Naturgy y los sindicatos pactan una subida salarial condicionada del 3,5% para este año
Es el primer convenio colectivo bajo la era de Francisco Reynés como presidente y ha tardado casi dos años en negociarse
Naturgy y sindicatos han cerrado un acuerdo para su tercer convenio colectivo casi dos años después de que comenzaran las negociaciones. El acuerdo es para el periodo 2021-2024 y recoge una subida salarial del 3,5% para este año teniendo en cuenta los incrementos fijos y variables.
En concreto, según explican a THE OBJECTIVE fuentes sindicales, se ha pactado una subida de la parte fija del salario del 3,75% para 2021, más un incremento por productividad del 0,75%, lo que hace un total del 4,5% y supone una subida lineal de 1.693 euros en tablas. Fuentes de Naturgy han valorado «muy positivamente» el acuerdo alcanzado y la negociación con los sindicatos en los últimos meses».
Por su parte, para el año en curso, el aumento de la parte fija será del 2,5%, mientras que el de la parte variable se situará en el 1%. De su lado, en lo que respecta a 2023 y 2024, el alza será del 1,75% y del 1,25%, respectivamente. Los pagos son a cuenta no consolidable para cada uno de los años. No obstante, las mismas fuentes señalan que la revisión del IPC está condicionada a los resultados de la empresa.
Naturgy ganó 1.214 millones de euros en 2021 frente a las pérdidas de 347 millones de un año antes, tras recortar su plantilla un 21,1% — 1.969 trabajadores— y gracias a la subida de la energía. En este ejercicio, ha obtenido un beneficio neto reportado de 557 millones de euros en el primer semestre, un 15,1% más interanual.
Cláusula de revisión al final del periodo
También existe una cláusula de revisión al final del periodo que garantiza en tabla el 70% del diferencial entre los incrementos pactados y el diferencial del IPC ordinario. El resto queda para los pagos a cuenta de cada año y para pensiones. El convenio, el primero que se negocia con Francisco Reynés como presidente, ha sido firmado por CC OO Industria, UGT y el Sindicato Independiente de la Energía (SIE), que entre los tres sindicatos representan el 60% de la mesa. Se ha quedado fuera USO.
Por otro lado, se crea un nuevo modelo de clasificación profesional, que comportará aproximadamente 250 promociones por la actualización salarial como consecuencia del ajuste del nivel de contribución. Asimismo, se añade una mayor dotación económica por empleado para el Programa de Desarrollo Profesional, con impacto en más de 150 trabajadores.
El tercer convenio del grupo gasista trae como novedad dos días semanales de teletrabajo: a elegir entre martes o miércoles y los viernes. Se estudiará la posibilidad de una compensación para todos aquellos puestos que no puedan realizar el trabajo desde casa.
«Ha sido un convenio que ha durado dos años, que garantiza el poder adquisitivo, vinculándolo al pacto de rentas y al beneficio de la empresa en su cláusula de revisión, y que sobre todo mantiene derechos adquiridos en materia de beneficios sociales, una clasificación que ha de servir para un Plan de Igualdad realista y un marco de estabilidad a lo que pueda suceder en Naturgy en los próximos años», destacan las fuentes consultadas.
El texto incorpora un «amplio articulado» en materia de prevención con el fin de evaluar los riesgos psicosociales y realizar acciones concretas por negocios. Naturgy y los sindicatos arrastraban las negociaciones desde finales de 2020 y, en un principio, la energética barajaba una propuesta de contención salarial y que no se produjeran incrementos de sueldo ligados al IPC, así como una «mayor flexibilidad funcional y geográfica».
Los empleados vienen denunciando que, aunque en el anterior convenio no se incluían subidas conforme al IPC, en la actualidad este está en máximos. Además se han quejado de que el sueldo de Reynés se ha elevado un 11,8% en cuatro años, mientras que la remuneración media de un empleado ha subido un 0,9%.
El presidente de Naturgy ganó un 9% más en 2021, hasta un total de 4,96 millones de euros. Cobró 2,22 millones de euros entre sueldo, remuneración fija y otros conceptos, y percibió una aportación de 2,73 millones de euros por su plan de pensiones. Es el único consejero con esta fórmula de remuneración.
De su lado, el consejo de administración obtuvo una retribución en metálico de 5,015 millones de euros —sin incluir la remuneración a largo plazo de Reynés—. La empresa ha aprobado ya la remuneración del consejo para 2022: se mantendrá en los 1,1 millones de euros anuales para Reynés por su condición de presidente, en 175.000 euros para los consejeros y en 30.000 euros para el consejero coordinador.
En este contexto, SIE llegó a considerar que dichas cifras debían servir «como referencia» en las negociaciones del nuevo convenio y planteó una revisión salarial al alza del 5,6%, así como un incremento consolidable de hasta el 9% si el grupo conseguía mejorar en 2022 los resultados del año pasado.
Convenio en ultraactividad
El convenio que estaba en vigor cumplió el 31 de diciembre de 2020 y, desde entonces, se encontraba en ultraactividad, periodo de prórroga automática de los convenios colectivos que se abre mientras se negocia un nuevo instrumento de relación laboral entre empresas y trabajadores.
La energética comenzó hace años una política de reducción de plantilla que se ha intensificado con Reynés como máximo responsable. Contaba con una plantilla en todo el mundo de 19.939 al cierre de 2015 y hasta la fecha ha bajado en más de 12.500 trabajadores por desinversiones y desvinculaciones acordadas. La empresa hace referencia a la evolución del sector energético (descarbonización, transición energética, mayor competencia…), así como a criterios de eficiencia y digitalización.
Géminis
Naturgy sorprendía en febrero anunciando la que será su transformación más importante. Planea dividirse y las dos sociedades contarán con la misma estructura accionarial: una tendrá el negocio liberalizado y otra se encargará de las actividades reguladas.
‘Géminis’ tendría que haber sido aprobado en una junta extraordinario este otoño, pero la crisis energética, agravada por la invasión de Rusia a Ucrania, ha obligado a la empresa a suspenderlo temporalmente. Reynés ya dijo en la junta de marzo que la operación también dependería de factores como las condiciones del mercado, la visibilidad regulatoria, los ratings y las autorizaciones y permisos administrativos.
El directivo también aprovechó para «desmentir» ante los accionistas los grandes sobrecostes de la separación que se publicaron en distintos informes y reivindicó la «idoneidad» del proyecto. La idea de Naturgy es que las dos empresas resultantes del spin-off sigan cotizando tras una partición del capital de una acción por dos. De este modo, los accionistas tendrán títulos en la dos empresas a partes igual, con la mitad del valor.