Moncloa abre la puerta a la entrada de Mediaset en Prisa si garantiza fidelidad en precampaña
El Gobierno busca aliados de cara a la dura lucha política de los próximos meses donde los medios de comunicación podrían jugar un papel fundamental
El Gobierno de Pedro Sánchez no ve con malos ojos la entrada de Mediaset en el accionariado de Prisa si es que el grupo italiano garantiza fidelidad al Ejecutivo en la precampaña electoral. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que la eventual entrada en el editor de El País ha recibido una respuesta positiva de Moncloa, que busca aliados de cara a la dura lucha política que se espera para los próximos meses y donde los medios de comunicación podrían jugar un papel fundamental.
Este diario ya ha contado los detalles de la nueva operación del grupo Vivendi que quiere reforzar su posición dentro de Prisa a través de la entrada de Mediaset en el editor de El País y Cadena Ser. Un desembarco que ya se ha decidido y del que solo resta despejar la manera en que se realizará: si mediante compras selectivas de acciones o de la mano de una futura ampliación de capital.
Una operación con la que Vivendi -dueño del 4,5% de MediaForEurope, la matriz de Mediaset- ganaría en Prisa el protagonismo que le fue negado por el propio Gobierno y Mediaset daría un paso más en su objetivo de convertirse en la mayor compañía de medios de comunicación de Europa. Los dos gigantes buscan hacerse con el control de Prisa para potenciar su estrategia paneuropea y tener bajo su control no solo al El País, sino que también a Cadena Ser y la red de emisoras más importantes de Latinoamérica.
Posición de Vivendi
Vivendi tiene actualmente el 9,9% del grupo Prisa y su intención era seguir creciendo. Sin embargo, en abril retiró su solicitud de subir hasta el 29% del capital del grupo tras recibir la negativa del Gobierno de Sánchez. En Moncloa se consideró que no era conveniente dar el plácet a una operación que abriese la puerta a un grupo cercano a la extrema derecha y menos en uno de sus satélites mediáticos como es el editor de El País.
Por ello, en esta nueva operación es clave el posicionamiento del Gobierno. En virtud de la ley antiopas, el Ejecutivo tiene la última palabra en la entrada de inversores extranjeros en empresas estratégicas -como son los medios de comunicación- si es que se quiere superar el 10% de participación. En este sentido, las fuentes consultadas por este diario indican que ahora la postura de Moncloa es diferente respecto de la que tuvo con Vivendi hace unos meses.
El Ejecutivo cree que la posición de Vivendi es mucho más débil y que la entrada de Mediaset en Prisa tiene una connotación mucho menos política. Se cree que no es lo mismo autorizar la entrada de un grupo de derechas con clara vocación de realización de programas informativos, que hacerlo en una compañía centrada casi exclusivamente en el entretenimiento. Del mismo modo, las urgencias mediáticas y electorales de Moncloa son ahora mucho mayores que hace ocho meses.
Nueva Mediaset
Una autorización que en cualquier caso está supeditada a que Mediaset se comprometa a ser afín a los intereses del Gobierno durante lo que queda de legislatura. El Ejecutivo considera que todos los apoyos mediáticos son pocos de cara a la ansiada reelección de finales del próximo año y de las municipales de mayo. Actualmente cuentan con el apoyo de Prisa y de RTVE –tras el asalto a su dirección realizado hace pocas semanas– pero les falta una televisión que pueda hacer contrapeso en audiencias a Atresmedia, que últimamente se ha convertido en uno de los azotes del Ejecutivo.
La estrategia encaja en la nueva Mediaset que quiere hacer Pier Silvio Berlusconi tras la salida de su actual consejero delegado, Paolo Vasile, a finales de este año. Desde Italia se quiere hacer una cadena con mayor peso informativo al estilo de Antena 3 y totalmente controlada desde Italia. Y en este puzzle un acuerdo de colaboración con Moncloa puede venir bien a las dos partes. Telecinco es la segunda cadena más vista de España después de Antena 3, un botín más que interesante para los intereses de Moncloa.
En todos estos movimientos juega un papel destacado Borja Prado, actual presidente de Mediaset y quien tiene línea directa con los dueños italianos de la cadena. Uno de los planes de Prado al llegar a la cadena a comienzos de año era potenciar los informativos, algo que truncó Vasile, más centrado más en la televisión del entretenimiento y en mejorar sus audiencias. Sin embargo, ahora con el plan de entrar en Prisa todo empieza a encajar y la apuesta por tener una televisión más influyente podría comenzar a cristalizar, en especial gracias a las sinergias que podrían conseguirse con El País y la Cadena Ser.
Situación de Prisa
Prado además presume de tener buenas relaciones con Moncloa, lo que puede facilitar todo. Lo cierto es que en Mediaset no podrá demasiadas trabas para mantener una buena relación con el Gobierno a cambio de lograr la autorización para controlar el grupo Prisa junto con Vivendi. Solo falta que algún accionista del grupo dé el paso para vender su participación o la propia compañía decida realizar una ampliación de capital.
Este diario también ha publicado que el grupo estudia todas las vías para afrontar su actual situación, aunque todavía no ha tomado ninguna decisión. Después de cerrar su refinanciación a comienzos de este año se alargaron vencimientos más inmediatos hasta el año 2025 y 2026, pero la elevada inflación y los tipos de interés presionan para buscar soluciones alternativas a una deuda que ya se eleva por encima de los 915 millones. De hecho, en los primeros seis meses del año se pagaron 2,8 millones de ajustes por inflación y otros 32,3 millones por intereses de deuda.