Maroto se vuelve de México sin abordar el recorte de sus exportaciones petroleras
La ministra primó la cartera de Turismo frente a la de Comercio en plena «pausa» de las relaciones con nuestro segundo máximo suministrador de petróleo
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. | Europa Press
México, el segundo mayor suministrador de crudo en España, cerrará el año 2022 con la cifra de entrega de petróleo más baja en una década. Un escenario que se da tras el anuncio, a principios de este año, de su presidente Andrés Manuel López Obrador (más conocido como ‘AMLO’) de «pausar» las relaciones comerciales con nuestro país. Once meses después, una comitiva de ministros del Gobierno ha visitado México. Sin embargo, durante la cumbre, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, solo mantuvo una reunión bilateral y no fue para tratar el comercio exterior, sino el turismo entre ambos países.
Con los últimos datos actualizados de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), todo apunta a que este año México nos suministrará la cantidad más baja de crudo en una década. Así, a falta de dos meses, las importaciones apenas superan las 4.000 kilotoneladas. Una cifra muy inferior a la de años anteriores. Desde 2012 se ha superado de forma holgada las 8.000 kilotoneladas (la única excepción fue en 2021, que se quedó en 7.600 Kt). Un escenario que tampoco da mucho margen a nuestro país cuya diversificación del hidrocarburo es limitada: Nigeria, Libia y en menor medida EEUU y Arabia Saudí. A esto se le une el cierre del mercado ruso.
Fuentes gubernamentales relatan a este periódico el viaje a México. «Desde el Ministerio logramos tres hitos. Por un lado, tuvimos un desayuno con empresas españolas donde intervino tanto la ministra Maroto como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Después, la ministra se reunió con altos representantes del Ministerio de Turismo y, por último, hubo una celebración de la reunión binacional, donde acudieron cinco ministros del Gobierno de España y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon».
Fuentes del Ministerio explican, por otro lado, que las empresas mexicanas mostraron interés en invertir en España, sobre todo tras la llegada de los fondos europeos. En la única bilateral que tuvo la ministra, se trataron distintos proyectos de colaboración entre los dos gobiernos con relación al turismo. «En México, como ocurre también en España, existe un programa sobre los pueblos más bonitos del país y la ministra fue invitada para su inauguración el próximo año». También se felicitaron porque los flujos de turistas habían aumentado entre los dos países tras el coronavirus.
Desde el Ministerio explican cómo fue la reunión binacional. «Los temas de los que se hablaron fueron muy amplios, de todos los ámbitos. Al final estaban allí reunidos el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, la ministra de Educación, Pilar Alegría, el ministro de Universidades, Joan Subirats, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto». Una cita donde, por tanto, poco se pudo profundizar sobre la reducción del suministro de petróleo por parte de México cuando había hasta 24 cargos de diferentes ámbitos integrando la sala.
México, un país estratégico
Además, México es estratégico a medio plazo para algunas compañías importantes de nuestro país, como Repsol. La petrolera, que comenzará allí su producción de crudo a partir del año 2026, cuenta con contratos de exploración en el Golfo de México. Además, hace un par de años anunció dos importantes descubrimientos de petróleo en las aguas profundas de Cuenca Salina. Otra de las empresas insignia de nuestro país con intereses en el territorio azteca es Cepsa. La energética cuenta también con contratos de exploración y mantiene un acuerdo con la compañía australiana Red Energy en la comercialización de carburantes.
Aunque desde el Gobierno han querido remarcar que «las relaciones cuentan con una salud excelente», la realidad muestra otro prisma distinto. Hasta cinco ministros del Gobierno de España se trasladaron y solo fueron recibidos por uno del ejecutivo mexicano. La ministra Maroto tampoco fue recibida por el secretario de Turismo Miguel Torruco, sino por su número dos. Por último, y para más inri, el propio presidente AMLO volvió a insistir cuando la comitiva española se marchaba que las relaciones con España seguían en pausa porque «no hay una actitud de respeto».
Antes de verano, AMLO fracasó en su intento de reformar el mercado energético. Una medida con la que buscaba fortalecer a la empresa estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), como el actor dominante en el control del Sistema Eléctrico Nacional, relegando al sector privado a una posición secundaria. Esta propuesta tenía también un impacto en las industrias de los hidrocarburos y de la minería, donde planteaba impulsar otra empresa pública: Petróleos Mexicanos (Pemex). Un plan con el que buscaba reducir la posición dominante de las energéticas españolas en su país, pero que no contó con el suficiente respaldo legislativo.
