España duplica la quema de carbón en 2022 a pesar de los planes energéticos del Gobierno
La crisis energética obliga a España a incrementar un 108% la electricidad producida con carbón entre enero y julio frente al mismo periodo del año anterior
España duplica su producción de energía eléctrica a través de la quema de carbón. Entre enero y julio se ha disparado un 108% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, hasta los 4.924 gigavatios hora (sin contar con las islas), según datos de REE recopilados por THE OBJECTIVE.
Esto supone el 3% del total de la electricidad generada en el acumulado del ejercicio, que se sitúa en 161.542 GWh entre todas las tecnologías. Destaca el nivel registrado en julio, cuando se incrementó un 184% en comparación con el séptimo mes del año pasado, hasta los 887 GWh.
El carbón entra más en el sistema marginalista debido a los altos precios del gas. De hecho, España ya se vio obligada en noviembre del año pasado a poner en marcha centrales térmicas, en plena apuesta por las renovables y la eficiencia energética, y con el compromiso de los gobiernos de alcanzar la descarbonización de la economía para 2050, tal y como marca Europa.
En nuestro país hay cuatro centrales de carbón operativas. El grupo portugués EDP controla las de Aboño y Soto de Ribera, en Asturias, y la de Los Barrios, en Cádiz, mientras que Endesa gestiona la de Es Murterar, en Mallorca. Por su parte, la eléctrica que dirige José Bogas también reactivó en noviembre del año pasado su central de As Pontes (A Coruña) para intentar controlar la espiral alcista del precio de la electricidad.
As Pontes vuelve a comprar carbón tras dos años
En el caso de la central coruñesa, hasta ese momento estaba entrando a producir de forma puntual y con la reserva de carbón que aún quedaba disponible en la instalación. Este hecho obligó a la eléctrica a comprar carbón por primera vez en más de dos años y forzó el regreso del personal que estaba destinado ya en otros centros de producción para poder poner en servicio la planta.
Desde la matriz de Endesa, la italiana Enel, defendieron que fue algo «puntual y coyuntural» y que mantenían su compromiso de abandonar el carbón para 2027 y todo su negocio de gas para 2040. Endesa solicitó formalmente el cierre en diciembre de 2019, pero la sorpresa se produjo hace poco más de dos semanas cuando la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo que se podría paralizar el cierre definitivo.
El cambio en el futuro de la planta se debe, según Ribera, a tenerla lista en caso de que vuelva a ser necesaria con el fin de garantizar el suministro eléctrico, en un contexto en el que todos los Estados miembro de la Unión Europea buscan reducir la dependencia del gas ruso.
Transición Ecológica ha dejado en manos de Redeia (antigua Red Eléctrica) la decisión de si la central sigue operativa o no, aunque confía que no sea necesario llegar hasta este punto. Ha sido la propia Comisión Europea (CE) la que ha pedido a los Estados miembro que actualicen sus planes de contingencia -que deberán presentar en septiembre- y pongan el foco en los esfuerzos para lograr una diversificación de suministro y no depender así de Rusia. Países como Alemania, Holanda o Francia abogan por recuperar o mantener la generación térmica.
As Pontes agotó sus existencia de carbón el 24 de junio. La planta ha producido 1.100 GWh entre 2021 y lo que llevamos de 2022. Los grupos tres y cuatro se encuentran indisponibles por incumplimiento de límites legales de emisión, mientras que se están desarrollando reparaciones en los grupos uno y dos.
De su lado, la producción eléctrica con el gas natural que usan los ciclos combinados también ha crecido exponencialmente. De enero a julio, registra 36.491 GWh, frente a los 22.488 GWh del mismo periodo de 2021, es decir, un 62,2% más. En este apartado destacan los meses de junio y julio, con la ‘excepción ibérica’ ya en vigor.
La generación de electricidad mediante gas en España está por las nubes debido a la mayor demanda de energía en verano por las altas temperaturas y a una menor aportación de las renovables al mix de generación, con la hidráulica en mínimos históricos. A esto hay que sumar una alta exportación de electricidad a Francia.
El país galo, con medio parque nuclear parado, se está beneficiando de ‘precios subvencionados’ con el tope al precio del gas que se usa para la generación eléctrica que aplica España. El déficit de generación nuclear lo está cubriendo con importaciones y recurriendo a la generación de sus ciclos combinados de gas, que suben el precio de su electricidad. Y, por contagio, los precios españoles, ya que, al situarse por debajo, los flujos de interconexión se han revertido y ahora es España quien exporta a Francia.
En concreto, en la primera mitad del año se han exportado 1,7 teravatios hora (TWh), mientras que en la primera parte de 2021 se importaron 1,3 TWh, es decir, 3 TWh de diferencia, que también ha tenido que cubrir el parque térmico. Además, hay que sumar otro factor clave: la cotización del gas continúa disparada. De hecho, la presión de Rusia amenaza con que los mercados eléctricos europeos se mantengan entre los 250 y 300 euros el megavatio hora (MWh) durante todo el segundo semestre del año.
La cogeneración reclama un trato similar al gas
Bajo este contexto, la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) advierte de que la cogeneración asociada a la industria ha recortado ya un 60% su producción, pasando de producir el 11% de la electricidad del país a solo el 4,3% en julio. Reclama al Gobierno un tratamiento similar al de los ciclos combinados ante la «situación crítica» que están sufriendo al no reconocérsele la compensación de la excepción ibérica.
Según la patronal, la cogeneración ahorra al año 15 TWh de gas, equivalentes al consumo de dos meses y medio de todos los hogares y pymes de España o al de la industria del país durante el mes de julio. Defiende así que si el Ejecutivo quiere reducir la demanda de gas, «debe contemplar ineludiblemente la cogeneración y el despilfarro de sustituirla por ciclos combinados».