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Sánchez Galán se desmarca de los trabajos de Villarejo para Iberdrola: «No di órdenes de nada»

Sánchez Galán estaba citado a declarar como imputado por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil

Sánchez Galán se desmarca de los trabajos de Villarejo para Iberdrola: «No di órdenes de nada»

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, a su llegada este martes a la Audiencia Nacional. | EFE

Durante su declaración como investigado ante la Audiencia Nacional, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha negado haber conocido, autorizado u ordenado la contratación del ahora comisario jubilado José Manuel Villarejo. El máximo responsable de Iberdrola ha negado cualquier tipo de implicación en los quince encargos efectuados por la eléctrica entre 2004 y 2012 al expolicía. Además, ha asegurado que no solo no ordenó espiar a rivales empresariales como Florentino Pérez o Manuel Pizarro, sino que ha denunciado haber sido víctima de espionaje, según fuentes jurídicas consultadas por THE OBJECTIVE.

«Ni di órdenes, ni autoricé nada, ni conocía nada», ha señalado el presidente de Iberdrola durante una comparecencia de más de dos horas en las que ha contestado a las preguntas de la Fiscalía, de sus abogados y del juez Manuel García-Castellón. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 había citado a declarar a Sánchez Galán este martes como imputado por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil.

Según las mismas fuentes, el presidente de Iberdrola habría descargado toda la responsabilidad sobre Antonio Asenjo, exjefe de seguridad de la compañía eléctrica, a quien señalado como responsable de la contratación de Villarejo. Un reclutamiento que ha calificado como «irregular» e «indebida», ya que se habría realizado sin seguir el sistema habitual de contrataciones de la empresa.

A pesar de estar en la cúspide del consejo de administración de Iberdrola, Sánchez Galán ha afirmado que cada filial del grupo tiene su propio jefe de seguridad y que sus tareas se centran en diseñar la estrategia de la multinacional y buscar inversiones. Así, ha asegurado que nunca supo de los contratos o proyectos firmados entre la compañía eléctrica y CENYT, una de las empresas de Villarejo, hasta que en 2019 empezaron a salir en la prensa.

Quince facturas de Iberdrola a Villarejo

En el auto de imputación de Sánchez Galán, el juez García Castellón indicó en junio pasado que, por la contabilidad de Iberdrola, se sabe que fueron recibidas y abonadas quince facturas emitidas por CENYT entre 2004 y 2012 por un importe total de 1,04 millones. El magistrado sospecha que a través de estas facturas se ocultó una amplia variedad de encargos. Desde espionajes a políticos, maniobras contra ecologistas y líderes sindicales o investigaciones contra otras empresas del Ibex y responsables de compañías rivales, como Manuel Pizarro y Florentino Pérez.

Sobre este asunto, durante su declaración, Sánchez Galán ha dicho respetar a ambos empresarios y ha negado haber ordenado espionaje alguno contra ellos. Una práctica que ha tachado de «deplorable» y «no admisible» que él mismo ha sufrido, aunque no ha detallado por parte de quién. Ante esta manifestación, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 le ha ofrecido que formule denuncia para que, en su caso, sea investigado.

Según fuentes presentes en el interrogatorio, el juez ha dado lectura a varias de las conversaciones entre Asenjo y Villarejo, que se encuentran incorporadas a la causa y en las que el excomisario se refería a Sánchez Galán como El señorito. El presidente de Iberdrola no ha contestado a las preguntas sobre las grabaciones, alegando que se trata de conversaciones en las que él no había tenido parte. El magistrado también le ha preguntado por qué recibió en su domicilio al exjefe de seguridad de Iberdrola después de que éste fuese despedido.

Esta pieza separada 17, relativa a Iberdrola, es una de las más de treinta que componen la macrocausa ‘Tándem’, donde se indaga en los muchos y variados negocios de Villarejo, que ya se ha sentado en el banquillo a causa de tres trabajos (‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’) por los que se enfrenta a más de cien años de cárcel.

Paseíllo y declaración de Fernando Becker

Sánchez Galán ha llegado a la Audiencia Nacional al filo de las 10.30 horas, cuando estaba citado, haciendo el denominado ‘paseíllo’ del que había pedido que se le exonerara a causa del repunte de contagios por Ómicron, si bien su interrogatorio no ha comenzado hasta cerca de las 12.00 y se ha demorado unas dos horas y media en las que solo ha contestado a las preguntas del juez, del fiscal y de su abogado.

También hoy estaba citado a declarar el expresidente de Iberdrola España, Fernando Becker. A pesar de ser el superior jeráquico de Asenjo, según fuentes jurídicas, en su declaración Becker ha asegurado que en ningún momento se le comunicó nada respecto a los presuntos trabajos efectuados por Villarejo para la eléctrica. El lunes ya declararon el ex consejero-director general de Negocios Francisco Martínez Córcoles y el ex jefe de Gabinete de Presidencia Rafael Orbegozo, desvinculándose en ambos casos de las tareas encomendadas a CENYT, el grupo empresarial de Villarejo, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.

Orbegozo reconoció que visó dos facturas que las pesquisas judiciales han atribuido a CENYT, concretamente a los proyectos ‘Gipsy’ y ‘Posy’, de 2009, donde el entonces policía habría investigado al presidente de ACS, Florentino Pérez, y su entorno para evitar el asalto de la constructora a la eléctrica. Interrogado al respecto, el que fuera la ‘mano derecha’ de Sánchez Galán expuso que dichas facturas le llegaron firmadas desde el departamento correspondiente y que él se limitó a dar un último visto bueno tras hacer una comprobación superficial que habría consistido en verificar que el concepto de las mismas coincidía con cuestiones agendadas.

Los contratos investigados

García-Castellón sospecha que Sánchez Galán y los tres ex directivos pudieron participar desde sus respectivos puestos en la contratación de CENYT cuando Villarejo aún era miembro en activo del Cuerpo Nacional de Policía, que se manipularon las facturas generadas por esos servicios y que se tuvo acceso a datos reservados de las personas investigadas.

De acuerdo con el relato judicial, el primer proyecto de Villarejo para Iberdrola habría sido Arrow, que habría tenido como objetivo eliminar la oposición municipal y de los ecologistas a la construcción de una central en Arcos de la Frontera (Cádiz). Entre 2004 y 2005 se habría desarrollado Black Board o B-B para supuestamente conseguir información comprometedora sobre Manuel Pizarro, presidente en aquellos momentos de Endesa, el gran rival de Iberdrola en el sector eléctrico.

Ya en 2009, a Villarejo se le habrían encomendado Gipsy y Posy. El primero habría consistido en investigar a un directivo de Iberdrola, José María Álvarez, y a un proveedor, Francisco Julián Gutiérrez, al sospechar que pudiera mediar el pago de comisiones ilegales. Con el segundo proyecto, las pesquisas del comisario se habrían extendido a la vinculación de Álvarez con Florentino Pérez.

Por último, en 2011, Villarejo se habría dedicado a Wind para investigar a la empresa suiza Eólica Dobrogea, a su accionista mayoritario, Chrisopher Kaap, y a su apoderado, Corneliu Dica. Iberdrola Renovables se había aliado con la compañía eólica para desarrollar una serie de proyectos en Rumanía, pero con el tiempo surgieron conflictos que se acabaron resolviendo de forma favorable a la mercantil española en un procedimiento arbitral.

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