Seis de cada diez españoles, tan preocupados con la crisis económica como con la pandemia
La inflación, el devenir de la guerra en Ucrania y el cambio climático copan las principales preocupaciones de los consumidores españoles
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. | Europa Press
Seis de cada diez españoles (el 61%) están tan preocupados por la vigente crisis económica como lo estuvieron por los estragos económicos causados por la pandemia, según el estudio EY Future Consumer Index: Deconstruyendo al Consumidor, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El estudio de la consultora EY detecta que la preocupación de los consumidores españoles por la situación económica es creciente debido a la incertidumbre sobre la guerra en Ucrania, la elevada inflación y los altos costes de la energía, factores que se han producido cuando se relajaban las restricciones decretadas para evitar los contagios.
Según la socia de Consumer Products & Retail de EY-Parthenon, Macarena Gutiérrez, «cuando ya empezábamos a sentir que la amenaza de la pandemia podría estar desapareciendo, surgen nuevos conflictos que desatan nuevas preocupaciones con las que lidiar». Por eso, el horizonte no se torna nada halagüeño: «Muchos de los ciudadanos de todo el mundo están sufriendo dificultades financieras que probablemente se agudicen los próximos meses», alerta Gutiérrez.
Abunda el socio responsable de EY-Parthenon David Samu en que mientras la preocupación por la economía española se asimila a la de los niveles de pandemia, la inseguridad por las finanzas personales y el acceso a las necesidades básicas se convierten en las inquietudes clave de los españoles. No en vano, prosigue Samu, los altos precios y la subida de tipos de interés restringen la capacidad de compra y la confianza de los consumidores españoles.
La crisis inflacionaria lidera la alarma
Según el estudio, cuyos datos surgen de un sondeo a más de 14.400 consumidores de 20 países, la crisis inflacionaria lidera el escalafón de las principales preocupaciones de los consumidores españoles. Y la guerra de Ucrania -o los conflictos armados en general- aparecen por primera vez ya no solo en la lista, sino en segundo lugar del ranking. En tercera posición, se sitúa el concernimiento acerca de los riesgos del cambio climático.
Constata, no obstante, el informe un elemento positivo en medio de la crisis de confianza, y es el de la resiliencia de los consumidores españoles, quienes en muy poco lapso de tiempo han encajado y asumido cambios profundos en sus hábitos. Según el sondeo, el 74% espera un regreso a la «normalidad», al 37% le agradan las modificaciones que se han producido en algunos aspectos de su vida, y el 41% considera positivos los nuevos valores y la forma de ver la vida adoptada tras el cataclismo social, sanitario y económico que supuso la pandemia.
Cambios de conducta del consumidor
A este respecto, se detecta por parte de EY que aunque el precio sigue siendo el factor determinante a la hora de adquirir productos, sube la cuota de consumidores que apuestan por abrazar una vida más saludable y sostenible. Así, el 59% de los encuestados muestra disposición a modificar su patrón de consumo hacia alternativas más sostenibles adoptando criterios como el beneficio para la salud, la cercanía de los productos o el uso de envoltorios sostenibles. Y también ha venido para quedarse, por el momento, la tendencia a llevar actividades de ocio al domicilio.
Con todo, los consumidores manifiestan una seria preocupación por la crisis que ahonda el recelo ante las previsiones de crecimiento económico del Gobierno. Según el Ministerio de Asuntos Económicos, que encabeza la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el PIB crecerá un 2,1% este año, proyección que tumban prácticamente todos los organismos de análisis, vista la evolución de los precios, el endurecimiento de las condiciones financieras y el menor dinamismo apuntado por la economía española en los últimos meses de 2022.
En cualquier caso, España no es el país donde cunde más preocupación por la crisis. Según el estudio de EY, Italia supera a España en alerta por la coyuntura, mostrando ese alto nivel de intranquilidad el 63% de los encuestados en el país transalpino, frente al 61% de España, el 60% de Reino Unido y el 54% de Estados Unidos. Sí que es generalizada, no obstante, en toda Europa -concluye la consultora- la alarma sobre las finanzas personales, aunque en menor proporción al desasosiego por la situación económica en general.
Distinta alarma según generaciones
Por grupos de edad, sólo la Generación Z -entre los 18 y los 24 años- se escapa a la preocupación máxima por los costes de suministros como energía, gas y agua. La Generación X -entre 41 y 56 años- y la de los baby-boomers (entre 57 y 75 años) son las más preocupadas por el precio de estos insumos.
Ambos grupos, unidos a los Millennials (de 25 a 40 años) son los más preocupados por la cesta de alimentos y los productos básicos para el hogar. Y el 58% de los integrantes de la Generación Z ponen especial acento en el precio de la gasolina, debido al mayor impacto relativo de éste en sus opciones de movilidad.
