El PIB real per capita de España está estancado en 23.000 euros desde 2005
Los expertos consideran que la sobredimensión del sector público español impide el avance del privado y la generación de riqueza por ciudadano de nuestros socios
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. | Europa Press
El PIB real per capita de España está estancado en el entorno de los 23.000 euros desde 2005, según datos de Eurostat a cierre de 2021 consultados por THE OBJECTIVE. En 2005, la riqueza por ciudadano -descontada la inflación- era de 23.240 euros frente a los 23.450 euros de 2021, lo cual refleja un estancamiento de 16 años.
El profesor de la Universidad de Pensilvania Jesús Fernández-Villaverde ha llamado recientemente la atención sobre este dato sobrecogedor de la nula evolución del PIB per capita real español en una conferencia en la Fundación Rafael del Pino.
En ese mismo lapso de tiempo, el PIB real per capita de otros países europeos ha subido, según la misma fuente estadística comunitaria. En Francia, un 7,2% -de 30.320 a 32.530 euros-; en Alemania, un 19,3% -de 29.730 a 35.480 euros; en Bélgica, un 11,3% -de 32.200 a 35.850 euros-; y en Irlanda, un 78% – de 39.580 a 70.530 euros-.
No obstante, España no es el país de la UE con peor desempeño, ya que Italia y Grecia muestran caídas en el producto por ciudadano, respectivamente, del 4,9% y del 15%.
No parece que sea fácil, explican los expertos consultados, que en España se consiga elevar significativamente esta cifra. Máxime cuando, como explica el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) apunta a que este año el PIB del país crezca, como mucho, un 3%.
Malos presagios para 2023
«La menor contribución de la demanda interna al PIB así como el mal comportamiento de la inversión anticipa caídas en la demanda que una vez pase el efecto del turismo en las exportaciones pondrá de manifiesto el estancamiento al que la economía española en su conjunto se dirige», argumenta Robles. Y predice que el tercer y cuarto trimestre de 2022 serán peores lo que impedirá superar un 3% de crecimiento este año, siendo mucho más bajo en 2023, «que podría ser desastroso si la demanda interna y la inversión no se recuperan».
Mientras, y ante el negro escenario la que apunta la coyuntura económica, en el periodo de 16 años en que el producto interior bruto per capita -eliminada la inflación- se ha mantenido invariable, la deuda pública ha subido 76 puntos, hasta rozar el 120% del PIB, apuntan los expertos, lo cual eleva la fragilidad de la economía española.
El desempleo también arroja cifras preocupantes, con España siempre en los peores puestos de la UE junto con Grecia. La tasa de paro en 2005 era del 9,2% y cerró 2021 en el 14,8%.
Un sector privado lastrado
El ingeniero, consultor, experto en Demografía y autor, entre otras obras, de Suicidio Demográfico en Occidente y Medio Mundo: ¿A la catástrofe por la baja natalidad?, Alejandro Macarrón, brinda a THE OBJECTIVE algunas claves sociales que explican ese estancamiento del PIB real por persona. Básicamente, su análisis demuestra que el sector privado no tira de la economía lo suficiente.
Explica Macarrón que en ese intervalo de tiempo en que el producto per capita real ha estado estancado -entre 2005 y 2021- la población española ha crecido un 9,6% -en 4,1 millones de personas- hasta totalizar los 47,4 millones en enero de 2022, y lo ha hecho a través de la inmigración, de modo que los españoles autóctonos mermaron en más de un millón.
Con todo, detecta Macarrón a partir de los datos oficiales que hay un desequilibrio entre el aumento de la población y el de la ocupación, ya que hay un 3% más de empleos con casi un 10% más de habitantes y que «el empleo público creado (entre todas las Administraciones), de comienzos de 2005 a finales de 2021, equivalió al 100% del incremento neto de empleo en ese intervalo».
Repensar el sector público
Así, el total de la ocupación, subió en 567.000 personas (un 2,9%) entre 2005 y 2021, cuando el sector público engrosó sus filas en 582.000 efectivos (un 20,1%) en el mismo periodo. De ahí concluye el demógrafo que el estancamiento de la renta per capita real procede, en parte, de que la configuración del sector público no es acorde con los intereses generales del país.
En este sentido se ha pronunciado para este periódico el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza, quien sostiene que el sector público ya representa más del 50% del PIB español, que el peso de la deuda pública es excesivo, y que la estructura productiva española deriva de políticas económicas basadas en el gasto público no productivo y en el poco aliciente y apoyo que obtiene la inversión privada productiva.
Supone un claro llamamiento por parte de los expertos, indican, a que las reformas del Gabinete económico de Pedro Sánchez, con Nadia Calviño a la cabeza contemplen una redefinición de la estructura económica del país en pro del sector privado, en línea con lo advertido por informes del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y, recientemente, por la misión europea que visitó España para monitorizar las reformas, que también ha advertido a las autoridades españolas de la necesidad de eliminar las ineficacias del sector público.
