Los fondos europeos multiplicarán por ocho los puestos de trabajo 'imposibles' de cubrir

La falta de mano de obra española para cubrir determinados puestos de trabajo de cualificación específica es en estos momentos de 109.000 empleos y se multiplicará al menos por ocho si se ejecutan en su totalidad los fondos europeos, ya que estos se materializarán en inversiones y proyectos que requieren de personal especializado. Así se desprende de los testimonios recogidos por THE OBJECTIVE en un ciclo de conferencias organizado este martes en Madrid por la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) y la plataforma de Recursos Humanos Randstad.

Los ponentes y contertulios de la jornada resaltaron la existencia de paradojas en el mercado laboral español y desacoples entre la formación impartida y las necesidades reales de las empresas, que se agravarán con la demanda laboral que depararán los proyectos promovidos con los fondos europeos para la recuperación.

Especialmente, pusieron el acento en la necesidad de avanzar en la digitalización y las habilidades asociadas a la tecnología y el Big Data. También en el contraste que supone la existencia de esas vacantes en una economía en la que el paro afecta a más de tres millones de personas y la tasa de desempleo se sitúa en el 13,3%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Una dificultad mayor para las pymes

Como constatan los datos de Cepyme, organización patronal que preside Gerardo Cuerva, el problema de falta de mano de obra afecta especialmente a las pequeñas y medias empresas, que encuentran serias dificultades para cubrir puestos de trabajo pese a ofrecer unas condiciones adecuadas de sueldo y horario, debido a que no encuentran los perfiles exactos que precisan y se contabilizan 109.000 vacantes que los empresarios buscan cubrir con mano de obra española.

El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén, añadió al análisis su proyección de que una ejecución de los fondos europeos, materializada en proyectos e inversiones, exigirá incorporar 700.000 nuevos profesionales en los próximos años solo en el sector constructor y actividades relacionadas. Esto multiplica al menos por ocho los puestos ‘imposibles’ de cubrir, que rebasarán las 800.000 vacantes. No en vano, Alén aventuró que siete de cada diez euros de los fondos UE transitarán por el sector de la construcción.

Formación profesional más atractiva

Por ello, Fernández Alén reclamó del Gobierno la puesta en marcha de un plan de choque para combatir el paro juvenil, alertado ante el hecho de que «el 36% de los jóvenes no ha cotizado nunca» y esa cohorte de población está cerca de convertirse en una generación perdida, al margen de minar los ingresos de la Seguridad Social y la sostenibilidad de las pensiones presentes y futuras.

En este sentido, Fernández Alén incidió en que el 65% de las constructoras califica como «extremadamente difícil» contratar encargados de obra, capataces, albañiles, encofradores, operarios de hormigón, carpinteros, instaladores de fachadas técnicas, montadores de estructuras, operadores de grúas y maquinaria así como especialistas en trabajos verticales. Por eso, ensalzó la labor formativa que se lleva a cabo desde su sector.

En esta línea, el presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, llamó la atención sobre la necesidad de hacer más atractiva la formación profesional y el director general de Asaja, Juan José Álvarez, exhibió el problema que supone para el campo la reforma laboral por las nuevas exigencias en materia de contratación para un sector de marcada estacionalidad.

Ralentiza la recuperación económica

Llama especialmente la atención el dato reflejado por el líder patronal Gerardo Cuerva, según el cual el 70% de las vacantes laborales se concentran en empresas de menos de 200 trabajadores. Estas entidades cuentan con menos recursos para atraer los perfiles que necesitan, lo que ralentiza la recuperación de nuestra economía, dado que el tejido productivo español está conformado en su 98% por pymes.

El hilo conductor de todas las alocuciones fue solicitar del Gobierno una concienciación del desafío que implica adaptar la formación profesional y universitaria a las necesidades de los contratantes y también destacar la necesidad de nuevas cualificaciones más tecnológicas y digitales, máxime en un contexto en que la robotización, el tratamiento de datos y la inteligencia artificial son cada vez más pujantes, además de ser precisamente los que se priorizan en la agenda de los fondos europeos.

En este sentido se pronunció el presidente de UNO Logística, Francisco Aranda, quien explicó cómo la adquisición de esas habilidades demandadas por la transformación digital es clave para proveer la anticipación que es necesaria ante vaivenes sobrevenidos como la reciente crisis de suministros y alza de precios. «El sector logístico no necesita mano de obra, sino cerebro de obra», remarcó.

El 56% tiene problemas para buscar perfiles específicos

Por su parte, el director de Randstad Research, Valentín Bote, desgranó las causas y consecuencias de que un 56% de las empresas esté teniendo problemas para encontrar perfiles laborales por un desacople entre la oferta formativa y la demanda corporativa de currículos no disponibles en la mano de obra española. Y el presidente de Randstad, Jesús Echevarría, incidió en la necesidad de suplir el déficit de talento necesario para cubrir las actuales 109.000 vacantes, que en los próximos años pueden ascender a 800.000 a medida que se ejecuten los fondos europeos.

Las causas del déficit de trabajadores para destinos laborales que las empresas perciben prácticamente imposibles de cubrir son: la falta de competencias formativas, la escasa movilidad geográfica, la burocracia que implica la búsqueda de trabajadores, el envejecimiento de la generación del baby-boom, que desde ahora comenzará a jubilarse de forma masiva, y las deficiencias en la confección del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura.

Más despoblación y cierres de empresas

Las consecuencias se tornan especialmente lacerantes en estos momentos, con la inflación rozando los dos dígitos y una guerra en Ucrania de incierta duración que compromete la recuperación de la economía tras el fuerte embate de la pandemia en el crecimiento. Concretamente, las consecuencias que reflejan los estudios de Cepyme y Randstad son el agravamiento de la despoblación, el cierre de pymes, la merma de la productividad y el freno al desarrollo y la innovación.

En estas derivadas se centró la exposición del secretario general de CEOE-Castilla y León, David Esteban, que destacó los problemas de despoblación en su región y el hecho de que coexisten 15.000 alumnos con dificultad para encontrar empleo, debido a su formación en áreas no demandadas por el tejido productivo, con 15.000 empleos vacantes.

La jornada fue clausurada por el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, y con la participación telemática la ministra del ramo, Pilar Alegría, quien remachó la paradoja que supone el hecho de que España rebase los tres millones de parados pero los empresarios tengan dificultad para encontrar personal cualificado en distintos sectores. Alegría destacó que entre los objetivos de la nueva reforma educativa se encuentra el de abordar este desajuste desde la formación.