La burocracia bloquea el acceso de las pymes al 'kit digital', el proyecto clave de los fondos UE
Solo el 30% de las empresas que lo han solicitado cuentan con el bono digital, consumiendo solo la mitad de las ayudas destinadas a esta herramienta
El proyecto de kit digital tampoco está alcanzando velocidad de crucero. Parafraseando a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el gran proyecto para digitalizar pymes sigue la pobre estela de ejecución de los fondos europeos y se encuentra estancado por la burocracia y la lentitud de sus procesos, según denuncian a THE OBJECTIVE diferentes empresas y entidades que están participando en las convocatorias. De hecho, en cinco meses apenas se han adjudicado la mitad de los 500 millones que han salido a concurso público.
A finales de noviembre del año pasado la propia Nadia Calviño presentaba el programa de ayudas del Plan de Recuperación impulsado por el Gobierno para «promover la digitalización de pymes y autónomos». Su objetivo: contribuir a modernizar el tejido productivo español apoyando la transformación digital de pequeñas empresas, microempresas y autónomos y «acompañarles en la adopción de soluciones que aumenten su nivel de madurez digital».
El kit digital está dotado con un presupuesto de 3.067 millones de euros, financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation. Las empresas que accedan a este programa a través de la convocatoria pública recibirán un bono para utilizar en las soluciones digitales que mejor se adapten a sus necesidades como creación de sitios web, comercio electrónico, gestión de redes sociales, factura electrónica o ciberseguridad, entre otros servicios.
Primera convocatoria
El orden de bases publicado un mes después indicó que en función del número de empleados, las empresas podrán acceder a ayudas de 12.000 euros, en el caso de tener entre 10 y 50 empleados; 6.000 euros, para aquellas de entre 9 y 3 empleados; y 2.000 euros, para las de menos de 3 y ningún empleado.
La primera convocatoria de ayudas del kit digital con una inversión de 500 millones de euros y dirigida a pymes de entre 10 y 49 trabajadores, no se publicó hasta el 28 de febrero de este año. A partir del 15 de marzo se recibieron las solicitudes que siguen abiertas hasta el 15 de septiembre o hasta que se agotasen las ayudas.
Sin embargo, las fuentes consultadas -empresas y entidades involucradas en la gestión de estos recursos- indican que el proceso de solicitud es sumamente engorroso y burocrático, tanto para solicitar las ayudas como para aportar la documentación durante todo el proceso de concesión.
Requisitos para el ‘kit digital’
En las convocatorias del kit digital se detallan los requisitos para solicitar las ayudas, las obligaciones que contraen los beneficiarios, los importes máximos de ayuda por cada categoría de soluciones de digitalización, la justificación, el pago y control de la implantación de las soluciones, entre otras materias con un alto nivel de burocracia, según denuncian estas fuentes.
Las empresas consultadas indican a este diario que esta situación ha hecho que muchas pymes desistan de solicitar las ayudas y que otras tengan que esperar meses para su concesión, lo que les obliga a paralizar sine die sus proyectos de digitalización. Una situación que contrasta con las grandes expectativas que se crearon con estas ayudas, vendidas por el Gobierno como el proyecto estrella de los fondos europeos para digitalizar a las pequeñas y medianas empresas.
Otra de las críticas es la descoordinación que también se está generando con los agentes digitalizadores y el ‘intrusismo’ de algunas compañías que se han dado de alta para prestar este servicio desconociendo el mundo digital. Actualmente existen 9.100 empresas con esta certificación y son las únicas habilitadas para suscribir “acuerdos de prestación de soluciones de digitalización” con las empresas beneficiarias de las ayudas del kit digital y titulares del bono digital.
Segunda convocatoria
También podrán colaborar en el proceso de solicitud de las ayudas del kit digital como representantes voluntarios, «así como en las actuaciones de control que se deriven de las mismas». Además, serán ellos los que presenten toda la documentación justificativa y los que reciban el pago del bono digital cedido por el beneficiario, una vez se haya aceptado su justificación. Las pymes denuncian las trabas burocráticas que también se presentan a estos agentes digitalizadores en el proceso.
Esta serie de trabas suponen que a quince días de que expire el plazo de la primera convocatoria -con datos del 2 de septiembre- solo el 30% de las pymes que han solicitado el kit digital cuentan con el bono. Del mismo modo, se han concedido ayudas por valor de 265 millones de euros. Los datos de Red.es, entidad pública encargada de la gestión, indican que hasta la fecha se han recibido más de 69.700 solicitudes aunque se ha repartido poco más de la mitad del montante asignado (500 millones) y a pocos días de que expire el programa. Esto ha obligado a la Administración a extender seis meses más esta convocatoria.
En paralelo, el Gobierno ya tiene en marcha la segunda convocatoria del kit digital desde el 2 de septiembre. Con un presupuesto inicial de 500 millones de euros, las ayudas de 6.000 euros están destinadas a la digitalización de pequeñas empresas de entre 3 y menos de 10 empleados (segmento II). En esta segunda convocatoria se añaden dos nuevas herramientas digitalizadoras: la presencia avanzada en internet y el marketplace.
Pymes y fondos europeos
Este diario ya ha denunciado los problemas que están teniendo las pymes para acceder a fondos europeos. Las empresas consultadas por este medio ya coincidían en abril de que buena parte de la desafección por estas ayudas se había producido por la propia gestión que ha hecho el Gobierno, retrasando convocatorias y manteniendo gran incertidumbre respecto de la manera en que se están movilizando los recursos.
Los expertos consultados por este medio apuntaban a la excesiva carga burocrática, a las dificultades para comprender los requisitos de participación, a la lentitud en la entrega de las ayudas, al desconocimiento sobre la manera en la que funcionan, a su escasa difusión, a la sensación de que solo están diseñadas para las grandes empresas y a la proliferación de convocatorias exprés que muchas veces no se conocen públicamente.
Una suma de factores que hacen que la mayoría de las empresas españolas -un 83% según el Banco de España- no se muestren interesados por solicitar los 70.000 millones de ayudas directas de fondos europeos. Los datos oficiales de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) indican que en los primeros seis meses del año, la Administración central solo ha autorizado pagos por el 9,2% de los fondos europeos comprometidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022.