Enagás lanza una operación relámpago en siete días para controlar dos gasoductos clave
En una semana la compañía española ha comprado por 168 millones el 4% del gasoducto TAP y por 75 millones el 20% de la interconexión BBL
Fachada del edificio de Enagás. | Europa Press
La empresa pública, pero participada con capital privado, Enagás, cierra una operación relámpago. En solo siete días, el gigante energético ha aumentado su participación en dos de los gasoductos más importantes de Europa: el Trans Adriatic Pipeline (TAP), que atraviesa Grecia y Albania hasta llegar a Italia, y el gasoducto BBL, que une Holanda con Reino Unido. Unas operaciones que para la empresa tienen una justificación, «contribuir a reforzar la seguridad de suministro energético y a la descarbonización en Europa», pero que también siguen una estrategia ambiciosa por participar en futuros tubos que serán esenciales para el suministro futuro del hidrógeno verde, además de aumentar la cuota de poder de España en los mercados energéticos.
El pasado viernes, Enagás hizo público su acuerdo con la energética suiza Axpo para comprarle por 168 millones de euros el 4% de Trans Adriatic Pipeline (TAP). Una inversión que le permite a la compañía española aumentar su porcentaje sobre el gasoducto, pasando del 16% al 20%.
Tras la adquisición, Enagás logrará en el accionariado de TAP igualar en porcentaje a la británica BP, la azerí Socar, la italiana Snam y la belga Fluxys (que le compró a Axpo un 1%). «Con estas dos operaciones de compra a Axpo por parte de Enagás y de Fluxys se refuerza el rol de los operadores de sistemas de transporte europeos en esta infraestructura estratégica para la Unión Europea», apunta la compañía.
Una semana antes, la compañía pública anunciaba un acuerdo con la alemana Uniper para la adquisición por 75 millones del 20% de la participación de la compañía holandesa BBL, propietaria de una interconexión gasista que une Reino Unido y Holanda. Una operación que tenía la siguiente repercusión en el accionariado de BBL: la holandesa Gasunie (60%), la belga Fluxys (20%) y Enagás (20%). Tras el cierre de la adquisición, tres operadores de sistemas de transporte se convierten en los propietarios de esta infraestructura esencial en el norte de Europa.
BBL es un gasoducto de 235 kilómetros clave para la seguridad de suministro energético en Europa con un flujo bidireccional de gas natural entre Holanda y Reino Unido. La infraestructura podría adaptarse para el transporte de hidrógeno verde uniendo los puntos de producción y consumo de Holanda y Reino Unido. El gasoducto submarino tiene una capacidad máxima de 15.000 millones de metros cúbicos al año de flujo directo entre Balgzand (Holanda) y Bacton (Reino Unido), y de 5.000 millones de metros cúbicos al año en sentido inverso.
Por otro lado, TAP es una infraestructura de 878 km de longitud, que recorre Grecia, Albania, el mar Adriático e Italia. Es el tramo europeo del Southern Gas Corridor y transporta gas natural procedente de Azerbaiyán hasta Italia, Grecia y Bulgaria. Desde su inicio de operación comercial en noviembre de 2020, esta infraestructura ha tenido una disponibilidad del 100% y ha transportado a Europa 18.000 millones de metros cúbicos al año de gas natural. La capacidad de transporte de TAP podría incrementarse como resultado de un nuevo proceso que se encuentra en desarrollo.
Desarrollo del H2Med
Mientras se confirman estas operaciones, la empresa española esboza junto con los dos operadores de sistemas de transporte de Francia y el de Portugal las líneas maestras de lo que se ha conocido en Bruselas como la futura columna vertebral de hidrógeno verde de Europa: el H2Med. Un proyecto al que se le ha unido de forma reciente Alemania. La inversión en España que estima Enagás será de 7.170 millones de euros. El inicio de la construcción sería para finales de 2025 y la puesta en marcha para el año 2030. La infraestructura será de cero emisiones.
El proyecto pondrá todas las infraestructuras en funcionamiento para el futuro transporte del hidrógeno verde. Desde los ejes y las conexiones (Celorico da Beira-Zamora, Barcelona-Marsella, Vía de la Plata, Cornisa Cantábrica, Valle del Ebro, Levante, Puertollano y Coruña-Zamora) hasta las interconexiones y los almacenamientos (Irún, Larrau, Huelva, Navarra, Tarifa y el almacenamiento de Yela y el de Cantabria y País Vasco).
