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Antonio Garrigues: «Mi mérito es haber tenido una madre maravillosa»

El prestigioso jurista inaugura el podcast ‘Así empecé’, un serial sobre emprendimiento ideado por Arcano

Antonio Garrigues: «Mi mérito es haber tenido una madre maravillosa»

Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934) es toda una institución. Este jurista español y presidente de honor del despacho de abogados Garrigues lleva más de seis décadas en su oficio, el derecho, aunque también ha pasado por la política.

Fue en 1954 cuando pasó a formar parte de la firma Garrigues, fundada por su padre, Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, y su tío, Joaquín Garrigues Díaz-Cañabate. Desempeñó el cargo de presidente del despacho desde 1961, cuando tenía tan solo 27 años, hasta 2014. Cuando abandonó el puesto, dejó un despacho con más de 2.000 empleados y que factura más de 300 millones de euros. Todo un éxito, teniendo en cuenta que cuando él empezó eran apenas cinco abogados en nómina.

Junto a su labor como jurista, siempre ha mantenido una intensa actividad en la vida social, empresarial y cultural española. Así se reflejó en su paso por la política. En 1982 creó el Partido Demócrata Liberal (PDL), del que fue elegido presidente. Esta formación política se integraría en 1984 en el Partido Reformista Democrático, una operación impulsada junto con Miquel Roca para tratar de ocupar el espacio político de centro.

Antonio Garrigues es uno de los invitados del podcast Así empecé, creado por Arcano Partners. Esta serie de entrevistas tiene como objetivo acercar al oyente las historias de personas que tuvieron una idea, un sueño, de crear o mejorar algo, y que a base de ingenio, determinación y pasión consiguieron sacar adelante. En definitiva, son historias de emprendedores contadas por ellos mismos.

De futbolista en potencia a impulsar el mayor despacho de España

Lo que muchos no saben es que este jurista de renombre quiso ser, en su día, futbolista. Y era de los buenos, ya que estuvo a punto de lograrlo. Él mismo lo cuenta en Así empecé: «Me hicieron una propuesta desde el Atlético de Madrid y me pareció estupendo. Pero mi padre, al parecer, tenía una opinión contraria y me dijo que primero tenía que trabajar y que, después, decidiría». Siempre quedará la duda de qué habría sido de él si hubiera seguido por ese camino, aunque él lo tiene claro: «Habría sido un magnífico jugador de fútbol».

«Atribuirse méritos cuando uno no los tiene es una especie de delito moral»

«Atribuirse méritos cuando uno no los tiene es una especie de delito moral», asegura el jurista, que explica su éxito inicial gracias a una circunstancia personal: su madre era americana, él hablaba inglés –algo no tan común en la España de los años 50 y 60– y aquello le permitió viajar y tomar ventaja. «Mi mérito es haber tenido una madre maravillosa», resume. Una madre que le permitió, entre otras cosas, tener buenas relaciones con la embajada norteamericana, lo que facilitó los contactos con grandes empresas de Estados Unidos. De estos casi 70 años de carrera, de hecho, destaca su labor como experto legal en inversiones extranjeras en España. Ha asesorado tanto a grandes multinacionales como al Gobierno español en materia de legislación económica. El éxito le vino pronto, antes de cumplir 30 años ya era el presidente del despacho fundado por su padre y su tío, una circunstancia ante la que no le temblaron las piernas. «No soy una persona que haya tenido miedo en la vida», admite.

A principios de los 70, tras implementar el sistema de partnership –inédito en España–, dio el gran salto y abrió una oficina en Estados Unidos. El crecimiento era imparable. «Fue emocionante», recuerda, aunque no fuera recibido exactamente con los brazos abiertos.

Sus contactos con empresarios norteamericanos le llevaron a conocer al mismísimo Henry Ford, que eligió España para crear una fábrica de coches en Europa y quien le aseguró que le mencionaban tanto el nombre Garrigues que llegó a pensar que aquello era un impuesto español.

Anécdotas aparte, el jurista reconoce que en sus inicios el despacho que presidía tenía el monopolio en su sector, aunque más tarde llegó la competencia. Tras la dictadura, España se expandió Garrigues no fue menos. En los 80 «venía cada vez más inversión extranjera, había alegría económica», relata. A partir de 1993, la cosa empezó a torcerse, pero lograron sobreponerse a aquella fase. Lo hicieron expandiendo su modelo de negocio y fusionándose, ya a finales de siglo, con la firma Andersen. Una fusión que, sin embargo, no duraría demasiado.

«La humanidad tiene pandemias. Esta pandemia se superará»

Tras momentos boyantes y no pocos episodios difíciles, Garrigues continúa en pie. También tras una de las mayores crisis que se recuerdan: la de la pandemia del coronavirus, una situación, según sus palabras, «hay que superarla». «La humanidad tiene pandemias. Esta pandemia se superará», asegura.

Además de su propia historia de éxito, Garrigues analiza en el podcast Así empecé asuntos candentes como el teletrabajo, la inteligencia artificial o el derecho a la verdad.

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