España tiene la productividad más baja de las grandes potencias de la eurozona
Los expertos demandan reformas estructurales porque la menor eficiencia de los factores productivos es responsable del menor PIB per capita español
Uno de los objetivos de la vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, en su puesto es la ganancia de productividad de la economía española. Y se torna una tarea cada vez más ardua. España tiene la productividad más baja de las grandes potencias del euro, está siete puntos por debajo de la media de la UE a Veintisiete y no repunta de la base de 100 puntos de referencia europea desde, al menos, 2005.
Son los datos de la Oficina Estadística Europea Eurostat a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE y para llevar a España a los niveles de la UE -especialmente los de las economías comparables como Alemania, Francia e Italia- hacen falta reformas estructurales y no coyunturales.
Calviño ha reiterado en múltiples ocasiones que España precisa de un marco laboral que permita reducir la temporalidad -tarea en que la reforma laboral de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha logrado tímidos efectos- erradicar la precariedad, mejorar la calidad del empleo y la inversión en capital humano, aumentar la productividad y la competitividad de nuestras empresas.
Por lo pronto y a cierre de 2021, último ejercicio completo con datos en los registros de Eurostat, la productividad española se sitúa en 93 puntos sobre los 100 que supone la media de la UE y más lejos aún de los 104,7 puntos del promedio de la eurozona.
No sólo están por delante Francia (con 115,6 puntos en la misma escala), Alemania (103,2) o Italia (104). También uno de los países en su día agrupados bajo el acrónimo anglosajón PIIGS junto con España (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España, por sus iniciales en inglés) están por delante.
Clave para que el alza salarial no alimente la inflación
Es el caso de Irlanda, con una productividad del 215,8. Portugal (con 71,7) y Grecia (con 69 puntos) acompañan a nuestra economía en la falta de relanzamiento de este indicador, clave para mejorar la eficiencia de la economía y determinante en la subida de los salarios por encima de la evolución de los precios, que provoca espirales inflacionistas si no va acompañada de ganancias de productividad.
Como explica un estudio a cargo del economista Joaquín Maudos para Funcas, «el patrón de crecimiento de la economía española lleva décadas apoyándose en la acumulación de factores de producción, siendo negativa la contribución de la productividad».
Condiciona el PIB per capita
El catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, director adjunto de investigación del Ivie y colaborador de Cunef avala su argumento con los datos. Desde el año 2000, la productividad total de los factores ha caído un 14,7%, lo que explica que el PIB per capita de España sea un 18,5% inferior al de la eurozona, indica Maudos.
España se sitúa por debajo de la UE en variables clave para relanzar la productividad, añade el experto, como el stock de capital tecnológico, capital humano, capital público y capital productivo por empleado entre otros. Por eso, para el catedrático este perfil de nuestra economía justifica las exigencias de Bruselas como contrapartida a la entrega de los fondos europeos a nuestro país. El economista Javier Santacruz añade que el problema de la productividad está en la pérdida de horas trabajadas en los últimos años, acompañado de una menor intensidad tecnológica.
Las reformas estructurales a las que obligan los desembolsos europeos para la recuperación son condición necesaria para maximizar las inversiones, elevar el producto potencial y generar avances en digitalización, dada la importación de la transformación tecnológica en la productividad, indica.
Un problema europeo, más intenso en España
Concluye el informe Productividad y Reformas Estructurales, Esa es la Cuestión que la caída de la productividad de la que adolece España en las dos últimas décadas «es un problema que comparte con la economía de la eurozona, aunque la pérdida es más intensa en España».
Este perfil del Viejo Continente, en el que España sale peor parada que las grandes del euro, contrasta con la ganancia de PTF de Estados Unidos, que disfruta de un nivel de renta por habitante un 34,5 % superior al de la eurozona.
Muchos son los factores que explican la baja productividad de España, entre los que destacan su reducido esfuerzo inversor en I+D+i, su menor dotación de capital humano, menores dotaciones de infraestructuras, y las ineficiencias en el mercado de trabajo, zanja el documento de Funcas.