Íñigo Juantegui (La Nevera Roja): «Al principio del proyecto era todo un 'fake'»
La web de comida a domicilio fue una ‘startup’ tecnológica pionera en España, tanto que llamó la atención del sector al ser vendida por 80 millones
La Nevera Roja no inventó el delivery, pero casi. Creada en 2011, esta web –todavía apenas se hablaba de apps– de comida a domicilio fue una startup tecnológica pionera en España, tanto que logró llamar la atención de todo el sector tras ser vendida en 2015 por 80 millones de euros. Un año después, sin embargo, la empresa fue revendida por un precio muy inferior. Eso sí, a JustEat, un referente del delivery internacional.
Íñigo Juantegui es el hombre que estuvo detrás de la idea. Bueno, en realidad no, ya que él fue cofundador de La Nevera Roja junto con José del Barrio, quien realmente tuvo la idea original.
Actualmente, Juantegui es CEO y fundador de OnTruck, una empresa de innovación orientada a la logística y el transporte, así como de Idoven, empresa de HealthTech que está desarrollando una plataforma de inteligencia artificial y soluciones de salud digital remota.
Este emprendedor es uno de los protagonistas del podcast Así empecé, creado por Arcano Partners. Esta serie de entrevistas tiene como objetivo acercar al oyente las historias de personas que tuvieron una idea, un sueño, de crear o mejorar algo, y que a base de ingenio, determinación y pasión consiguieron sacar adelante. En definitiva, son historias de emprendedores contadas por ellos mismos.
«No fui muy buen estudiante y nunca me planteé qué era esto de trabajar», admite, sincero, el fundador de La Nevera Roja. Más tarde, en la carrera desarrolló un sueño: ser su propio jefe. Tras trabajar en una consultora –donde «no era muy bueno» en su trabajo–, lo dejó todo para perseguir ese sueño.
En un principio, plantearon todo el negocio como un simple agregador de restaurantes, es decir: sin toda la parte logística, como tienen ahora otras plataformas como Globo o Uber Eats.
Íñigo Juantegui tenía una tarea peculiar al inicio del negocio de La Nevera Roja: era quien se encargaba de convencer a los restaurantes de que entraran en su plataforma, algo que no fue sencillo. «Estaba vendiendo humo», admite, «estaba diciéndoles que iban a conseguir un ‘huevo’ de ventas sin saber si íbamos a conseguir un solo pedido para ellos». Convenció a unos cuantos y, una vez superado el desarrollo de la página web, algo que se retrasó más de lo esperado, empezaron a funcionar.
«Al principio, los pedidos eran manuales. Alguien enviaba un email y yo llamaba al restaurante y hacía el pedido»
«Al principio, los pedidos eran manuales. Alguien enviaba un email y yo llamaba al restaurante y hacía el pedido», recuerda. «Era todo un fake», asegura. Pusieron 10.000 euros iniciales cada uno, un dinero que se acabó rápido, por lo que ya entraron en el complicado mundo de las rondas de financiación.
Sobre todo lo que llegó después –liderar un mercado en el que competían con empresas mucho mayores que ellos, la compra por 80 millones…– y todo lo que aprendió y sacó en claro de la experiencia, profundiza en el podcast Así empecé.
