BBVA vuelve a Chile tres años después de vender su filial con una oficina para empresas
La entidad instala una sucursal de representación en el país suramericano en pleno proceso de crecimiento para dar servicios de banca mayorista
BBVA ha decidido volver a Chile, un mercado que abandonó hace tres años con la venta de sus negocios, salvo la financiera de consumo. La entidad abrió a finales de febrero una oficina de representación en el país con el objetivo de ofrecer productos y servicios en el segmento mayorista, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
El grupo que preside Carlos Torres ha regresado al país suramericano para acompañar a sus clientes empresariales y al considerar que Chile cuenta con una de las economías con mayor potencial de crecimiento al otro lado del Atlántico. Además, desde el banco se sostiene que estas buenas expectativas obedecen en parte al dinamismo de su tejido productivo.
La oficina de representación, que dependerá de su división de banca institucional CIB, estará comandada por Felipe Serani, un antiguo directivo de su exfilial en Chile. La franquicia fue adquirida a mediados de 2018 por el canadiense Scotia por 2.200 millones de dólares (1.900 millones de euros, al cambio de entonces). Por esta operación, BBVA cosechó importantes plusvalías, de 640 millones de euros.
Financiación y asesoramiento sostenible
La entidad, al tratarse de una sucursal de representación, no podrá ofrecer todo tipo de servicios, pero su intención es poner a disposición de las empresas financiación corporativa (préstamos bilaterales y sindicados) y gestiones para fusiones y adquisiciones. También lanzará funcionalidades para emisiones de bonos y coberturas, además de gestión de tesorería. Del mismo modo, asesorará en soluciones de negocio sostenible con el medio ambiente.
Como paso previo a su vuelta a Chile, hace un año BBVA alcanzó un acuerdo con el banco local BCI parta dar algunos de los servicios que ahora brindará con sus propios medios.Entre ellos, destacaba el pago de proveedores y nóminas para las compañías. BCI es la cuarta mayor entidad del país y es socio estratégico de la española Mutua Madrileña en el ramo de los seguros.
Plan de crecimiento de BBVA
La desinversión de su filial chilena se produjo en pleno repliegue del banco por distintos países. Un proceso que culminó en 2021 con la venta de su franquicia de Estados Unidos por 9.600 millones de euros. Ahora, BBVA pretende fortalecerse en los mercados donde opera (principalmente México, España y Turquía).
También espera desembarcar en otros donde no tiene actividad a través de su banca digital o la compra de neobancos. Recientemente, la entidad puso en marcha su plataforma online en Italia. Un modelo que quiere replicar en otros mercados una vez compruebe el éxito de esta incursión en el territorio trasalpino. Y ha ampliado su inversión en el brasileño Neon.
En Chile la vía está siendo distinta, aunque se asemeja a su proyecto en EEUU, donde reforzó su banca mayorista tras desprenderse del negocio para particulares. En el país suramericano, asimismo, tiene la financiera Forum. A finales de 2018 intentó deshacerse de este activo, pero el precio de las ofertas recibidas echó para atrás la venta.
BBVA, con la apertura de esta sucursal, amplía su red de oficinas de representación en el extranjero. Tiene este tipo de centros en Australia, China, India, Taiwán, Corea del Sur, Cuba y Rusia. Estos espacios sirven para ofrecer algunos servicios a los clientes y buscar oportunidades de crecimiento. En algunas ocasiones, suelen ser un paso previo para instalarse a mayor escala en un mercado.
Recompra de acciones
El grupo tiene arsenal financiero para llevar a cabo su proyecto de crecimiento debido al exceso de capital por la venta en EEUU. Un superávit que destinará a tomar el control total de su división turca, Garanti, y a dividendos extraordinarios. Éstos últimos se canalizarán a través de un programa de recompra de acciones de hasta 3.500 millones.
Este miércoles BBVA ha iniciado el segundo tramo de estas adquisiciones de títulos en el mercado para su posterior amortización. El importe que gastará hasta principios del verano 1.000 millones, con lo que para entonces habrá desembolsado unos 2.500 millones. Una vez culmine este segundo tramo, dará comienzo a un tercero.
La entidad comprará hasta finales de junio un máximo de 356,5 millones de acciones, lo que implica un 5,35% del capital social. No obstante, a los precios actuales supondría la adquisición de 195 millones de títulos, el 2,9% del capital social. El BCE ha autorizado la toma de hasta un 10% de sus acciones para elevar la retribución a los inversores.