El Santander afronta un golpe de hasta 600 millones en Polonia por moratorias hipotecarias
La entidad contabilizará en el tercer trimestre esta contingencia, que permite el aplazamiento de pagos a los clientes por una nueva ley promulgada en el país
El Santander afronta un golpe de hasta 600 millones en sus cuentas en Polonia como consecuencia de la aprobación por parte del Gobierno del país de una moratoria en pagos para determinados préstamos ante la incertidumbre económica. El banco español contabilizará el impacto la normativa en los resultados del tercer trimestre, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
En principio, la entidad reflejará una pérdida de 300 millones según los primeros cálculos. Un agujero que mermará el resultado bruto de la filial polaca, pero cuyas consecuencias podrían ser mayores en función de la acogida que tenga la medida entre sus clientes. El Santander ha llegado a la conclusión de que el efecto negativo será éste siempre y cuando el 50% de los usuarios que pueden aplazar los pagos de sus créditos se adhieren a la legislación promulgada por el Ejecutivo del país europeo.
De esta manera, si todos retrasan sus cuotas, el agujero será del doble de lo inicialmente previsto. Aunque también podría llegar a ser inferior si las ventajas son menores. El Santander considera que «el impacto dependerá del número de clientes que se benefician, del número de cuotas suspendidas y del momento en el que empiecen a beneficiarse de la moratoria». El grupo español estima que por cada 10% de titulares de préstamos que se se acojan a esta el resultado bruto de la franquicia se reducirá en aproximadamente 272 millones de zlotys (58 millones al cambio actual).
Así es la moratoria que afecta al Santander
A mediados de julio, el presidente de Polonia firmó la denominada ‘Ley de crowdfunding para empresas y apoyo a los prestatarios’. El objetivo que persigue esta normativa es ayudar a los titulares de hipotecas a sortear las dificultades actuales, derivadas de la subida de la inflación. La regulación permite aplazar la devolución de las cuotas dos meses del tercer y cuatro trimestre de 2022, respectivamente, y un mes en cada trimestre de 2023. La moratoria extenderá el vencimiento de la financiación y estará disponible para los préstamos en moneda local que hayan sido suscritos antes del 1 de julio de este ejercicio.
Según la legislación aprobada, los prestatarios que hayan contratado más de una hipoteca solo podrán posponer los pagos en uno de ellos. El Santander, como el resto de entidades que operan en Polonia, no podrá devengar los intereses sobre las cuotas que hayan sido demoradas.
La medida es un nuevo contratiempo para la franquicia polaca del grupo español, que en los últimos tiempos ha tenido que hacer frente a indemnizaciones a clientes por préstamos en divisa extranjera. La moratoria podría llevar incluso a la filial a pérdidas. El año pasado el resultado bruto obtenido por la división del mercado del Este Europeo ascendió a 380 millones. Las ganancias, una vez detraídos los impuestos, fueron de 161 millones.
Estos beneficios ya vieron impactados por los cargos que el Santander tuvo que realizar para afrontar indemnizaciones por su cartera de hipotecas en francos suizos, aunque estuvieron contrarrestados por la buena evolución de los ingresos y de la actividad comercial. El banco llevó a cabo una dotación de 319 millones de euros para hacer frente a esta contingencia.
La provisión para estos litigios se ha visto incrementada en la primera parte de 2022, en otros 161 millones de euros. Sin embargo, la evolución del Santander en Polonia ha sido muy positiva. Entre enero y junio, la filial quintuplicó sus ganancias, hasta 207 millones de euros, por el incremento del margen de intereses.
El mercado polaco para el Santander es estratégico, aunque no supone una parte relevante de su negocio. Contribuye con un 2% del resultado total del grupo. La actividad está enfocada al segmento de particulares y a la financiación al consumo, principalmente automóviles.
La nueva normativa aprobada en Polonia se produce en un momento en que el Gobierno español también ha lanzado un proyecto que mermará los beneficios de los bancos, entre ellos el Santander. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado los primeros pasos para que el sector financiero pague 3.000 millones entre 2023 y 2024 a las arcas públicas con un nuevo impuesto.
La legislación polaca, además de permitir el aplazamiento de pagos a los clientes de hipotecas, también prevé reforzar un fondo de apoyo a los prestatarios. El Santander calcula que su participación en este fondo podría llegar a los 35 millones de euros, que se imputarán del mismo modo en las cuentas del tercer trimestre.