Ferrari quiere ser ecológico: electrificará el 60% de su catálogo antes de cuatro años
Los italianos mueven ficha y quieren que en 2030 todo el conjunto de su estructura industrial sea neutro en carbono
La mítica firma de deportivos italianos Ferrari ha apagado sus motores, y ha creado un espacio de silencio a su alrededor para escuchar al mundo. Lo que he oído es que tienen que empezar a olvidarse del consumo de combustible, del ruido, del humo, y que o se hacen más ecológicos o será el mundo el que deje de escucharles a ellos. Los italianos, que son cualquier cosa menos idiotas, han movido ficha y se han fijado la fecha de 2030 como el momento en que puedan alcanzar, con todo el conjunto de su estructura industrial, como una compañía neutra en carbono… Pero no abandonarán la gasolina, hibridarán la mayor parte de su catálogo, traerán su primer SUV, y lo que para muchos es un sacrilegio: su primer coche completamente eléctrico. Y cuidado que no se quedan ahí, porque si Ferrari es el epítome de la deportividad, el dinamismo, y dibuja el cenit de la competición, se han marcado lo de la conducción autónoma como meta.
Estas revelaciones han tenido lugar durante el esperado evento Capital Markets Day, donde su director general, Benedetto Vigna, ha dejado caer varias cargas de profundidad. En el evento abierto a inversores, medios de comunicación y analistas financieros, ha mostrado su plan estratégico para 2022-2026. El italiano, acompañado de John Elkan, presidente de la compañía, ha anunciado la llegada de nada menos que quince nuevos modelos en ese periodo. El 60% de ellos con motorizaciones electrificadas, y en su gran mayoría con forma de soluciones híbridas. Esto no es nuevo en su gama, donde sin ir más lejos el recientemente presentado 296 GTS equipa un V6 híbrido capaz de desarrollar la nada despreciable cifra de 830 caballos, muchos de ellos procedentes de una batería.
A todos ellos se unirán dos nuevas líneas de producto: Icona y Supercar, ambos con la exclusividad por bandera. Y con fecha programada de presentación en 2025 nacerá el primer Ferrari completamente eléctrico. A pesar de todo ello, y siempre mirando a medio y largo plazo, la firma no olvidará el combustible tradicional. Hasta 2026, al menos el 40% de sus vehículos usarán gasolina en sus motores. En Ferrari creen que este equilibrio irá alejándose paulatinamente de los hidrocarburos para que en 2030 sean solo el 20% de sus coches los que funcionen de modo ajeno a baterías.
Otro de los modelos más esperados de la marca es el primer SUV de su historia, el Purosangue, de líneas equiparables al Urus que tantas alegrías ha dado a Lamborghini, o los Cayenne, que suponen casi un tercio de las ventas de Porsche (casi un 60% si sumamos las de su hermano menor, el Macan). El primer todoterreno de Maranello verá la luz el próximo septiembre y la marca considera que supondrá alrededor del 20% de sus ventas. Este SUV llevará en sus primeros modelos previstos un a todas luces sediento V12 sin aditamento eléctrico alguno. Pero si el tema del combustible se le pone cuesta arriba a su clientela, Ferrari ya ha puesto en marcha la maquinaria para conseguirles combustible sintético. Ese remedo de gasolina que promete, a un precio razonable, reducir las emisiones en un 70 % bien podría llevar el logotipo de los habituales socios de la firma en estas lides: Shell.
En lo que no meterá la zarpa Shell es en las baterías de sus nuevos productos electrificados, que serán ensambladas en Maranello. Para ello se ha encargado la construcción de unas nuevas instalaciones, dedicadas al diseño, construcción y montaje de todo lo relacionado con esta tecnología.
En cuanto a la aún en mantillas conducción autónoma, Vigna ha adelantado que su apuesta va en línea con lo que pide el público, el futuro y la seguridad. Sus coches llevarán en un futuro, sin plazo estipulado, conducción autónoma de Nivel 2 o Nivel 2 Plus, así que no veremos carreras en circuitos con Ferraris sin piloto, pero si por las carreteras.
Los ejes fundamentales de su mapa de ruta está basado en tres patas: la electrificación, la neutralidad de carbono para 2030, y el cuidado de sus empleados. Si los dos primeros elementos están encerrados dentro de sus proyecciones industriales, si es comprobable su fuerte componente laboral-social para con su gente. Ferrari ha sido la primera compañía italiana en recibir el Certificado de Igualdad Salarial en 2020; es líder en capacitación de sus empleados; o es un referente a nivel europeo su servicio de prevención de enfermedades, con una potente programa médico específico para el cuidado de sus empleadas mujeres. El Caballino Rampante alberga una fuerte conciencia social.
En su plan 2022-2026, el fabricante tiene previsto ver crecer su facturación un 9% anual. A pesar de los nubarrones en la economía, y viendo de donde vienen, es posible que sea hasta una estimación pesimista.
Cuenta la leyenda que hace años un atribulado cliente de la marca Ferrari, tras haberse cobrado uno de sus rimbombantes deportivos, encontró un ruidito en orden de marcha. Al llevarlo al concesionario y tras pasar varios técnicos por delante, determinaron que aquello se quedaría como estaba. El encargado le dijo al cariacontecido propietario: «Amigo, usted no tiene un coche, tiene un Ferrari, y el ruido viene incluido en el precio». En lo sucesivo, va a haber menos sonido de motor, más silencio y por esto los de Maranello van a tener que afinar más aún, no vayan a asomar más «ruiditos».