El tope al gas revoluciona la factura de la luz: ahora es mejor lavar y planchar de día
Los consumidores pasaron a tener desde junio del año pasado precios diferenciados por tramos horarios, para la potencia y el consumo
Imagen de una lavadora | Igor Golovniov (Zuma Press)
El tope al gas que se usa para la generación eléctrica ha revolucionado los hábitos de consumo eléctrico tan solo un año y cuatro meses después de que entrara en vigor la nueva factura de la luz, con la que los consumidores pasaron a tener precios diferenciados por tramos horarios, para la potencia y el consumo. La idea era que el consumidor pudiera obtener ahorros trasladando el uso de electrodomésticos hacia periodos más baratos.
En concreto, el consumo pasó a diferenciarse en tres periodos: hora punta -entre 10 y 14 horas, y entre 18 y 22 horas-, con precios más caros, hora llana —de 8 a 10 h, de 14 a 18 h y de 22 a 00 h—, con precios intermedios, y hora valle —de 00 a 8 h, y todo fin de semana y festivo—, con precios más baratos.
Con estos cambios, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aconsejó a hogares y empresas que redujeran el consumo en el periodo punta y lo trasladaran a periodos llanos y valle. Esto creó un gran desconcierto entre los consumidores e incluso fueron muchos los que plantearon poner la lavadora o el lavavajillas durante la madrugada.
Ahora, tras el alboroto y tras que para muchos supusiera un auténtico calvario cambiar sus patrones de consumo, la ‘excepción ibérica’ lo ha vuelto cambiar todo y poner los electrodomésticos durante las horas centrales del día es más barato. La explicación está en que, desde el 15 de junio, fecha de entrada en vigor del cap al gas, el precio resultante del mercado Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) más la compensación del ajuste de gas hace que las horas de la noche, tradicionalmente las más económicas, se han convertido ahora en las horas con precios eléctricos más caros.
Las renovables bajan el precio de la luz por el día
En concreto, durante el día se produce una mayor generación con renovables, sobre todo solar y eólica, lo que hace que el precio de la electricidad baje, mientras que por la noche sube al aumentar la producción con los ciclos combinados -las centrales que usan gas-. Por ejemplo, el precio promedio de la electricidad para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista se situará este martes en una media de 283,86 euros el megavatio hora (MWh), mientras que el precio máximo se registrará entre las 20.00 y las 21.00 horas, con 280 euros/MWh, y el mínimo, de 130 euros/MWh, se dará entre las 15.00 horas y las 16.00 horas.
La vicepresidenta tercera y titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo en su día que las críticas a la nueva estructura tarifaria eran «exageraciones» y defendió que se establecieron tramos «muy razonables» para usar los electrodomésticos. «Yo no recomendaría a mi madre que se levantara a las 2.00 horas para planchar, ni para atrás», llegó a afirmar.
Pero no solo se están viendo los hábitos de consumo en los hogares, sino también en la industria. Desde la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege) explican a THE OBJECTIVE que esta nueva coyuntura está alterando los turnos de producción de sectores como el siderúrgico, «muy modulantes» y que antes desplazaban consumo de las horas de punta del día para trabajar más en las horas valle de la noche -todo lo contrario a la actualidad-.
Con la llegada de la nueva factura eléctrica, se les daba a los consumidores domésticos la opción de contratar dos potencias diferentes: una para los periodos punta y llano y otra para el periodo valle. Esto se pensó, sobre todo, para los usuarios con coche eléctrico, ya que pueden efectuar una recarga más rápida sin tener que contratar otro punto de suministro. Y esto es lo que pide ahora Aege para sus asociados.
La patronal advierte de que si se quiere ayudar a que las empresas con gran consuno de energía mantengan su actividad «es preciso que se flexibilice el cambio de potencia contratada». «Hemos solicitado al ministerio de Transición ecológica que, al igual que se hizo en 2020, mientras dure la excepción ibérica, facilite el cambio de potencia contratada sin coste alguno para el consumidor», señala a este medio el director general de la asociación, Fernando Soto.
Reforma de la tarifa regulada
Como condición para poner en marcha el tope al gas que se usa para la generación eléctrica, Bruselas impuso a España que modifique la metodología de cálculo de la tarifa de la luz regulada (PVPC) para que incorpore referencias basadas en una cesta de productos a plazo y del mercado diario e intradiario. Transición Ecológica tampoco ha cumplido el plazo -tenía hasta 30 de septiembre-. Se espera que la nueva tarifa comience a aplicarse desde el inicio de 2023.
La tarifa regulada fue introducida por la Ley del Sector Eléctrico de 2013 y se regula por Real Decreto 216/2014, y los consumidores tienen contrato comercializadoras de referencia (COR), designadas por el Transición Ecológica, y una potencia contratada no superior a los diez kilovatios (kW). También es la tarifa que permite que los consumidores vulnerables se beneficien del bono social eléctrico.
En octubre del año pasado, con varios meses ya de tendencia alcista del precio de la electricidad, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lanzó una consulta pública para modificar el PVPC. El departamento de Ribera pretendía recabar propuestas para reducir la volatilidad del PVPC y optimizar su diseño con vistas al proceso de transición energética. Por su parte, el Real Decreto-ley 17/2021 estableció que se revisaría el PVPC al objeto de que incorpore la referencia de precio de las nuevas subastas de contratos de compra de energía a largo plazo, con un peso máximo del 10%.
