aumentará y generará una falsa apariencia de mejora de la sostenibilidad del Sistema.
Los cálculos de los expertos de la Universidad de Extremadura y de Valencia cifran en 2.200 millones el alza de ingresos que supondrá la sobrecotización prevista por el MEI, una cantidad insignificante para apuntalar el mayor gasto en pagas que aguarda a partir del año que viene y siguientes, cuando comienza el grueso de la jubilación de la generación del baby-boom que puede añadir 5 millones de pensionistas al sistema en las próximas décadas.
Por otro lado, el informe de Santalucía destaca que la derogación del FS va a suponer un aumento del déficit del Sistema que habrá que abrazar la segunda vía del MEI, la de recortar el gasto en pensiones a partir de 2032, lo cual «supondrá recortes en las pagas y otro aumento de cotizaciones». Para colmo, destaca el estudio que esa rebaja de las pensiones no será «transparente», no se puede cuantificar ex ante, lo cual mina o anula las posibilidades de que los trabajadores a punto de la jubilación planifiquen su ahorro privado para complementar su jubilación con algún cálculo financiero-fiscal certero. «El FS hacía explícito el recorte [de la pensión] mediante la disminución de la cuantía inicial, que podía ser conocida con suficiente antelación como para modificar cualquier elemento que contribuyera a aumentar su pensión, si se considerara que ésta no iba a ser suficiente», aduce el texto.
Por otro lado, los expertos Devesa y Domínguez Fabián critican también el hecho de que el MEI diseñado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que encabeza José Luis Escrivá, tal cual está pergeñado, «aumenta la inequidad actuarial, beneficiando a los que se jubilen a partir de 2057, momento a partir del cual el ahorro del MEI es menor que el del FS, mientras que salen perjudicados los que se jubilen antes de ese año».
En clave colectiva, el informe proyecta un empeoramiento de la sostenibilidad del sistema, ya que a partir de 2057 se generará un menor ahorro acumulado que con el FS, que seguirá creciendo hasta el último año de análisis, 2067, cuando llegue a representar un déficit acumulado de 7,75 puntos del PIB.
Por todo ello, Devesa y Domínguez Fabían con el resto de expertos participantes en el estudio, consideran que el MEI es un mecanismo poco transparente, que va a empeorar la sostenibilidad financiera y la equidad actuarial del sistema de pensiones que además va a suponer recortes en las pagas a partir de 2032 incuantificables y que coartarán la capacidad de los futuros jubilados para generar ahorro previsional de forma acertada para completar su jubilación.