El BCE sube hoy los tipos de interés por primera vez en una década
Los temores de que un corte de gas y la inflación lleven a la Eurozona a otra crisis ha empujado a esta decisión
El Banco Central Europeo (BCE) subirá a lo largo del jueves los tipos de intereses por primera vez en más de una década ante los temores de que un corte en el suministro de gas afecte la perspectiva económica de la eurozona. Con la inflación rampante, las autoridades monetarias de los Veintisiete están decididas a una subida de al menos un cuarto de punto porcentual desde su nivel actual, históricamente bajo.
Los precios al consumidor subieron en junio un 8,6% interanual, un récord para la eurozona y superior a la meta anual de 2% del BCE. El aumento ha sido provocado por la interrupción en la cadena de suministros y el creciente costo de la energía tras la invasión rusa a Ucrania, pero el organismo también evalúa la actividad económica en Europa.
La dependencia europea de las importaciones energéticas rusas tiene a las autoridades preocupadas ante un invierno difícil, y prevén racionamientos si Moscú suspende el suministro de gas.
La Comisión Europea presentó el miércoles un plan para cortar el consumo de gas en 15% a fin de mitigar el potencial impacto económico. Sin embargo, el BCE enfrenta presiones para hacer aumentos mayores ante la persistente inflación, los incrementos en las tasas en Gran Bretaña y Estados Unidos y la debilidad del euro frente al dólar estadounidense.
Los expertos piden mesura al BCE
Los bancos centrales normalmente dudan antes de elevar tasas cuando la economía enfrenta una situación delicada. «Las presiones inflacionarias han subido a un punto donde el BCE tiene que intervenir», ha explicado Frederik Ducrozet, jefe de investigación macroeconómica de Pictet Wealth Management. El experto ha dudado de que el organismo pueda encontrar un punto de equilibrio entre crecimiento e inflación: «parece una ecuación imposible de resolver».
La tasa de depósitos del banco europeo ha sido negativa en los últimos ocho años y actualmente se sitúa en -0,5%. Este dato, que significa que los bancos pagan para poder dejar su dinero en el BCE, fue diseñada para estimular los préstamos y la actividad económica, pero al mismo tiempo estimula la inflación.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dicho que la meta es sacar los intereses del territorio negativo para fines de septiembre como parte de una serie «gradual pero sostenida» de alzas.
La Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra ya se adelantaron a las autoridades europeas y comenzaron a subir sus tasas de forma más agresiva.
Sin una subida de tipos desde 2011
La última vez que el BCE subió sus intereses fue en 2011, pero una crisis de deuda europea rápidamente obligó a la institución a revertir el curso. El presidente del BCE que logró contener las tensiones en los mercados de valores fue Mario Draghi, actual primer ministro italiano, quien ahora enfrenta preocupaciones por la deuda gubernamental mientras su coalición se desmorona.
El anuncio del BCE en junio de que subiría sus intereses provocó que el coste de los préstamos en los países más endeudados de la eurozona, como Italia, subiera más rápidamente que en otros. Por ello, el BCE ha dicho que va a reinvertir de forma «flexible» los bonos que vencen de su cartera para absorber la deuda de países más en riesgo y aliviar la presión.
El banco también ha comenzado a diseñar una nueva herramienta de crisis para preservar la «transmisión» de sus movimientos de política monetaria con compras dirigidas de bonos.
Las autoridades del BCE podrían dar a conocer más detalles de su herramienta «antifragmentación», pero la idea ha sido recibida con escepticismo por algunos miembros del consejo gobernante, quienes verían su uso solo bajo condiciones estrictas.