El deterioro de Ezentis frenó la entrada de nuevos inversores antes de la pandemia
El proveedor de componentes de telecomunicaciones presentó hace un mes el preconcurso de acreedores por sus «tensiones de tesorería»
Instalaciones de Ezentis. | Europa Press
Ezentis atraviesa por una compleja situación financiera que le obligó a presentar un preconcurso de acreedores hace un mes. Una situación que el equipo de la tecnológica atribuye a la crisis de la pandemia y a la negativa del Fondo de Ayuda para la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee) a concederles una ayuda pública de 70 millones de euros. Sin embargo, inversores con los que ha hablado THE OBJECTIVE indican que el deterioro de la compañía era anterior a la irrupción del coronavirus, lo que incluso frenó la entrada de capital en la empresa ya en el año 2019.
Estas mismas fuentes revelan a este diario que tras analizar las cuentas y las perspectivas de la compañía, al menos un par de posibles inversores declinaron desembarcar en Ezentis. La poca diversificación de una compañía, que recibe el 51% de sus ingresos de una sola operadora: Telefónica; sumada sus elevados gastos financieros y a las pocas perspectivas de crecimiento, hicieron inviable la entrada de un socio capitalista que apuntalara la liquidez de la tecnológica.
Estos potenciales inversores incluso estuvieron bastante cerca de cerrar un acuerdo, pero tras el periodo de análisis de sus cuentas descartaron dar el paso definitivo. Un deterioro que se comprobó posteriormente tras ampliar capital, un fallido rescate de la SEPI, y millonarias pérdidas que obligaron a presentar el preconcurso de acreedores. Ezentis se dedica al mantenimiento, operación y construcción de infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones con presencia en Europa y, hasta el año pasado, en Latinoamérica.
Pérdidas de Ezentis
Después de estas inversiones fallidas, la sociedad siguió buscando inversores y en 2021 logró que el grupo Eléctrica Nuriel, propiedad del presidente de Audax José Elías, entrara en la empresa comprando el 16% del capital y la promesa de subir hasta un 29%. Todo ello después de una ampliación de capital que suscribieron íntegramente desembolsando 20 millones.
Sin embargo, ninguno de estos movimientos accionariales parece haber solucionado la crítica situación de Ezentis. Las cuentas de 2019 reflejan que este año la tecnológica cerró con 364 millones de euros de pasivo, del que 129 millones eran deudas con entidades de crédito, y 100 millones se debían a proveedores y otros acreedores.
Las pérdidas consolidadas antes de impuestos llegaron a los 30,1 millones en 2018 y a los 3,7 millones en 2019 y las pérdidas financieras se situaron en los 31,6 millones en 2018 y a los 18,8 millones en 2019. Los ingresos fueron de 436,9 y 448,7 millones en estos mismos dos años.
«Incertidumbre asociada»
En las cuentas anuales de Ezentis enviadas al Registro Mercantil, su auditor (KPMG) advertía de los fondos de comercio de 35,3 millones y activos no corrientes por valor de 95,9 millones. «El grupo calcula anualmente el valor recuperable de los fondos de comercio y evalúa su existencia, o no, de indicios de deterioro en los activos no corrientes, a efecto de determinar el valor recuperable de los mismos».
Los auditores explican que dichos valores recuperables estimados mediante el método de valor de uso son determinadnos mediante la aplicación de técnicas de valoración «que requieren el ejercicio de juicio por parte de la dirección, y de los administradores, y el uso de estimaciones». Es por ello que advierten «del elevado grado de juicio, la incertidumbre asociada a las citadas estimaciones y la significatividad del valor contable de los fondos de comercio y los activos no corrientes».
Lo mismo pasaba con los activos por impuesto diferido por importe de 46,2 millones. En este caso, KPMG advierte del elevado grado de juicio por parte de la dirección y de los administradores de Ezentis, «respecto de la evaluación de la probabilidad y suficiencia de las ganancias fiscales futuras y de las reversiones temporarias imponibles en cuantía suficiente». El auditor también pone énfasis en la «incertidumbre asociada a la recuperación de los mencionados activos».
Salida de Latinoamérica
En 2018, y tras la ampliación de capital de este año, el principal accionista de Ezentis era Ericsson con un 9,6%, tras el paso atrás del histórico accionista de referencia, Eralan, que se quedó en el 4,7% tras no acudir a este procedimiento. También eran accionistas relevantes Santander Asset Management, con un 3,4%, y Lierde Sicav, propiedad de César Alierta. Posteriormente, en 2021 el relevo de la compañía sueca lo tomó José Elías aunque la situación no mejoró demasiado, principalmente por el impacto de la pandemia en una compañía que ya venía tocada.
Ezentis registró en 2021 pérdidas de 139,6 millones, superior al desequilibrio de 43,1 millones de euros de 2020, debido principalmente a las provisiones realizadas por el deterioro de sus activos en países de Latinoamérica, a resultados no recurrentes y al deterioro de activos por impuestos diferidos, según explicó la compañía en sus cuentas anuales.
Los ingresos llegaron en 2021 a 369,4 millones de euros, un 2,2% inferiores a los de 2020, reflejando un retroceso en la facturación comparado con sus dos ejercicios precedentes. En ese momento, Ezentis decidió dejar atrás sus negocios deficitarios en Latinoamérica y cesar su actividad en Chile, Perú y México tras haberse frustrado la operación de desinversión de los activos que tenía en estos países.
Preconcurso de acreedores
El 19 de junio Ezentis confirmó que solicitaba un rescate de 70 millones a la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), pero ya era tarde. El fondo expiraba el 30 de junio y no dio tiempo a presentar alegaciones. La sociedad pública argumentó que la necesidad de aplicar «un plazo de alegaciones al expediente que hacía inviable en la práctica que se pudiera concluir el mismo dentro del plazo legalmente establecido».
Después del verano, la compañía comunicó a la CNMV que presentada el preconcurso de acreedores, que justificaron por las «tensiones de tesorería de los últimos meses que podrían devenir en insolvencia de forma inminente». Su filial en Alemania también presentó declaración de insolvencia ante el organismo correspondiente.
Finalmente, esta semana Ezentis presentó los resultados del primer semestre, también con malas noticias. La sociedad presentó unas pérdidas de 51,6 millones, una cifra que multiplicó por cuatro los 11,3 millones que perdió en el mismo periodo de 2021. Los ingresos cayeron un 18,2% hasta los 154,9 millones, por el cese de su actividad en Chile y Perú y la menor actividad de sus clientes.
