La Unión Europea pacta reducir el gas un 15%, con excepciones para países como España
La propuesta final recoge una situación especial para estados con pocas interconexiones
Los estados miembro de la Unión Europea han acordado una reducción voluntaria conjunta en el consumo de gas para hacer frente a los cortes impuestos desde Rusia y a la subida de los precios en el mercado energético. Los Veintisiete han zanjado un recorte del 15% en comparación «al consumo promedio en los últimos cinco años» —entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023— la libertad para los estados para aplicar las medidas pertinentes.
El recorte del 15% fue la principal razón por la que el Gobierno elevó su negativa a la medida. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, llegó a rechazar públicamente una reducción en el consumo asegurando que España no había «vivido por encima de sus posibilidades en materia energética».
El acuerdo político, al que sólo Hungría se ha opuesto, plantea reducir la demanda de gas un 15% entre el 1 de agosto del presente ejercicio y el 31 de marzo del próximo año, respecto a la media de consumo de los últimos cinco años aunque cada país escogerá qué medidas que implementará.
España logra sumarse a las excepciones de gas
Aunque este 15% sea el monto final que se recoge en el acuerdo, las demandas de España han sido escuchadas y también se recoge la posibilidad de que los países que no están muy interconectadas con las redes de gas de países vecinos puedan no verse obligados a aplicar la medida o a tomar un camino con un menor corte, situación en la que se encuentra España.
En base a ello, podrán solicitar una excepción aquellos países de la UE que cuenten con una baja interconexión con otros estados miembro y puedan demostrar que su capacidad de exportación por interconexión o a través de terminales de gas natural licuado se puede utilizar para redirigir el consumo de gas a otros miembros. El caso en el que presuntamente se inscribiría España.
Además, podrán acogerse a estas excepciones los Estados miembro que no estén interconectados a la red de gas de otros países de la UE, ya que su reducción del consumo no podría contribuir al suministro de los países que lo necesiten. Un escenario en el que se enmarcarían Malta o Irlanda.
La lista de exenciones los países de la UE incluye también a aquellos Estados miembro cuya red de distribución de electricidad no esté sincronizada con la europea, como es el caso de los países Bálticos, todavía conectados a Rusia, o aquellos que todavía sean muy dependientes de gas para la producción de electricidad.
Por último, los países que hayan superado sus objetivos de almacenamiento de gas, cuyas industrias críticas dependan del gas como materia prima y su consumo ha aumentado al menos un 8% en el último año en comparación con la media de los cinco años anteriores podrán solicitar excepciones
Bruselas también aprueba los cortes de emergencia
Además, el acuerdo de los Veintisiete establece que serán los Estados miembro los responsables de activar el estado de «alerta» en la UE, lo que convertiría en obligatoria la reducción del consumo de gas.
La Comisión Europea presentará una propuesta para declarar el estado de «alerta» en caso de «riesgo sustancial» de escasez de gas y tendrá que contar con el apoyo de cinco Estados miembro que hayan declarado la alerta a nivel nacional.
Las medidas de reducción de la demanda que adopten los Estados miembro deberán priorizar que no afecten a los clientes protegidos, como los hogares y los servicios esenciales, a las entidades críticas, a la atención médica y la defensa.