El Gobierno planea triplicar el canon digital en pleno auge de la recaudación
La piratería digital mermó 2.271 millones de ingresos a autores e intérpretes del sector audiovisual y literario en 2021, lo que restó 653 millones al erario público
El Gobierno plantea triplicar el canon digital en pleno auge de la recaudación por los grandes impuestos (IVA e IRPF), aupada por la inflación récord padecida por la economía española durante el presente ejercicio, escalada iniciada en septiembre de 2021 y tras registrarse caídas en el daño que hace la piratería y que esta tasa pretendió compensar.
El canon digital -bajo el concepto de canon por copia privada- entró en vigor por segunda vez en 2017 y se abona por el consumidor final al comprar dispositivos móviles, ordenadores, tablets, discos duros, reproductores multimedia, HDD, memorias USB, grabadoras de DVD o CD, entre otros soportes. Había entrado en vigor en 2008, pero la Audiencia Nacional lo tumbó en 2011 y fue restituido en agosto de 2017.
Un canon para compensar la propiedad intelectual
La justificación de esta figura es compensar a los autores ante la capacidad del consumidor de efectuar copias y reproducir contenidos protegidos por la ley de propiedad intelectual.
En 2017, un informe de las asociaciones de productores Digital Europe y Eurimag y la consultora Mazars estimó que esta figura recaudaba entre siete y diez veces más que el daño practicado a la economía por la copia privada.
Se cobra a los fabricantes y distribuidores de los bienes gravados por la tasa, que lo repercuten al precio final. Con los ingresos se remunera a autores, intérpretes y editores. La idea es que las entidades gestoras de derechos de autor lo reinviertan en promoción, asistencia, formación y soporte a los autores. El canon debe aparecer desglosado en el documento de venta, en orden a que pueda pedir su reembolso quien acredite el uso exclusivamente profesional del dispositivo adquirido.
Desde comienzos de septiembre se negocia entre el Gobierno con las gestoras de derechos de autor y los fabricantes una subida de la tasa, que podría llegar a triplicarla.
Caída de la piratería
Esa posible subida para proteger a los autores de las copias privadas choca con la tendencia de caída de la piratería digital, que se situó en el entorno del 8% en 2021 y acumula un descenso acumulado del 20% desde 2018.
Según el Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2021, que elabora la consultora GfK, el perjuicio de la piratería digital para las industrias de contenidos audiovisuales, lúdicos y literarios supuso una pérdida de 2.271 millones de ingresos potenciales. Ello supone que las arcas públicas habrían dejado de percibir 653 millones de euros por esta fuga.
Y también con el hecho de que la subida del consumo del streaming (15,2% interanual en el primer semestre) relegan a formatos como el CD, cuyas ventas caen un 20,8%. En general, las ventas de soportes físicos están prácticamente estancadas, si al CD sumamos DVD y Blu-ray.
Dispositivos gravados
La subida del canon digital que se está negociando, sea finalmente hasta el triple o no, puede que no se aplique a todos los dispositivos gravados actualmente por la exacción.
Hasta ahora, se pagan: por impresoras, en función de si es multi o monofuncional, 5,25 o 4,50 euros. Por grabadoras, entre 0,33 y 1,86 euros, según el tipo de discos que graben. Por soportes materiales de reproducción mixta, entre 0,08 y 0,28 euros según la tipología del soporte. Por memorias USB se pagan 0,24 euros.
Cada disco no integrado tributa en 6,45 euros y los integrados en un equipo, 5,45 euros. Los dispositivos portátiles, suponen 3,15 euros por unidad, y en el caso de los móviles el canon son 1,10 euros por unidad. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, puede que en la subida prevista del canon no se incluyan todos los ítems gravados por la tasa.