Los salarios españoles han perdido al menos 7,2 puntos de poder adquisitivo desde 2020
Los gastos de las familias superaron sus ingresos en el primer trimestre, lo que lleva la tasa de ahorro a terreno negativo por primera vez desde 2019
Los salarios españoles han perdido 7,2 puntos de poder adquisitivo desde 2020. En 2020, perdieron 0,3 décimas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE); en 2021, el poder de compra se menoscabó en 1,6 puntos adicionales. Y este año, en el mejor de los casos, la pérdida será de 5,3 puntos porcentuales. Así, en tres años se totaliza un retroceso de al menos un 7,2% en el poder de compra de los trabajadores.
Según el Índice de Precios del Trabajo (ITP) publicado este jueves por el INE, este indicador retrocedió 0,6 puntos en 2020, año en que comenzó la pandemia de coronavirus, y cuando la inflación marcó una media del -0,3% en el ejercicio. De ahí que la pérdida de poder adquisitivo promedio fuera de 0,3 décimas.
El año pasado, tomando como revalorización media de los salarios el 1,5%, las remuneraciones se enfrentaron a una inflación media del 3,1%, lo que conlleva un deterioro de 1,6 puntos en el poder de compra. Todo esto, tomando una hipótesis amable, al usar para el cálculo el promedio de precios anual de 2021 y no el dato de cierre del ejercicio, del 6,5%.
Inflación en máximos
Durante 2022, España está asistiendo a tasas de inflación en máximos de casi tres décadas, coronadas con el dato adelantado del 10,2% de subidas de precios en junio. Esta situación ha llevado al Banco de España a estimar que la inflación media del ejercicio será del 7,5%, según sus últimas previsiones, del mes de abril y a expensas de cómo evolucionen los precios en los siguientes trimestres respecto a las proyecciones iniciales. Mientras, según un estudio de Caixabank Research, los salarios están subiendo en el entorno del 2,2%, lo que arroja una brecha entre salarios y coste de la vida de 5,3 puntos porcentuales.
Llama la atención, ante esta inflación en máximos, el fracaso de las medidas anticrisis del Gobierno, que, lejos de contener los precios, no han impedido que sigan acelerándose desde el anterior máximo de marzo, en el 9,8%. Es más, hay informes del Ministerio de Asuntos Económicos, que encabeza Nadia Calviño, que ya han reconocido subidas de los alimentos superiores a las que defendieron al comienzo de la escalada de precios.
También destacan las infructuosas negociaciones del Gobierno con patronales y sindicatos para amarrar un pacto de rentas que devuelva algo del poder adquisitivo perdido a los hogares, máxime cuando los funcionarios tendrán al año que viene revalorizaciones del 2% y los pensionistas con la media del Índice de Precios de Consumo (IPC) de los doce meses anteriores a noviembre de 2022.
Las familias gastan más de lo que ingresan
Ello explica que la tasa de ahorro de los hogares haya entrado en negativo en el primer trimestre por primera vez en tres años, según el INE. Es decir, las familias gastan más de lo que ingresan y tiran de ahorros anteriores o se endeudan.
Los hogares españoles situaron en el primer trimestre su tasa de ahorro en el -0,8% de su renta disponible, registrando así su primera tasa negativa desde el primer trimestre de 2019. En el trimestre previo, la tasa de ahorro de los hogares fue del 8,3%, según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La caída de la tasa de ahorro de los hogares hasta el -0,8% se debe a que gastaron más de lo que ingresaron. Así, su renta disponible aumentó un 3,8% interanual, hasta los 181.147 millones de euros, mientras que su gasto en consumo totalizó 181.618 millones de euros, un 14% más.
Desde Estadística se explica que los hogares recortaron su ahorro en el primer trimestre en 1.427 millones de euros, en contraste con el ahorro de 14.516 millones del mismo periodo de 2021, lo que en términos relativos supone un retroceso del 109,8%.
La economía ya enfrentaba una desaceleración previa a la invasión rusa de Ucrania, pero esta ha exacerbado los problemas de precios y la incertidumbre sobre los suministros. Por ello, también las empresas españolas, en su gran mayoría pymes, se encuentran ante un escenario que les impide satisfacer las demandas de alzas salariales de sus plantillas. En este sentido se pronuncian el 54% de las compañías españolas en un reciente sondeo elaborado por el proveedor de servicios de gestión de crédito y activos Intrum.