La gran agencia de renovables ve en Rabat más capacidad para crear hidrógeno que en España
Apuntan a que si el coste de capital fuera el mismo en todos los países, España sería un «mero» punto de comercio entre el norte de África y el resto de Europa
Hace unos días se celebró en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) una cumbre de energía renovable del más alto nivel y cuyo anfitrión fue la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la institución verde más influyente. Una cita que reunió a altos representantes de diversos gobiernos, como el hombre fuerte en los asuntos de Energía de la Administración Biden, John Kerry, además de decenas de empresas privadas y otras organizaciones internacionales. Allí se presentó un informe que apuntó al potencial de países como Marruecos en el futuro liderazgo del hidrógeno verde y además se cuestionó la capacidad de producción de España con respecto a este futuro gas renovable.
En las más de trescientas páginas del documento se menciona más al reino alauí que a España. «La exportación de hidrógeno supondrá para Marruecos un cambio drástico en su balance energético, pasando de ser un importador neto de energía a un exportador que vende más de 2,5 veces la totalidad de su consumo nacional en 2019. Aunque ya es un importador de amoníaco gris, podría convertirse en uno de los principales exportadores de amoníaco verde. Junto con Australia y Estados Unidos se prevé que represente tres cuartas partes del mercado mundial de comercio de amoníaco».
Así, en un apartado del extenso informe se hace una hipótesis con los diferentes países sobre cómo sería su liderazgo en la producción de hidrógeno verde si todos partiesen de un mismo coste de capital. «Algunas de las regiones que se beneficiarían de este cambio serían las que tienen buenos recursos renovables pero un elevado coste de capital en la actualidad. El resto de Oriente Medio (excluida Arabia Saudí) casi triplicaría su producción de hidrógeno, con un aumento similar para América Latina. Con un menor coste de capital en el norte de África y el África subsahariana, España pasaría de ser un exportador neto a un mero centro comercial entre el norte de África (que tiene mejores recursos) y el resto de Europa«.
Marruecos ha lanzado un mensaje claro a los inversores del mundo tras su éxito en la cumbre: «Hemos creado una de las mayores plantas de energía solar del mundo, que se suma a varios proyectos de energía eólica en el país, que cubren una gran parte de las necesidades energéticas nacionales. En la misma línea, también hemos elaborado una hoja de ruta para la producción de hidrógeno verde y sus derivados, y aspiramos a convertirnos en uno de los países líderes en este campo».
Por otro lado, la agencia dibujó la estrategia que deben seguir los países e incentivó a la inversión de las compañías. «El papel de estos países y regiones vendrá definido principalmente por la evolución del coste del capital de aquí a 2050 en comparación con otras regiones. Países que abordan el desarrollo industrial políticas de apoyo y certidumbre a largo plazo sobre el marco con ambiciosos objetivos de descarbonización, entre otras cuestiones, verán fluir hacia ellos capital de bajo coste para aprovechar sus recursos renovables, creando crecimiento económico y oportunidades. Las grandes empresas, con sólidos balances y acceso a capital de bajo coste, pueden ayudar a desarrollar proyectos competitivos de hidrógeno verde a costes muy inferiores a los valores nacionales utilizados en este análisis«.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) es una organización intergubernamental que busca promover el uso sostenible de todas las formas de energía renovable. Fue creada el 26 de enero de 2009 en Bonn, (Alemania) bajo la copresidencia de Alemania, Dinamarca y España, en una ceremonia en la que 75 Estados firmaron inicialmente el Estatuto. Actualmente hay 116 estados (incluyendo la UE) que han ratificado el estatuto.
Principal competencia
El reino alauita es, posiblemente, el principal competidor de nuestro entorno que tiene España para producir hidrógeno verde. Así, la ventaja comparativa que tiene nuestro país frente al resto de Europa -tanto por condiciones de temperatura (mucho sol) como de espacio (mucho terreno)- se disuade frente a Marruecos, que goza de unas mismas características. Un escenario que convierte a ambos en rivales para la generación de lo que está llamado a ser la energía del futuro. Dos territorios que, además, siempre se han caracterizado por depender energéticamente de las importaciones de terceros países.
Desde el Gobierno, sin embargo, siempre han tratado de mostrar una imagen de tranquilidad apelando a sus importantes infraestructuras y a su pertenencia a la Unión Europea. Una condición esta última que desde la Agencia Internacional de Energía Renovable subrayaban en relación a su bajo coste de financiación con respecto al de Marruecos. Aun así, todo parece indicar que el país que liderará en el mundo la producción de esta energía será Estados Unidos, sobre todo tras su anuncio multimillonario (la ley Inflation Reduction Act) para incentivar el gas renovable.