El Gobierno prorroga el recorte de los beneficios extra a las eléctricas durante 2023
Afecta a la generación inframarginal y se aplica a todos los contratos bilaterales que tengan un precio de cobertura superior a los 67 euros/MWh
El Gobierno ha aprobado este martes en Consejo de Ministros una prórroga hasta diciembre de 2023 del recorte de beneficios que viene aplicando a las eléctricas por la generación nuclear, hidroeléctrica y otras renovables. Hace ya un año que puso en marcha este sistema de control y en marzo de este año marcó un tope de precio de venta de su electricidad procedente de estas fuentes.
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica aseguran que el recorte se mantiene en las condiciones actuales. Fue con el Real Decreto-ley 17/2021, de 14 de septiembre, con el que se incluyó una minoración de los ingresos extraordinarios que obtienen las centrales nucleares e hidráulicas en el mercado mayorista, gracias a la repercusión sobre el mismo de unos costes de gas que no soportan.
No obstante, tras el revuelo de las compañías eléctricas, el Ejecutivo rectificó al mes siguiente dejando exentos de la minoración los contratos a plazo y precio fijo de antes del 16 de septiembre de 2021. Además, dejó fuera a los nuevos que también mantuvieran un precio fijo, mientras que si tenían indexado el precio al mercado, se minoraría la parte proporcional. En los demás supuestos se aplicó la misma regla de minoración.
Ya en marzo de este año, el Ejecutivo puso un límite específico y dijo que se aplicaría la minoración a todos los contratos bilaterales que tengan un precio de cobertura superior a los 67 euros el megavatio hora (MWh). También apuntó que los fondos recaudados se destinarían a reducir los cargos repercutidos a los consumidores.
Contratos afectados
En concreto, según detalló en su día la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la medida afecta a todos los contratos nuevos, así como revisiones y renovaciones. En el caso de los acuerdos intragrupo (entre una generadora y una comercializadora de una misma eléctrica) se tiene en cuenta el precio final comercializado.
Además, el Gobierno creó un sistema de vigilancia para que las grandes empresas del sector no ocultasen los conocidos como beneficios caídos del cielo (windfall profits en inglés) a lo largo de la cadena de contratos entre empresas del mismo grupo para acabar trasladando los precios inflados al cliente final.
Cuando se anunció el mecanismo de minoración, Iberdrola llegó incluso a amenazar con revisar contratos y replantear inversiones en España si el Ejecutivo no daba marcha atrás con el primer texto. La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, Endesa y Naturgy han negado en todo momento haber percibido beneficios extraordinarios. El departamento que dirige Teresa Ribera no ha ofrecido aún datos de ‘recaudación’.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirmó en marzo que las eléctricas sí estaban recibiendo beneficios caídos del cielo como consecuencia de la subida del precio del gas natural por la invasión de Rusia a Ucrania, y a causa del actual diseño del mercado mayorista de electricidad.
«Las actuales condiciones del mercado podrían llevar a un exceso de beneficios de más de 200.000 millones de euros en la UE para el gas, el carbón, la nuclear, la hidroeléctrica y otras renovables en 2022», indicó el organismo en este documento.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) estima que con las medidas para limitar los beneficios extraordinarios de las compañías productoras de electricidad inframarginales, a partir de renovables o nuclear, y la ‘tasa solidaria’ a las productoras a partir de combustibles fósiles recaudarán 140.000 millones de euros en la UE.
Bruselas ha planteado establecer un límite de 180 euros/MWh al dinero que recibe la generación eléctrica a partir de renovables, nuclear y lignito, así como exigir una «contribución solidaria» a las empresas de petróleo, gas y carbón que se han beneficiado de los desorbitados precios de la energía. En concreto, lo que plantea es aplicar una «contribución» del 33% sobre los beneficios obtenidos a partir del ejercicio 2022 y que se sitúen un 20% por encima de la media de los tres últimos años fiscales o después de enero de 2019. Si el importe resultante fuera negativo, la tasa a aplicar sería cero.
Por su parte, el impuesto extraordinario a las compañías energéticas que ha diseñado España «se ajustará» a la figura que se adopte finalmente en Europa, lo que implicará que en lugar de gravarse los ingresos, se graven los beneficios de estas empresas, según dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Estas son las Similitudes y diferencias entre los planes impuestos energéticos del Gobierno y de la UE.
‘Excepción ibérica’
La ‘excepción ibérica’, en vigor desde el 15 de junio de este año, fija una senda para el gas natural para generación de electricidad de un precio de 40 euros/MWh en los seis meses iniciales de aplicación, mientras que el precio irá subiendo de 5 en 5 euros hasta llegar a los 70. Así, cada hora que se genera electricidad con gas, si su coste real es superior a estos 40 euros/MWh, se remunera a las productoras por esa diferencia.
De este modo, cuanto más caro sea el gas y más cantidad se emplee para producir, más elevada será la compensación. Lo que viene defendiendo el Ejecutivo es que es más barato compensar esa parte de la generación que utiliza el gas como materia prima que soportar el 100% de la producción con ciclos combinados sin el tope.
Según la normativa, el coste de la compensación se reparte entre todos los usuarios del mercado eléctrico, menos en Islas Canarias, Ceuta y Melilla y en los contratos con un precio fijo que sean anteriores al 26 de abril de este año, pues al tener cliente y empresa una tarifa pactada no se estarían beneficiando de la medida. Dicho de otro modo, si el cliente tiene una tarifa regulada o un contrato con precio fijo que se renovó con posterioridad al 26 de abril, la eléctrica en cuestión tiene que contribuir con esa compensación y lo traslada al cliente en el recibo eléctrico.
Para medir el impacto real de la medida también se debe incluir el precio de la propia materia prima. El gas está disparado por la invasión rusa y esto también hace la compensación para la producción del gas aumente y, por tanto, se refleje en las facturas de la luz de los consumidores.