Pallete respira en bolsa y Telefónica esquiva su 'crisis de agosto' por primera vez en cuatro años
En lo que va de año, el Ibex cae cerca de un 11% y Telefónica sube un 6%, lo que le convierte en uno de los nueve valores que permanecen en positivo
Y al sexto año llegó la tranquilidad. José María Álvarez-Pallete ha vivido el que quizás haya sido el verano más tranquilo desde que asumió la presidencia de Telefónica en abril de 2016. La temida «crisis de agosto» no llegó esta vez. Por primera vez en cuatro años, la operadora de telecomunicaciones española ha tenido una época estival alejada de rumores de ventas, de entradas de inversores hostiles, de fusiones, de cambios en el equipo directivo.
Una situación que se ha reflejado en bolsa y que le ha permitido mantenerse -también por primera vez- ajena a los vaivenes del selectivo español y del sector telco en Europa. Atrás quedan los veranos convulsos en que el Consejo de Administración de la compañía era convocado a mediados de agosto para tomar soluciones de urgencia ante la caída en bolsa y para aprobar planes de ajuste de plantilla u operaciones corporativas.
En lo que va de año el Ibex cae cerca de un 11% y Telefónica sube un 6%, lo que le convierte en uno de los nueve valores que permanece en positivo en 2022. La subida de la operadora también destaca con respecto a la caída del 5% que sufre de media el sector telco en Europa. De los 33 analistas que siguen a la compañía, 10 aconsejan comprar los títulos de Telefónica, 17 recomiendan mantenerlos y solo seis, venderlos.
Irrupción de la pandemia
La Bolsa de Madrid perdió el 3,31% en agosto después de que los inversores apostaran en la segunda mitad del mes por recoger los beneficios logrados en el anterior período por las expectativas de nuevas subidas de los tipos de interés. Un periodo en el que Telefónica cayó un 2% revirtiendo una tendencia crónica de registrar un desempeño peor que el selectivo español.
Si se compara este periodo con los dos años anteriores vemos que el desempeño ha mejorado. En 2020 y en plena pandemia, la caída entre enero y septiembre fue del 48%, mientras que en 2021 el alza fue del 8% en los primeros nueve meses del año. La diferencia es que hace un año, la operadora cotizaba en mínimos históricos (en torno a los 3,80 euros) y con el Ibex subiendo, mientras que en este 2022 la acción se ha mantenido siempre por encima de los cuatro euros.
Si echamos la vista más atrás. En 2019, la compañía se hundió perdiendo más de un 20% entre el 12 de julio y el 23 de agosto y cayendo por primera vez por debajo de los seis euros desde mayo de 1997. Ante este escenario, la operadora decidió anticipar la reunión de su Consejo de Administración y comenzar a tomar decisiones que le dotasen de liquidez para hacer frente a sus niveles de deuda.
Plan Estratégico
De esta manera, se aprobó un Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSI) que inicialmente se ofreció a unas 5.000 personas y que buscaba reducir costes y racionalizar la plantilla. También se autorizó la venta de 50.000 torres móviles y antenas, poco menos que la mitad de los emplazamientos que la operadora tiene por entonces en todo el mundo.
En noviembre de 2019, Pallete presentó su Plan Estratégico para la compañía basado en cinco decisiones estratégicas: foco en España, Brasil, Reino Unido y Alemania como mercados clave; creación de Telefónica Tech y de Telefónica Infra, spin-off operativo de Hispanoamérica y redefinición del centro corporativo. Lo hacía en medio de rumores de sustitución y con los fondos oportunistas acechando la compañía. De hecho, un año antes Pallete había logrado desactivar la arremetida de Elliot, célebre por comparar compañías para desguazarlas y prescindir de su equipo directivo.
Pero llegó la pandemia y el Plan Estratégico no fue suficiente para evitar una nueva «crisis de agosto» en 2020. La compañía se desplomó un 30% entre junio y septiembre, un 7% solo en agosto hasta cerrar el verano en los 3,30 euros. Era su nivel más bajo desde 1996 y los augurios no podían ser peores tras conocerse que la compañía abandonaba el EuroStoxx 50. La pandemia, la elevada deuda de la operadora y la caídas de las divisas latinoamericanas, todavía con gran exposición para Telefónica, pusieron los ingredientes para otro verano negro para Pallete.
Analistas y Telefónica
Y llegó el 2021. Las cosas mejoraron, pero la intranquilidad no se fue de todo. La nota negativa la pusieron los proxy. En plena subida de la acción, Jefferies apostaba por una valoración para los títulos de la teleco española en los tres euros, muy inferior a la cotización actual de ese momento en los 4,26 euros. En abril de este año y previo a la Junta de Accionistas el europeo Proxinvest y el estadounidense ISS rechazaron la concentración de poder del directivo de Pallete y la falta de independencia en el máximo órgano de decisión. Finalmente el presidente fue reelegido y una nueva ‘crisis de agosto’ logró ser aplacada al comenzar el curso en septiembre.
Una situación radicalmente distinta a la vivida en este año. Telefónica recibe un precio objetivo de 4,92 euros por parte del consenso de mercado, que da a las acciones un potencial del 20% con respecto al precio actual. En este sentido, los analistas y bancos de inversión, que históricamente habían penalizado a la operadora, han publicado comentarios positivos de la compañía.
Según un reciente informe de BoFA, Telefónica (TEF) reportó sólidos resultados del segundo trimestre que «reflejan la confianza en la visibilidad y la ejecución de su hoja de ruta». «Todos los activos principales están funcionando bien, con España recuperándose en un impulso comercial mejorado, Alemania superando el rendimiento en el sólido rendimiento de la red y Brasil explotando los beneficios de la consolidación».
Barclays y Goldman Sachs
Por su parte, Barclays indica que la clave ha estado en las buenas previsiones y resultados de Latinoamérica. «Además de Alemania y Brasil, que ya habían informado por encima del consenso, Hispam se ha sumado con buenas perspectivas». Aunque advierten que «España mostró cierta mejoría, pero aún experimenta una caída en los ingresos por servicios y el OIBDA, en línea con las expectativas».
Por su parte, Goldman Sachs es más prudente y advierte de algunos riesgos como el crecimiento español peor de lo esperado, costes de reestructuración mayores de lo esperado, depreciación del tipo de cambio de Latam y volatilidad macro, reducción de costes mejor de lo esperado y mejora del apalancamiento operativo.