Los sindicatos alertan de la precariedad en los supermercados franquiciados
Más del 60 por ciento de las aperturas de nuevas tiendas en 2021 correspondió a la suma de los modelos de gestión franquiciado o asociado
Supermercado DIA. | DIA
Los sindicatos alertan de la precariedad en las franquicias de supermercados. «Nadie externaliza para pagar más», asegura Chema Martínez, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO. Por ello, desde el sindicato piden aumentar la «vigilancia y el seguimiento» porque en torno a las franquicias crece «la precariedad salarial, de contratos y de jornada».
En las franquicias de comercio no está regulada la subrogación y se aplica el artículo 44 del Estatuto del Trabajador donde se garantiza a los empleados las condiciones laborales que tenían anteriormente. Pero solo durante un año. «A partir de ese año, en la mayoría de las ocasiones se empeoran las condiciones laborales», asegura Ángeles Rodríguez, secretaria de Políticas Sectoriales de Comercio.
«Lo que estamos teniendo es una precariedad encubierta», denuncia el responsable federal de la sección de supermercados en CCOO, Ángel Trujillo. El responsable del sector asegura a THE OBJECTIVE que esta situación se ha agravado a raíz de la pandemia y es algo generalizado en todas las enseñas que han apostado por el modelo de franquiciado para crecer. «Podemos estar hablando de salarios mínimos frente a salarios de 15.800 en estos supermercados. Estamos hablando de 2.000 o 3.000 euros de diferencia en los salarios más bajos», añade.
Peores condiciones laborales
A juicio del sindicato, este empeoramiento se debe a que lo que hacen los supermercados es trasladar la responsabilidad a un tercero al que ofrecen un canon. «El que explota la tienda lo que hace es intentar ganar margen con los menores costes posibles, generales y laborales», añade Martínez. Por ello cuentan con plantillas más ajustadas en las que «se respeta menos la jornada y se tiende a tener unos salarios más bajos».
«Cobro menos y cuento con menos tiempo de descanso», asegura a THE OBJECTIVE un trabajador de un conocido supermercado de este tipo. «Te dan más responsabilidades por el mismo sueldo y el descanso de 15 minutos muchas veces es imposible de cumplir», asegura otro trabajador afectado. Una realidad que con la pandemia se ha agravado, según explican a este diario fuentes sindicales.
El sector de la distribución es intensivo en mano de obra, además de extremadamente competitivo, por lo que los márgenes son muy pequeños. Desde CCOO piden la articulación de procesos de franquiciado para evitar que sean una fórmula de precarización de las condiciones laborales.
DIA, Carrefour, Eroski
Además de disponer de establecimientos propios, son varios los supermercados que operan con modelo de franquicia en nuestro país. DIA cuenta con 1.400 franquicias en toda España, Eroski acaba de alcanzar la cota de 600 supermercados franquiciados y el grupo vasco BM está optando por este modelo para extenderse a otros lugares del territorio español. Las franquicias son «una pieza necesaria para el equilibrio del modelo español de distribución alimentaria», aseguran desde la patronal del sector.
Más del 60% de las aperturas de nuevas tiendas en 2021 correspondieron a la suma de los modelos de gestión franquiciado o asociado, según Retail Data. El conjunto de tiendas franquiciadas y asociadas ya supera el 48% del parque total del retail del gran consumo, lo cual supone dos puntos más que hace cinco años. Desde Asedas defienden que las cerca de 600 nuevas franquicias y asociados de 2021 generaron alrededor de 2.000 empleos, con un amplio porcentaje de los mismos ocupados por colectivos de inmigrantes en zonas urbanas y emprendedores nacionales en zonas rurales.
Sin embargo, este modelo en ocasiones genera problemas. Es el caso de Carrefour, tal y como hemos contado en THE OBJECTIVE. Varios franquiciados de la marca francesa se quejan de que los contratos que firman incluyen condiciones abusivas, que la multinacional no cumple con su parte y que deja de suministrarles mercancías, lo que les ocasiona una importante merma económica.
Además, revelan que les hace competencia desleal al montar otros negocios con su marca a escasa distancia de sus locales. Hay un procedimiento judicial abierto y otros tres en marcha. También en DIA varios franquiciados iniciaron hace años una batalla legal.
Unificación de convenios
El sector de la distribución alimentaria ocupa a más de 300.000 personas. De ellas, 214.000 forman parte del ámbito personal de convenios colectivos de empresa como es el caso de los trabajadores de Lidl, Mercadona, Ahorramas o Carrefour. Sin embargo, la estructura de negociación colectiva en los supermercados es muy heterogénea. El sindicato denuncia que hay más de 41 convenios colectivos territoriales -autonómicos o provinciales-, de los que 22 están en vigor o preacordados, 10 en negociación desde primeros de año y 9 en negociación desde antes de 2022, bloqueados o incluso decaídos.
En medio de esa situación, desde CCOO han lanzado diversas propuestas para desplegar en los diferentes marcos de negociación colectiva. Además de la unificación de convenios, desde el sindicato reclaman plantillas estables, un salario mínimo sectorial de referencia de 18.000 euros anuales, la reducción de la temporalidad y la parcialidad y la racionalización de horarios incluyendo la garantía de descansos semanales de al menos 2 días.
