Sombrío panorama para la Eurozona en 2023: recesión y subida de precios del 7%
Un informe desvela que es «prácticamente imposible» que economías como la de Alemania sorteen la contracción económica que aguarda en los próximos meses
Von der Leyen. | Europa Press.
El debilitamiento de la economía aboca a una recesión en la eurozona en 2023, según previsiones de Freemarket Corporate Intelligence a partir de la monitorización de los parámetros macroeconómicos analizados por la consultora. «Las economías de la zona euro atravesarán en 2023 un periodo económico muy delicado» y la inflación rebasará las cifras previstas por el Banco Central Europeo (BCE), situándose en el entorno del 7%.
El sombrío panorama que espera a las economías europeas surge de un cúmulo de factores -guerra en Ucrania, escasez de suministros, altos costes energéticos- y también de una falta de previsión de algunos gobiernos ante el choque que inexorablemente se avecinaba, como explica el presidente de la compañía Lorenzo Bernaldo de Quirós.
Según el estudio de Freemarket, la eurozona entrará en recesión en los próximos meses y ni siquiera economías como la de Alemania podrán escaparse de la contracción. «Los países del centro y este de Europa, incluida Alemania, es prácticamente imposible que se libren de entrar en recesión».
En consecuencia, aduce el informe, el escenario más suave del BCE, tiene altas probabilidades de convertirse en realidad, lo cual apunta a una contracción del 0,9% en el próximo ejercicio coexistente con una inflación que más triplica la ortodoxia antes blandida para la evolución de los precios por el Banco de Fráncfort (del 2%).
Como explica el informe y adelantó THE OBJECTIVE, la economía española se mueve en un entorno de estanflación «desestimado hace apenas unos meses por el núcleo central de los analistas y de las autoridades económicas y financieras».
En paralelo, el coste de financiación de la deuda pública crece por la escalada de tipos arbitrada por el Banco Central Europeo, con especial incidencia en España por su elevado nivel de pasivo público.
Es constatable, y de ahí las sucesivas revisiones a la baja de la predicción de crecimiento del Gobierno (2,1%) -tumbada por el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la fundación de la cajas de ahorro Funcas y el servicio de estudios de la patronal CEOE, entre otros- que «la economía española aborda los últimos meses del año con una marcada pérdida de dinamismo».
Recesión inevitable
La entrada de la economía española en una senda de intensa desaceleración se produce, además, sin que el PIB patrio haya recuperado los niveles prepandemia, a diferencia de lo acaecido en el área euro y en las otras tres grandes economías en términos de volumen de PIB. Alemania, Francia e Italia.
Como explica a este periódico el economista Javier Santacruz la recesión es inevitable en este momento. Pero en la UE lo relevante -explica- es que no se produzca una caída demasiado grande de la inversión productiva. Por eso sí que producirá una recesión más prolongada. «Y países como Alemania buscan nuevas inversiones», con los ojos puestos en China.
Por su parte, el profesor de Finanzas del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles indica que es más que probable que la eurozona entre en recesión en los próximos meses, debido a la crisis energética, al alza de precios, que se situarán en torno al 7%, a la ralentización del consumo y la producción industrial.
Todos estos elementos hacen obvio -en consonancia con las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF)- a juicio de Robles la virtualidad de una recesión inminente. Cita el caso alemán, para el que pronostica un menoscabo del PIB por la ralentización «bastante acusada de la actividad industrial».
A ello se une la política monetaria, endurecida para combatir la inflación, que según Robles va a redundar en el enfriamiento de la economía europea, destinada a una recesión inminente.
El antídoto ante la crisis
Además, el informe de Freemarket ofrece recetas para superar esta crisis económica, como emprender «el camino de la racionalidad», con estrategias de estabilización macroeconómica y reformas que alienten la oferta. «Se trata de retomar, de algún modo, las políticas desplegadas en los estados industrializados durante los años 80 y 90 del siglo XX», ya que el concepto de «Estado grande» se enfrenta a la restricción de la realidad.
En resumen, la economía global -a la luz de las previsiones oficiales- experimentará una acusada desaceleración en 2023, que afectará tanto a los países avanzados como a los emergentes. Incluso Estados Unidos tendrá una dinámica recesiva, apunta el estudio, y China está en un proceso de ralentización de su crecimiento desde 2014.
Por todo ello, y ante la excepcionalidad de la coyuntura, desde Freemarket se lanza una sólida advertencia a la hoja de ruta del Gobierno de Pedro Sánchez y sus Presupuestos. La firma avisa de que es «prematuro» plantear un cuadro macroeconómico que tenga una mínima consistencia más allá de los próximos trimestres.
