Bahamas abre una investigación penal por la quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX
También la Comisión de Valores y Cambio de Estados Unidos está investigando al antiguo consejero delegado de FTX, Samuel Bankman-Fried
La Sección de Investigación de Delitos Financieros de la Policía de Bahamas ha anunciado la apertura de una investigación penal por la quiebra de la plataforma de compraventa de criptomonedas y otros activos criptográficos FTX.
«En vista de la quiebra global de FTX y de la liquidación provisional de FTX Digital Markets Ltd., un equipo de la Sección de Investigación de Delitos Financieros está trabajando estrechamente con la Comisión de Valores de Bahamas para investigar si ha habido alguna conducta penal«, ha informado el cuerpo policial en un comunicado, recogido por Europa Press.
También la Comisión de Valores y Cambio de Estados Unidos está investigando al antiguo consejero delegado de FTX, Samuel Bankman-Fried.
El viernes FTX anunció que había decidido acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos para llevar a cabo de manera ordenada el proceso de evaluación y liquidación de activos en beneficio de las partes interesadas. En un comunicado, la plataforma explicaba que el proceso de FTX Group incluye a FTX US, así como a la firma comercial Alameda Research y un total de 130 entidades afiliadas.
Asimismo, la firma anunció la dimisión de Samuel Bankman-Fried como consejero delegado de la compañía, al frente de la cual se ha designado a John J. Ray III.
La solvencia de FTX había quedado en entredicho después de que su rival Binance decidiera dar marcha atrás en su intención de acudir al rescate de la plataforma, después de haber realizado la diligencia debida y ante la apertura de investigaciones por agencias gubernamentales en Estados Unidos.
Previamente, en una conferencia con inversores, el entonces todavía consejero delegado de FTX, Sam Bankman-Fried, había cifrado en unos 8.000 millones de dólares (una cifra similar en euros) el agujero de la plataforma, incluyendo la necesidad de alrededor de 4.000 millones de dólares para que la firma pudiera mantener su solvencia.