La banca sube el coste de las tarjetas 'revolving' al 21,1% en pleno lío judicial, con BBVA al frente
El precio de estos plásticos avanza un 0,98% en el último año de media, pero en el caso de la entidad azul el interés escala hasta el 36,3% con comisiones
Los bancos han elevado el coste de las tarjetas revolving en pleno lío judicial. Y también de su mayor uso. En concreto lo han hecho hasta el 21,15%, según el último barómetro sobre este tipo de plásticos realizado por Asufin al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El informe, con datos de diciembre del ejercicio pasado, concluye que el interés TAE medio aplicado (que incluye las comisiones y gastos asociados) continúa la senda al alza que comenzó en 2021, al avanzar un 0,98% en 2022.
El estudio comparativo pone de manifiesto que algunas entidades cobran a los clientes un precio mucho más elevado, estando BBVA al frente, y que existe una gran disparidad en el mercado. Esta entidad, de acuerdo con los datos, comercializa las tarjetas revolving más caras. En concreto, la ‘Tarjeta Después Oro’ de BBVA exige una TAE del 36,34%, al contener un coste de emisión de 80 euros y la ‘Después Oro’, un 26,3%, cuya contratación exige una comisión de 43 euros.
Estos dos datos contrastan con los intereses que pide Abanca, cuyo plástico de estas características se sitúa muy por debajo de la media, en el 11,85%, al no llevar incorporado ningún complemento de emisión y tener un tipo de partida claramente más bajo.
El barómetro de Asufin resalta que «es importante destacar que la que fue durante mucho tiempo la tarjeta más cara, la ‘Visa Diamond Infinite Credit’ de Openbank, se encuentra ahora la quinta más barata del mercado (con un 20,57% TAE), ya que ha rebajado hasta 55 euros la comisión y la tasa nominal hasta un 9,57%.
El Santander deja de vender este tipo de tarjetas
De igual manera, el estudio subraya que Caixabank aplica el tercer coste más elevado, con un 22,42% debido a su mayor precio de partida, y que el Santander ha dejado de comercializar este tipo de tarjetas al simplificar el modelo y emitir un único instrumento de pagos con crédito. Instrumento que, eso sí, cuesta parecido a una revolving al tener una TAE del 19,56%.
Las revolving son tarjetas en las que el cliente dispone de un límite de crédito que puede reembolsar a plazos, a través de cuotas periódicas, y que a medida que va reduciendo el capital puede volver a elevarlo, generando nuevos intereses. Este sistema, a diferencia de otras modalidades de financiación, conlleva el peligro de que la deuda pendiente aumente de manera indefinida.
Por tanto el coste de estas tarjetas es muy relevante y está siendo objeto de controversia en los tribunales. En 2020 el Supremo declaró que un interés del 20% era considerado usura, lo que ha provocado un aluvión de demandas contra los bancos. Pero este año ha declarado en otra sentencia que un tipo del 26% no lo es, enfriando así las posibilidades de éxito de dichas reclamaciones judiciales. Sin embargo, a la hora de establecer un criterio, los magistrados aplican la condición de usura sobre el precio sin comisiones (TERD) en vez de con ellas (TAE) y está provocando un profundo lío.
El Banco de España, ante las peticiones de las entidades, ha entrado de lleno en la cuestión y acaba de pronunciarse recientemente. Según El Confidencial, el supervisor ha señalado que tiene que tener en cuenta el TAE porque incluye todos los costes.
Para Asufin, la aclaración del Banco de España es novedosa pero no es lo verdaderamente importante, ya que esta asociación de consumidores financieros considera que lo relevante de la usura de estas tarjetas no es tanto el precio sino su mecanismo de amortización del crédito, al acumular intereses según se va utilizando. Por ello, reclama a los jueces que tengan en cuenta esto aunque todavía son pocos los que la atienden. Quien sí lo hizo fue la Audiencia Provincial de Madrid, que en una sentencia de enero de 2022 hacía referencia a que el coste se dispara porque la TAE no incluye los intereses capitalizados, ni comisiones ni penalizaciones.
El aumento del precio de las tarjetas revolving se está produciendo en plena remontada del euríbor y de su mayor utilización por parte de los españoles, que están acudiendo a esta alternativa para llegar a fin de mes por la subida del coste la vida. Según los datos del Banco de España, la financiación con estos plásticos está aumentando a ritmos del 19%.
El barómetro de Asufin explica que el euríbor está impactando en el precio de estas tarjetas y que no solo las comisiones son las que están elevando el coste. Así, indica que el tipo nominal medio (TIN) ha escalado hasta el 16,6%. Además, sostiene que los seguros son «un componente muy importante», que incrementan la factura hasta un 10,08% más anualmente.
Por último, el estudio concluye entre otras cosas, que la diferencia entre tarjetas revolving y el resto se agranda. Si en el año 2021, las primeras eran un 2,46% más caras con respecto a las convencionales, en 2022 la brecha se amplía hasta el 3,15%, ya que estas últimas tienen un interés del 18%.