España sumará dos años consecutivos con el cierre de inflación por encima del 6%
El Gobierno de Pedro Sánchez reconoce de facto la escalada de precios al actualizar las pensiones y los sueldos públicos en el proyecto de Presupuestos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. | Europa Press.
España va a coronar dos años consecutivos con la inflación de cierre de ejercicio por encima del 6%. En diciembre de 2021, se anotó un IPC (Índice de Precios de Consumo) del 6,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se venía acelerando el alza de precios desde agosto del año pasado. Ese registro del 6,5% fue previo a la escalada que llevó a los precios al máximo de 10,8% del mes de julio de este año, que encubre subidas mayores en algunas partidas, como energía o alimentación, las cuales avanzó THE OBJECTIVE.
La inflación subyacente -la real, aquella que no depende de los elementos más volátiles, como los alimentos o la energía- ya se sitúa en el 6,2% a cierre de octubre y recoge, como refieren los analistas consultados por este periódico, los efectos de segunda ronda que calan en el conjunto de la cesta de la compra y se convierten en permanentes.
Subidas a funcionarios y pensionistas
En octubre, la inflación marcó un 7,3% con una subyacente muy alta, y no parece que vaya a aflojar en noviembre y diciembre, según los expertos y previsiones de casas de análisis, máxime cuando el Gobierno lo refrenda de facto y ya ha proyectado una subida de las pensiones en el entorno del 8,5% durante el año próximo para casi 10 millones de votantes y una actualización de salarios a los 3,5 millones de empleados públicos del 9,5% escalonada hasta 2024 para mitigar su pérdida de poder adquisitivo.
Pese a que el Gobierno de Pedro Sánchez, y su Gabinete económico, encabezado por la vicepresidenta Nadia Calviño, defiende que la inflación es importada, la realidad -según los economistas consultados por ese periódico- es que ya es doméstica, y se ha infiltrado en los canales del tejido productivo español, encareciéndose costes empresariales que son derivados al precio que paga el cliente final por los bienes o servicios contratados.
Inflación no importada
Como explica el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, el hecho de que la inflación de diciembre de 2021 ya fuera entonces de un 6,5% indica que no todas las causas pueden imputarse a la guerra de Ucrania, aunque ésta no haya hecho más que empeorar la situación y añadir ralentización a una economía en escenario de estanflación.
En el mismo sentido, el economista Javier Santacruz calcula que la subida real acumulada de los precios desde septiembre del 2020 a septiembre de 2022 deja un aumento de precios del 13,2%, en un entorno de salida de la pandemia que limitó la actividad de muchas empresas y autónomos, de modo que un bajo salario hipotético de 10.000 euros anuales ha perdido 1.320 euros de poder adquisitivo en dos años.
Coincide el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, en este punto, con Santacruz, y eleva al 15% la inflación acumulada en dos años, a falta de cerrar 2022. Considera Lacalle que «no debemos olvidar que la inflación es acumulativa y que no empieza de cero en enero. Eso significa una destrucción masiva de poder adquisitivo de familias y salarios con una inflación acumulada de más del 15% en dos años».
Además, explica Lacalle que el sobrecoste del gas que el grueso de los habitantes pagamos en la factura en España no computa en el IPC, aunque sí salga del bolsillo de los trabajadores, y que hace difícil la comparación homogénea de España con otros países en términos de precios.
Tasas inéditas
Con todo, la inflación ha pasado de tasas negativas en 2020 a cifras inéditas desde hace más de tres décadas, y apuntando al segundo año consecutivo por encima del 6%.
Si se hiciera la media de inflación de 2022 a cierre de octubre, ya marca un 8,8%, con el impacto en pérdida de poder adquisitivo agravado por las alzas superiores de algunas partidas de alimentación, en las que se han producido aumentos superiores y reiterativos.
En este contexto, los sindicatos siguen reclamando subidas de los sueldos privados, que sólo se producen en el 16% de los convenios que cuentan con cláusulas de revisión, y muy por debajo de la inflación actual, en el entorno del 2,6%. Mientras, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sigue declinando la revisión de las tarifas del IRPF para ajustarlas al poder adquisitivo actual, como sí han hecho otros socios de la UE, aliviando los costes de los hogares.
