BBVA sufre el primer golpe por la crisis de la lira: sus impagos se cuadruplican en Turquía
La entidad incrementa las insolvencias por el efecto de la divisa en los préstamos referenciados en monedas extranjeras y la entrada de nuevos morosos
BBVA ha sufrido ya el primer golpe de la reciente crisis de la lira y de la inestabilidad que vive Turquía. En plena oferta por la totalidad del capital, la filial otomana del banco español, Garanti, ha cuadruplicado el volumen de nuevos impagos, que han pasado de los 186 millones de liras del tercer trimestre a los 774 millones de liras de los últimos de 2021. Al cambio actual, han subido de los 11 a los 50 millones de euros.
El banco ha podido limitar el crecimiento de estas insolvencias gracias al traspaso a créditos fallidos (completamente irrecuperables) por un valor de 148 millones de euros y al aumento en la venta de carteras deterioradas. De esta manera ha podido ‘maquillar’ el efecto que está teniendo la incertidumbre de la economía, con una inflación por las nubes (46% en enero).
Garanti, entre septiembre y octubre asumió una entrada bruta de préstamos morosos de 2.270 millones de liras (146 millones de euros), lo que supone tres veces más que en el trimestre anterior. Además, por el efecto del desplome de la divisa a mínimos históricos contabilizó otros 4.027 millones de liras (unos 260 millones de euros) de impagos extra en créditos en monedas extranjeras.
Fuentes del banco explican a THE OBJECTIVE que esta última partida no significa que haya más insolvencias, ya que solo refleja un volumen mayor al convertir dicha financiación a la divisa local.
Vuelven los nubarrones de 2018
En 2018 y 2019, cuando se Turquía padeció la primera crisis, BBVA vio incrementada su morosidad de manera exponencial por las dificultades de pago de las empresas que tenían financiación en dólares o euros. Entonces, tuvo que hacerse entre otras compañías, con la principal firma de telecomunicaciones o el complejo turístico más emblemático del país. Ahora está en pleno proceso de venta de su participación en la ‘teleco’.
Ahora, estos nubarrones han vuelto y están poniendo en aprietos la gestión de Garanti. Los analistas ya han advertido de las posibles consecuencias negativas y de los riesgos que asume BBVA en el mercado otomano. Pese a ello, los directivos del grupo de origen vasco mantienen su apuesta a largo plazo y mantienen viva la oferta por el 100% de la filial.
En esta operación, el banco gastará un máximo de 2.250 millones por hacerse con el 50,1% del capital, aunque el hundimiento de la lira permitirá abaratar entre 600 y 800 millones esta factura. Aún así, la cifra podría ser incluso superior, ya que los expertos no confían en que se haga con todas las acciones.
La tasa de mora baja por la mayor actividad
Con la subida de los morosos en la recta final del ejercicio pasado, la suma de préstamos insolventes de Garanti asciende a 18.300 millones de liras (1.178 millones de euros), frente a los 16.400 millones de liras de septiembre (1.055 millones de euros). Una subida que no ha tenido reflejo en la tasa de morosidad porque el saldo crediticio de la entidad ha subido sustancialmente, un 27% en el año. El ratio ha bajado al 3,6%.
Este incremento tampoco ha tenido un impacto en la cuenta de resultados, ya que el esfuerzo en provisiones lo compensó con plusvalías obtenidas por una actividad de trading superior, explican fuentes de la entidad.
BBVA, ante tal escalada, ha preferido mantener la prudencia sobre los objetivos financieros de Garanti para 2022. Se ha comprometido con el mercado a que la filial no supere los 150 puntos básicos en el coste del riesgo (que mide el esfuerzo de dotaciones por la morosidad). En 2021 este parámetro se situó en 107 puntos, por debajo del máximo estimado.
En juego el 25% de los beneficios
Para el grupo español la franquicia otomana es crucial. A día de hoy aporta el 20% de los ingresos totales y el 13% de los beneficios. Una vez se complete la oferta sobre el control total, esta contribución se elevará al 25% de las ganancias, igualando a los resultados de España.
BBVA prefirió destinar parte del exceso de capital por la venta de EEUU a reforzar su presencia en Turquía en vez de seguir adelante con las negociaciones para absorber el Sabadell. A la hora de tomar esta decisión, el consejo de administración validó la apuesta del consejero delegado, Onur Genç, que es de origen otomano, frente a la posición del presidente Carlos Torres, que se inclinaba por la integración del banco catalán.
En la actualidad, los expertos siguen apostando por esta fusión. Sin embargo, los directivos de BBVA quieren zanjar las especulaciones y han aclarado que cualquier compra en Europa será digital, es decir, que solo adquirirán una fintech o neobanco.