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Economía

Los expertos denuncian que las subidas de impuestos incrementarán la inflación

Las patronales critican «los tributos a la carta» y la «improvisación jurídica» que aqueja a sectores sistémicos como el bancario

Los expertos denuncian que las subidas de impuestos incrementarán la inflación

Las subidas de impuestos adicionales anunciadas este martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, -que recaerán sobre eléctricas y entidades financieras- incrementarán la inflación, según los expertos consultados por THE OBJECTIVE. En concreto, los analistas estiman que con el IPC (índice de precios de consumo) en máximos de casi cuatro décadas -anotó un 10,2% en el dato provisional de junio- las nuevas medidas fiscales impulsadas por el Ejecutivo -con las que espera recaudar 7.000 millones de euros en los próximos dos años- no se tornan las más convenientes en la vigente coyuntura económica.

Consideran los analistas que las empresas afectadas repercutirán al cliente, vía precios, el impacto que los impuestos tengan en sus cuentas, en mayor o menor medida. En este sentido se pronuncia el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, quien indica que los impuestos extraordinarios que el Gobierno quiere imponer a compañías energéticas y financieras -para que «no se aprovechen», argumenta Sánchez, de la subida de precios y de tipos de interés- constituyen un incentivo para que estas compañías suban precios para intentar recuperar el efecto que el impuesto pueda tener en sus resultados.

Por tanto, Robles estima que esta medida «es completamente regresiva y carece de sentido económico». De hecho, cree el profesor de Finanzas que incurre en el riesgo de empeorar la coyuntura. Y, si bien admite que «los Gobiernos no lo pueden todo contra la inflación y contra unos precios más altos que nos hacen más pobres, pero el Ejecutivo español lo que sí podría es arbitrar alguna medida tributaria para liberar renta disponible, como bajar el impuesto sobre la renta, las retenciones y, ulteriormente, el tipo impositivo».

Lo cierto es que, lejos de bajar el IRPF, esta figura impositiva acumula una subida encubierta para la que el Gobierno no ha necesitado subir los tipos. Desde el Ministerio de Hacienda, que encabeza María Jesús Montero, no se deflactaron las tablas -no se ajustaron a los precios más altos- lo que depara una mayor recaudación y una mayor carga fiscal del tributo.

Discriminación por sectores

En el mismo sentido, en el de identificar el carácter inflacionista de las nuevas subidas de impuestos que ha anunciado el presidente, se pronuncia el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, quien además destaca la arbitrariedad que supone que se diseñen impuestos aleatorios según sectores y en función de presuntos beneficios.

Un argumento que también defiende Robles, quien desaconseja gravámenes adicionales al crecimiento de los beneficios en momentos coyunturales, lo que implica discriminación de unos sectores frente a otros, sin prever un comportamiento tributario correlativo en caso de pérdidas sobrevenidas también coyunturales. «Las subidas de impuestos anunciadas rompen la neutralidad fiscal», zanja.

Además, el economista Javier Santacruz, que remacha el componente elevador de los precios que añade la medida impositiva anunciada por Sánchez en su primera intervención en el Debate del estado de la Nación, puntualiza la confusión de términos que desvela el discurso presidencial, en el que Sánchez denomina «beneficios extraordinarios» a beneficios coyunturales.

Sobretributación de las entidades de crédito

Además Santacruz destaca la difícil justificación de una sobretributación de las entidades financieras, que ya soportan un tipo superior al de otras sociedades. Según datos de la Agencia Tributaria (AEAT), las entidades de crédito tributan al 30% en 2022 frente al tipo general del 25% y a otros más reducidos que atañen a otras tipologías de sociedades, del 15%. En este sentido se pronuncian los representantes de la banca.

Por otra parte, los fiscalistas ponen en duda que finalmente esos impuestos recientemente anunciados tengan la virtualidad de recaudar los 7.000 millones aventurados por el Gobierno, visto el pinchazo de figuras de nueva creación como la tasa Tobin.

Riesgo de estancamiento

En cualquier caso, los economistas consultados llaman la atención sobre la concatenación de efectos que llevará a deprimir aún más el consumo: las empresas más gravadas por impuestos transmitirán en precios su mayor factura fiscal al cliente, que tendrá menos renta disponible para sus gastos de manutención.

Por ello, Robles demanda «una bajada del IRPF que deje más liquidez en manos de las familias, ya que el consumo se está desplomando y va a conducir a un problema de estancamiento económico si no decrecimiento». Es más, alerta sobre el hecho de que el Gobierno eluda abordar recortes de gasto para contener la demanda y, por ende, la inflación.

Además, estima el profesor de Finanzas que «la política no puede ser más desacertada porque, además, las pequeñas subvenciones que se ofrecen -como 100 euros adicionales para becas o abonos transporte de Cercanías y media distancia o similares- tiene una tramitación en ocasiones muy compleja y llegan con dificultad a sus destinatarios. Luego no son, a juicio de Robles, una solución global, como sí sería una bajada del IRPF acompañada de una reconducción del gasto público.

Llamada a la prudencia de Bruselas

Un argumento que se torna incluso más urgente a la luz de lo manifestado este martes por los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin). Los Veintisiete han coincidido en la necesidad de aplicar una política fiscal prudente y pasar de la política de estímulos globales frente a la pandemia a la senda de la disciplina fiscal para hacer frente a la espiral inflacionista, el alza de los precios de la energía y las consecuencias de la guerra en Ucrania.

Por otra parte, desde la Asociación Española de Banca (AEB), su portavoz, José Luis Martínez Campuzano, llama la atención sobre la «improvisación jurídica» en la que opera un sector tan sistémico para la economía como es el bancario. Campuzano alerta además sobre el hecho de que las entidades desconocen detalles sobre cómo se estipulará la mayor fiscalidad en 2023 y 2024 y desmonta el argumento de Sánchez según el cual la banca se estaría aprovechando de la subida de tipos de interés.

A juicio de la AEB, la subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) no asegura necesariamente una mejora de la rentabilidad de los bancos ni se traduce per se en beneficios extraordinarios, sino que es consecuencia de la mayor inflación y la menor actividad económica. Además, sensu contrario, defiende que mientras durante años se ha asistido a tipos negativos los bancos también drenaron crédito a la economía, como lo están haciendo ahora en esta complicada coyuntura.

Sin consultar al diálogo social

En este contexto, desde las patronales CEOE y Cepyme se recrimina que las medidas propuestas por Sánchez se han adoptado sin consulta previa al diálogo social. Además, las organizaciones empresariales consideran que estas actuaciones no suponen una solución real a los problemas de elevada inflación que hoy aquejan a la economía española y a las empresas, que han visto recortados sus beneficios en 100.000 millones entre 2020 y 2021.

Además, constatan que el 38% de las firmas repercuten sus sobrecostes a los precios finales y consideran que «los tributos a la carta», en un contexto de subida de tipos de interés, son una barrera añadida para la recuperación de las pymes españolas.

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