La construcción teme perder los fondos europeos por la falta de mano de obra

El encarecimiento de las materias primas, de la energía y de los fletes de muchos productos está afectando gravemente al sector de la construcción, con parálisis y ralentización de obras tal y como contamos hace unos días en THE OBJECTIVE. A estos problemas hay que añadir la falta de mano de obra que disminuye cada año y pone en riesgo el futuro del sector.

¿Cuántos empleos son necesarios para absorber con éxito los fondos europeos? Es la pregunta que se hacen en el sector de la construcción, intensivo en mano de obra, desde hace meses. Y la respuesta está lejos de ser satisfactoria. Teniendo en cuenta que desde la patronal CNC calculan que siete de cada diez euros de los fondos NextGenerationEU van a estar relacionados con la construcción, estiman que faltarían unos 700.000 trabajadores en el sector «para abordar con eficacia la ejecución de los fondos comunitarios».

«Un déficit que puede amenazar los compromisos adquiridos con Bruselas y, en última instancia, la recuperación económica», según apuntan fuentes de la patronal a THE OBJECTIVE.

Paro en la construcción 

El paro en el sector de la construcción está en mínimos de más de dos años, mientras que los ocupados se encuentran en zona de máximos desde 2011. De hecho, al contrario de lo que ocurrió durante la crisis anterior, el sector es considerado como una fuente de empleo estable con casi 70.000 parados menos entre febrero de 2021 y 2022, de acuerdo con los datos del Sepe. 

Un sector en el que se ha producido un aumento del 108% de las contrataciones indefinidas entre la víspera de la pandemia (febrero de 2020) y febrero de este año. En la patronal tienen claro que ese dato va a seguir aumentando a medida que los fondos NextGenerationEU vayan llegando. «Se incrementará de forma muy importante el número de personas empleadas en construcción, a través de nuevas incorporaciones. En poco tiempo se podría superar la cifra de 1.650.000 trabajadores», aseguran estas fuentes.

Cambios respecto a la crisis anterior

En 2007 el sector de la construcción daba empleo a 2,7 millones de personas, aproximadamente, y en la actualidad ocupan a algo menos de 1,3 millones. Los expertos consultados consideran que el déficit actual de mano de obra, sobre todo entre los más jóvenes, tiene que ver con la imagen que se dio del mismo entonces.

«La anterior crisis financiera hizo mucho daño a la imagen del sector, que asociaba a la carretilla y al ladrillo, una fotografía que en nada se parece a la actualidad en la que maquinaria, herramientas y medios auxiliares en obra permiten trabajar con mayor seguridad y en mucho mejores condiciones», explican. Ahora estamos en España ante un tejido empresarial «que es líder a nivel mundial y que construye todo tipo de proyectos aplicando innovadoras técnicas, como la Inteligencia Artificial o la Tecnología BIM», argumentan estas fuentes.

Perfiles más deficitarios

Desde la patronal destacan que la mano de obra es deficitaria en prácticamente en todas las categorías de la construcción. «O no hay suficiente número de trabajadores disponibles en el sector o algunos de los que los que ya están en él no tienen la suficiente formación», explican. Desde el sector reconocen que es evidente el envejecimiento del mismo «al que le cuesta atraer a jóvenes a mujeres o a personas que ya han trabajado en él anteriormente».

El déficit afecta a todos los perfiles y niveles: desde técnicos, hasta encargados, capataces, oficiales y peones; y a todos los oficios: albañiles, encofradores, ferrallas, pintores, maquinistas, mecánicos, gruistas… 

Desde la CNC y la Fundación Laboral de la Construcción se están poniendo en marcha campañas de mejora de imagen y de atracción de trabajadores hacia el sector a los que se formará una vez que se acerquen al sector. «Es necesario alcanzar ese nivel de ocupación (700.000 trabajadores más) y es nuestra obligación atraerles, darles acogida y formación y garantizarles su futuro con nosotros», aseguran desde la patronal.

Por ello creen que es necesario un plan de choque desde el Gobierno dirigido a formar a más alumnos. «En la Fundación Laboral de la Construcción ya formamos a 80.000 personas al año, pero con un Plan de Choque y más recursos tendríamos la capacidad de poder llegar hasta las 200.000 personas al año», aseguran. 

Efectos de la guerra en la construcción

Sin embargo, aunque la falta de mano de obra es un problema a medio plazo, para el sector la principal preocupación estos días está en el sobrecoste de la energía, que está paralizando o cancelando obras, además de dejar todavía más licitaciones desiertas. «Un problema que venimos arrastrando desde que se disparó el precio de los materiales a mediados de 2021, agravado por la invasión de Ucrania y las consecuencias de las sanciones posteriores», explican en la patronal.

Desde la patronal aseguran a THE OBJECTIVE que no tienen contabilizado el número de obras que han sufrido parálisis u otros contratiempos por el impacto del conflicto bélico. «Sabemos lo que nos llega por nuestros asociados, que muchas empresas del sector se hallan asfixiadas», añaden.

Materias primas

Para producir cemento la energía puede suponer el 55% del coste total. Igual que para elaborar cerámica y ladrillo, que suele ser el 66% del coste. La energía es muy significativa asimismo en la fabricación de acero o betún, o en el empleo de maquinaria y otros materiales electrointensivos. Todos materiales clave en la construcción, lo que encarece cada vez más las obras.

«Las medidas que de momento ha puesto el Gobierno sobre la mesa como rebajar 20 céntimos de litro a los carburantes son reacciones positivas y rápidas, pero insuficientes para la actividad constructora», valoran a este diario desde la patronal.