Ferrovial sufre los efectos de la guerra en Polonia, su segundo mercado tras EEUU
Las constructoras españolas han conseguido importantes contratos en Polonia a través de sus filiales compensando la falta de proyectos en España
Ferrovial centra sus esfuerzos en controlar el impacto que la invasión de Ucrania está teniendo en su negocio. En este momento, el lugar que más les preocupa es Polonia, su segundo mercado en importancia tanto en volumen de ventas como en beneficios, tras EEUU.
«El impacto es todavía difícil de cuantificar. Estamos siguiendo la situación, con especial atención a Polonia, por Budimex (su filial en ese país), para poner en práctica las respuestas más oportunas», aseguraba hace unos días el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, durante su discurso en la junta general de accionistas de la compañía celebrada en Madrid.
En este sentido, la empresa ha lanzado el programa ‘Ferrovial Juntos Sumamos por Ucrania’, cuyos fondos recabados igualará la compañía para efectuar una donación de ayuda a los refugiados a través de una ONG especializada.
Polonia, por encima de España
Ferrovial entró en la empresa polaca Budimex en el año 2000. En ese momento, la compañía era la tercera o cuarta del país y arrastraba problemas importantes por su transición a empresa privada tras la democratización de Polonia. En 1992 fue privatizada y un año después se transformó en joint-stock company y es actualmente una de las principales constructoras del país tanto por volumen de negocio como por capitalización.
Para el grupo constructor español representa un 23% de las ventas globales (1.728 millones de euros) , sólo por detrás de EEUU y Canadá que ostentan el 39%. Por su parte, el peso de España es de apenas el 14% tanto en ventas como en beneficios. En beneficios, la filial polaca alcanza el 18% y los 159 millones de euros.
Pero Polonia es el mercado más expuesto a la guerra de entre los que tiene presencia Ferrovial y está notando ya la «carestía de algunos materiales», tal y como aseguran a THE OBJECTIVE fuentes del sector. La mayoría del acero laminado, metales y minerales ferrosos y no ferrosos que se utilizan para las construcciones vienen de Rusia. A esta situación hay que unir la subida de precios que estas materias primas vienen experimentando desde hace meses y que se han incrementado con la invasión.
Budimex, el Ferrovial polaco
Desde la compañía sienten que Budimex es el fiel reflejo de Ferrovial en el país de Europa oriental. Como contratistas, ofrecen servicios en el sector de las infraestructuras, incluida la construcción y mantenimiento de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y edificios comerciales; así como en los sectores de energía, industria y ecología.
Es un país en el que desde Ferrovial observaron un importante potencial de crecimiento además de unas instituciones sólidas. Allí han conseguido todo tipo de concesiones, la última hace apenas unos días para construir una línea de tranvía en Varsovia por 158 millones.
Además de estos servicios, cuentan con varias fábricas de mezclas bituminosas, grandes laboratorios e instalaciones tecnológicas. No es la única empresa española presente en este país europeo. Acciona también está presente en Polonia, en su caso desde 1999, a través de su filial Mostostal Warszawa, una de las mayores constructoras del país, de la que ostenta el 62,13% del capital. Por su parte, ACS también está presente en este país a través de Hochtief Polonia.
En los últimos años, las constructoras españolas han conseguido importantes contratos en Polonia a través de sus filiales compensando así la sequía concesional en España.
Los precios, altos hasta 2023
Desde el sector de la construcción no son nada optimistas con el fin de este ciclo inflacionista en las materias primas. Fuentes del sector apuntan a este diario que esperan ciertos retrocesos en los precios de algunos materiales de cara a finales de este año o principios de 2023. No obstante, en ningún caso serán los precios que teníamos antes de la pandemia sino los precios «ya inflados» post-pandemia, con todo lo que eso supone.
Desde la patronal de la construcción aseguran que no saben cuándo se normalizarán los precios ni si se van a recrudecer las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania y las sanciones, que están teniendo un impacto en los sobrecostes energéticos, la principal amenaza para el sector. «Ante esta tesitura, reclamamos entre otras medidas incluir los sobrecostes de la factura energética en el Real Decreto-ley del 1 de marzo por el cual se revisarán los precios de los contratos públicos debido al alza de las materias primas», insisten en declaraciones a este diario.
Añaden además que el Gobierno debe extender su alcance temporal para hacerlo estable ante la incertidumbre de cuánto va a durar esta situación. Las empresas necesitan incertidumbre y estabilidad.