La economía digital alcanzó el 22% del PIB en 2020 y podría llegar al 40% en 10 años
Así lo indica el informe anual sobre la Economía Digital en España elaborado por Adigital y Boston Consulting Group
Carme Artigas, durante la presentación del informe de Adigital. | Europa Press
La pandemia aceleró de manera notable el peso de la economía digital en España. El conjunto de las actividades productivas digitales representaron un 22% de Producto Interior Bruto (PIB) en 2020, lo que supone 282.000 millones de euros y 3,3 puntos porcentuales más que en 2019.
Un porcentaje que se ha alcanzado en parte por el retroceso del PIB durante este año, pero también por el aumento de las actividades digitales relacionadas con la productividad como el teletrabajo, la telemedicina o las clases virtuales.
Así lo indica el informe anual sobre la Economía Digital en España elaborado por Adigital y Boston Consulting Group y presentado este lunes por la Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Economía digital en 2030
Por otro lado, el informe prevé que en solo una década se duplique esta cifra hasta el 40% en 2030, lo que convertiría a la economía digital en el principal componente productivo de nuestro país, por encima de la construcción o el turismo.
Según los datos de Boston Consulting Group, el 30% de los empleos en 2035 será de nueva creación debido al impacto de tecnologías como los robots y los drones, lo que también llevará a que el 12% de los empleos actuales están automatizados.
En 2020, el impacto directo de la economía digital en el PIB fue del 10,9%, casi dos puntos por encima del de 2019. Este crecimiento supone una nueva aceleración de la digitalización, que acentúa una tendencia ya observada el año pasado: si entre 2013 y 2019 el crecimiento medio del impacto directo fue de 0,8 puntos porcentuales al año, en 2019 se duplicó, alcanzando 1,6 puntos, y en 2020 fue de 1,9.
Finanzas y economía digital
La contribución al PIB del sector financiero se ha mantenido constante entre 2019 y 2020, lo que revela que se trata de un sector resiliente y maduro. Ahora bien, el impacto directo de la digitalización se ha incrementado de 9.000 millones de euros en 2019 a 12.100 en 2020, generando un aumento de la digitalización de seis puntos porcentuales (de un 24,3% a un 30,6%).
La contribución del sector de la restauración al PIB cayó a la mitad en 2020, pasando de representar un 6% del PIB a un 3%. Esta caída, unida a un incremento del valor de la digitalización en términos absolutos, provocó que el porcentaje de digitalización del sector se duplicase en 2020, alcanzando un 42%.
Por otro lado, el impacto indirecto de la economía digital fue del 10,5% del PIB, 1,4 puntos por encima del valor de 2019; mientras que el impacto inducido se mantuvo constante con un valor del 0,6% del PIB.
Impacto en las pymes
No obstante, el informe refleja que todavía hay mucho camino por recorrer, en especial en las pequeñas y medianas empresas, que pese al aluvión de digitalización siguen postergando sus inversiones en este ámbito.
Según el informe al menos parte de los hábitos adquiridos durante la pandemia se va a mantener, generando un impacto estructural en el nivel de digitalización de la economía. No obstante, se prevé que el levantamiento de las restricciones y la recuperación económica contribuyan a normalizar este valor.
En este sentido, el informe diferencia dos tipos de sectores en relación a la digitalización vivida durante la pandemia. Los primeros son los sectores en los que el porcentaje de digitalización ha crecido como consecuencia de un aumento del gasto operativo digital (p.ej., ordenadores portátiles para teletrabajar, software de almacenamiento de datos, etc.) o de un incremento de la penetración y la adopción de canales digitales (p.ej., banca online, delivery de comida,etc.).
Sectores más afectados
En estos casos, los sectores en los que más ha caído la facturación han experimentado un mayor incremento de la digitalización en términos porcentuales, al ser menor su contribución al PIB.
Pero por otro lado están los sectores en los que el porcentaje de digitalización se ha mantenido o ha caído como consecuencia de un menor tráfico presencial y/o una caída de la inversión digital estructural.
Estos sectores especialmente afectados por las restricciones a la movilidad y el cierre de establecimientos han pospuesto planes de inversión digital, para dedicar toda la liquidez disponible a cubrir los gastos operativos esenciales y garantizar la continuidad del negocio.
