EEUU vende en España su gran plan verde y acentúa la guerra con la UE por atraer inversión
«Una gran oportunidad para las empresas españolas». Así sedujeron desde la Casa Blanca a la compañías con la presentación de su gran programa
Estados Unidos presentó la pasada semana su ambicioso programa verde, conocido como Inflation Reduction Act (IRA), al tejido empresarial español. Un plan que movilizará 369.000 millones de dólares en inversión energética y que ha hecho temblar a los burócratas europeos, que no han dudado en criticar el gran paquete del país norteamericano y las posibles consecuencias que este puede tener en las futuras inversiones de la UE. No obstante, el país norteamericano no se ha amedrentado y aprovechó el pasado miércoles para incentivar a las compañías españolas a invertir en Estados Unidos. «La nueva ley IRA es una gran oportunidad para las compañías españolas», aseguró un alto cargo de la Casa Blanca.
Las energías renovables, y en concreto el hidrógeno verde, han provocado el estallido de una batalla entre las dos principales potencias de Occidente para aunar el mayor número de compañías a la causa verde. Así, la Unión Europea respondió hace unos días a la ley de reducción de la inflación de Estados Unidos anunciando un plan industrial verde (Green Deal Industrial Plan). Este lanzamiento llega tras el reconocimiento público de gobernantes, empresas y demás actores del sector energético europeo sobre la posibilidad real de que las inversiones vuelen hacia Estados Unidos.
En el encuentro estuvieron presentes de forma telemática dos pesos pesados de la Administración de Biden en materia energética. Por un lado, David Kovatch, director de Transformación Energética del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU en la Casa Blanca y, por otro, Kevin Johnson, consultor senior de la Oficina de Programas de Préstamos del Departamento de Energía. Desde Estados Unidos también participó Galen Nelson, director de Programas en el Centro de Energía Limpia de Massachusetts, que esbozó las líneas maestras del programa verde.
El plan de EEUU
«La creación de la ley de reducción de la inflación ha sido un logro histórico de la Administración de Biden, con un despliegue en la inversión que no se había visto antes», sostuvo Kovatch. Más tarde, la exposición continuó centrándose en la importancia de desarrollar toda una industria alrededor de las futuras energías limpias, haciendo especial mención a las baterías, los electrolizadores (una pieza clave para producir hidrógeno verde) o los coches eléctricos.
Johnson quiso remarcar el despliegue inédito de la inversión norteamericana. «La ley aprueba 11.700 millones para la emisión de nuevos préstamos, se van a aumentar los préstamos en aproximadamente 100.000 millones y destinaremos 5.000 millones a un nuevo programa de reinversión en infraestructuras energéticas, por un importe máximo de 250.000 millones», comentó Johnson.
Por último, los primeros espadas de la Casa Blanca que intervinieron en la cumbre reconocieron la existencia de un interés por parte de las empresas españolas en la nueva ley de Estados Unidos. «Aquí estamos viendo una tremenda cantidad de interés por parte de las compañías españolas y de otras empresas internacionales del mundo en nuestros programas de préstamos».
Críticas de las empresas españolas
Algunas energéticas españolas ya elogiaron la ley norteamericana, como Repsol. Hay cierto quorum en el sector sobre las ventajas que tiene la nueva ley lanzada por Estados Unidos. «En Europa es necesaria mayor claridad y simplicidad. En Estados Unidos hay claridad, neutralidad y simplicidad. Te dicen que todo el que quiera fabricar hidrógeno verde tiene tres euros (un crédito fiscal del Gobierno durante diez años) por kilogramo de hidrógeno producido en una instalación. Esta medida la entiende uno de forma muy fácil y, además, hace que las cuentas sean también muy fáciles ya que te permite encajar la futura inversión», argumentaron desde la energética.
Por otro lado, el tejido empresarial energético señala las debilidades de la inversión en España. «Aquí añaden una letra pequeña en la regulación del hidrógeno donde se mencionan criterios de adicionalidad, dónde se tiene que poner la placa fotovoltaica que alimenta al electrificador, en qué momento del día -o de la semana- y en qué geografía tienes que producir la energía eléctrica para producir el hidrógeno. Esto establece unas incertidumbres y unos riesgos al inversor que ya no sabe ni qué tiene que hacer y, a lo mejor, opta por montar la inversión en otro sitio».