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Economía

Baleares tiene menos parados que personas que realmente cobran el subsidio de desempleo

La divergencia entre demandante de empleo y perceptor de prestación ya se hace patente en una autonomía con 59.461 beneficiarios y 35.851 efectivos sin trabajo

Baleares tiene menos parados que personas que realmente cobran el subsidio de desempleo

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. | Europa Press

Una comunidad autónoma, Baleares, ya refleja el desacople entre las cifras de parados registrados y las de perceptores de prestación del que se viene haciendo eco THE OBJECTIVE. Según datos de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) de diciembre de 2022, cribados por el Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO), en diciembre en Baleares se contaban 59.461 perceptores del subsidio mientras que figuran como paradas registradas 35.851 personas.

Según el director del Gabinete de Estudios de USO, José Luis Fernández Santillana, los datos publicados por el SEPE de perceptores de prestación por desempleo referentes a la comunidad autónoma balear evidencian que los servicios públicos de empleo no es lo mismo un parado registrado que un desempleado.

En Baleares, añade -donde, tradicionalmente, debido a la estacionalidad de la actividad económica- hay un gran número de trabajadores fijos-discontinuos, existen más perceptores de prestaciones por desempleo que parados registrados. Ello lleva a Fernández Santillana a considerar que esta tesitura «debería hacer reflexionar al Gobierno para que, de una vez por todas, un parado y un desempleado se consideren iguales y reciban los medios para salir de esta no deseada situación».

Depuración estadística para reflejar los parados reales

Lo cierto, explican los expertos consultados, es que desde la entrada en vigor de la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, la realidad estadística ha variado y deja de ser un fiel reflejo del desempleo real, principalmente por la figura de los fijos-discontinuos, que durante los periodos en que no prestan servicio a la empresa, pueden cobrar prestación de paro si han cotizado lo suficiente para devengar el derecho a la percepción, aunque no estén registrados como parados oficialmente.

Lo mismo sucede con los trabajadores en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o demandantes de empleo en formación. Fernández Santillana recomienda abundar en la discusión sobre cómo contabilizar los fijos-discontinuos en los periodos de inactividad.

Y, en este sentido, desde el Ministerio se está trabajando para facilitar datos más ajustados a la realidad laboral de los afectados por estas situaciones. «En el momento en el que tengamos una depuración estadística que nos permita trasladar el dato con confianza y rigor, así lo haremos», se ha manifestado desde la Secretaría de Estado de Empleo durante la presentación de los últimos datos oficiales, el pasado 3 de enero, y correspondientes a diciembre de 2022 en cuanto a paro registrado y a noviembre en cuanto a prestaciones.

Divergencia entre parado registrado y desempleado real

La clave es que la actual divergencia entre parado oficial y desempleado real provoca «paradojas» como la de Baleares, que podrían repetirse en otras autonomías. Abunda Fernández Santillana en el argumento aduciendo que en diciembre de 2022 se han producido 17.150 bajas en la Seguridad Social de fijos-discontinuos, una cifra que prácticamente quintuplica la del mismo mes del año anterior, sin que estas se hayan contabilizado como parados registrados en el SEPE.

Con todo, el año pasado -hasta la fecha de la que hay disponibles datos de prestaciones- el monto total en estos subsidios subió un 10,4%, hasta los 17.218,22 millones de euros, mientras que el desempleo registrado cayó en la misma cuantía porcentual, hasta los 2,83 millones de personas a cierre del último mes del ejercicio.

Ralentización del empleo

La brecha puede agravarse de persistir la ralentización de los datos de empleo constatada en el último tramo de 2022. Como explican los expertos de la patronal Cepyme, el mercado laboral mostró un buen comportamiento general en el conjunto del año 2022, con la creación de 471.360 nuevos afiliados y un descenso del desempleo de 268.252 personas, y ello pese al fuerte incremento de todas las categorías de costes que padecen los empresarios.

No obstante, en diciembre ha continuado la senda de desaceleración que se viene observando desde mayo, advierten, con un incremento de la afiliación del 2,4% en términos interanuales, la menor tasa de los últimos veintiún meses. En el último mes del año, solo se han creado 12.640 empleos, una cifra considerablemente menor a la registrada en el periodo anterior a la pandemia y que supone el peor dato de afiliación de un mes de diciembre desde 2012.

La ralentización en la creación de empleo de los últimos meses, junto a la destrucción de afiliación en importantes sectores como la industria (-10.706) y la construcción (-15.761), son signos evidentes del agotamiento del tejido empresarial. A esto se suma que, en diciembre, la afiliación de autónomos también fue negativa y disminuyó en 946 afiliados, situándose en total en 3.328.403 personas, concluye la patronal.

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