¿Cuánto nos cuesta el fútbol gratis de TVE?
TVE se niega a explicar cuánto ha pagado por retransmitir el Mundial por cuestiones de «competitividad» y porque la FIFA le pide «confidencialidad»
Enhorabuena a RTVE. El Mundial ha disparado su audiencia. En la fase de grupos, los partidos que retransmitió tuvieron una media de 4.296.000 espectadores y un 30,4% de share. En octavos, subieron a 4.561.000 y el 31,2%, con un pico de 12.609.000 y el 70% (¡!) de cuota de pantalla en los penaltis contra Marruecos. A partir de ahí, se esperan datos más bajos por el descalabro de la selección nacional, pero la prensa especializada ya ha sacado su gran conclusión: la corporación pública ha conseguido salvar el que, de otra manera, sería el peor año de su historia. Gracias al fútbol, un recurso solo al alcance de genios de la gestión.
¿Era realmente necesario que RVTE pagara por el contenido audiovisual más premium del momento? ¿Se hubieran quedado los españoles sin la posibilidad de ver el Mundial? Esta última pregunta tiene fácil respuesta: no. De hecho, Movistar +, LaLigaSportsTV y Gol Mundial retransmiten todos los encuentros (RTVE solo los de España y otros cuantos, bastantes, incluidas las dos semifinales y la final). Hay que pagar, eso sí. En cambio, en La1 los tenemos gratis. ¿Gratis?
Aunque parezca una obviedad, conviene recordarlo: RTVE la pagamos con nuestros impuestos; por lo tanto, estamos pagando por ver el Mundial «gratis», queramos verlo o no. Bien. Avancemos en el análisis de la cuestión. El siguiente paso lógico sería comenzar a introducir cantidades para evaluar el coste-beneficio. ¿Hasta qué punto merece la pena el esfuerzo del contribuyente para liberar al que le guste el fútbol de pagar una suscripción a un servicio de una empresa privada (de esas a las que se supone que hay que estimular para evitar la recesión y crear empleo, por cierto) o una caña en el bar de la esquina (ídem) que tenga tal servicio contratado?
Al ser una sociedad mercantil estatal, la Corporación de Radio y Televisión Española tiene la obligación de decirnos (a cualquier ciudadano, le guste el fútbol o no) cómo se gasta nuestros impuestos. Sin embargo, sus directivos se han negado a hacer público el coste de los derechos audiovisuales del Mundial. ¿Perdón? Se supone que les obliga la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. Para eso está el famoso Portal de la Transparencia, ¿no? Para que cualquier ciudadano puede pedir detalles al Estado sobre cómo se gastan sus impuestos.
Según.
Ante la insistencia al respecto, el ministerio de Hacienda, responsable funcional de dicho Portal, ha hecho pública la resolución ante una de estas peticiones, tachando el nombre de la solicitante. Ahí se matiza que el derecho de trasparencia «no es en modo alguno un derecho absoluto con un alcance ilimitado. Por el contrario, el legislador dedica el artículo 14 de la norma al establecimiento de los límites a su ejercicio». En la interpretación y aplicación de estos límites, dice Hacienda, «nos encontramos con la dificultad derivada de la inexistencia de unos criterios hermenéuticos [interpretativos] fijados». Y tras semejante preparación de la jugada, remata: «Según el apartado h) procederá denegar el acceso cuando el mismo ‘suponga un perjuicio para: … h) Los intereses económicos y comerciales».
¿No era RTVE esencialmente distinta del resto de televisiones y por eso tenía una vía extra de financiación? Según Hacienda, «desarrolla su actividad, con el ámbito de la televisión, la radio y los medios audiovisuales, consistente en la producción, distribución y emisión de programas audiovisuales de televisión, radio y medios digitales, en plena competencia con los demás actores de este mercado, en el que compite por la misma audiencia que el resto de operadores, cadenas de televisión, y todas ellas tratan de conseguir el mayor nivel de audiencia posible». O sea, que sí que compiten con Antena 3, Telecinco y compañía… pero dopada con dinero público.
Ese «extra» del dinero de nuestros impuestos que no tienen Telecinco o Antena 3 o Netflix, ¿no debería suponer también un extra de transparencia, aunque conlleve algún perjuicio comercial? Para compensar. Aquello de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad (que antes de en Spiderman ya aparecía en las historias sobre Damocles, por cierto). Pero aquí llega el meollo del asunto: «En el presente caso, RTVE ha adquirido los derechos de emisión en una subasta pública en la que han acudido otros operadores de televisión en clara competencia. Es un proceso muy competitivo por lo que desvelar la cuantía de la puja supondría una clara desventaja con respecto a esos mismos competidores en próximas pujas, y máxime cuando las circunstancias de la puja se realizan en la más estricta confidencialidad, tal y como se obliga a los operadores por parte de la Federation Internationale de Football Assocciation (FIFA)».
La FIFA. Al grano: si quieres el Mundial tienes que jugar a lo que diga la FIFA. No creo que haga falta recordar qué es la FIFA. El Mundial de Qatar no está haciendo más que confirmarlo. ¿Debe una entidad pública como RTVE hacer negocios con semejantes socios? Es más, ¿comparte el Mundial de Qatar al que su retransmisión ayuda a glorificar los valores de dicho ente? RTVE también tiene una web de noticias. Una de las últimas que publicó era esta sobre la corrupción de europarlamentarios por Qatar. No parece muy coherente.
En cualquier caso, RTVE matiza que «la reserva pretendida con este importe no es absoluta, sino que debe tener un alcance perfectamente limitado y concreto en el tiempo». Su propuesta es «mantener reservado este importe y ofrecerlo directamente al solicitante en un plazo de tiempo prudencial, que puede establecerse en 60 días a partir de la conclusión del evento considerado, en este caso la Copa del Mundo de Futbol FIFA 2022 de Qatar. RTVE entiende que una vez superado ese plazo las tensiones de mercado y el perjuicio derivado para otras adquisiciones en marcha decaen en gran medida». O sea, ya se habrá enfriado la cosa.
El medio especializado VerTele no ha querido esperar y ya en febrero contó que RTVE «se habría impuesto con una puja cercana a los 35 millones de euros» para hacerse por el Mundial. Los otros dos grandes grupos audiovisuales españoles, Atresmedia y Mediaset ni se acercaron a esas cantidades. Por cierto, Mediaset emitió los tres últimos Mundiales. De hecho, RTVE no retransmitía un Mundial desde Francia 1998, con José Ángel de la Casa al micrófono. Tras casi un cuarto de siglo en el que el interés general parecía ir por otros derroteros, el fútbol profesional vuelve a la esfera pública. Justo cuando más nos sobra el dinero.
Los 35 millones de euros, además, se refieren solo a los derechos de retransmisión. La web Newtral ha revelado que la Corporación de Televisión Española ya había adjudicado, días antes del Mundial, «tres millones de euros en contratos. Son para siete empresas —de las que tres son qataríes— para servicios como el alquiler y transporte de los equipos o las conexiones a internet, entre otros». A esto hay que añadirle los gastos de personal, con la nutrida participación de ex-futbolistas selectos en los comentarios…
Y el Mundial solo es la punta del iceberg. En su resolución en contra de hacer «transparente» la puja por el Mundial, el Ministerio de Hacienda dice: «Desvelar en estos momentos la cifra del contrato supone exponer al resto de operadores en primer lugar, cuál es la posibilidad real de oferta por parte de RTVE para derechos deportivos ‘premium’ como los que nos ocupan, y en segundo, cual es la situación real actual del mercado para este tipo de adquisiciones, lo que resulta altamente valioso para otros operadores y claramente perjudicial para la posición negociadora de RTVE, por cuanto continuamente se están debatiendo otras adquisiciones».
La relación de RTVE con lo premium resulta un tanto inquietante para el bolsillo del contribuyente. Atención al detalle: «En el caso del Mundial de Qatar que nos ocupa, su proceso de compra ha coincidido en parte con la compra de los derechos de retransmisión televisiva de dos Torneos de UEFA, como son Qualifiers (clasificatorios para los próximos Eurocopa y Mundial) y la próxima EuroCup 2024, a las que también ha concurrido la Corporación, por lo que se hubiera puesto en riesgo la posición de RTVE en esa puja de haberse adelantado la divulgación de esta información, perjudicándole claramente en su interés».
La UEFA, claro, faltaba la UEFA como socio ideal para los negocios. La pasada final de la Champions League ya la emitió, sorpresivamente, La1. ¿Por qué no? Merecemos todo lo premium gratis, claro que sí.