Orange prevé que Bruselas extienda el análisis de la fusión con MásMóvil a una segunda fase
Llegar a la fase 2 supone que es muy probable -aunque no obligatorio- que se imponga la venta de activos para evitar una concentración en el mercado
«Es probable que la Comisión Europea lleve a fase 2 la joint venture entre Orange y MásMóvil en España». Así lo cree la consejera delegada de la compañía francesa, Christel Heydemann, que reconoció la certeza de esta posibilidad en la reunión que ha sostenido este jueves con analistas tras la presentación del nuevo Plan Estratégico de la operadora bautizado como Lead the future. Llegar a la fase 2 supone que es muy probable -aunque no obligatorio- que se imponga la venta de activos para evitar una concentración en el mercado de las telecomunicaciones español, los temidos remedies.
Es primera vez que un directivo de Orange reconoce que Bruselas podría decantarse por esta posibilidad. «La joint venture está en fase 1 y es probable que vaya a fase 2, pero todavía no podemos decir nada más al respecto», ha dicho Heydemann ante la pregunta de uno de los analistas que participaron en el Investors Day de Orange en París. Pese a ello, volvió a indicar que la propuesta de Orange y MásMóvil sigue siendo la misma y pasa por no ofrecer remedies ya que creen que el mercado español de las telecomunicaciones será tanto o más competitivo que ahora, tras la fusión del segundo y el cuarto operador.
Por su parte, el todavía CEO de Orange en España, Jean François-Fallacher reconoció un par de horas después y durante la conferencia de presentación de los resultados locales de la compañía, que la fase 2 era la opción más probable por el tamaño y la complejidad de la operación. Es por ello que, apuntó, trabajan desde el comienzo con el escenario de que la joint venture se podría cerrar a partir del segundo semestre del año.
Notificación a Bruselas
Fallacher -al igual que Heydemann- volvió a recordar que las dos operadoras consideran que no serían necesarios estos remedies aunque fue realista y apuntó a que era posible que la venta de activos fuese un requerimiento de Bruselas. Por lo que, dentro de este escenario, esperan que sean lo más leves posibles.
Por su parte, la número uno mundial de Orange volvió a recordar que el principal objetivo de la integración -que generará la mayor compañía por número de clientes móviles y de banda ancha fija, pero no la de mayor facturación- es ganar fuerza y músculo para tener una mayor capacidad inversora, acorde con los nuevos desafíos del mercado digital. Este diario ya adelantó hace unas semanas que el plan pasa por invertir unos 300 millones en dos millones de hogares con fibra óptica en zonas rurales y en el despliegue de la banda de 3,5 GHz de 5G.
Orange y MásMóvil presentaron formalmente el expediente de fusión, después de casi cuatro meses de pre-notificación en Bruselas, donde se cerraron los últimos flecos y se respondieron las dudas de la Comisión Europea. La propia UE se puso como fecha límite para responder el próximo 20 de marzo y ahí se decidirá si se aprueba la operación en fase 1, es decir sin remedies ni mayores condicionantes, o si se va a fase 2, lo que supondría alargar el proceso al menos tres meses más para, probablemente, negociar qué tipo de activos tendría que vender la nueva operadora para obtener el plácet de Bruselas.
Plan Estratégico
De esta manera, las declaraciones de los directivos de Orange de este jueves confirman lo que es un secreto a voces en el mercado: la imposición de venta de activos, probablemente activos móviles que es lo que se queda más duplicado con la unión de Orange y MásMóvil. Es así como la lucha de las dos operadoras deberá centrarse a partir de marzo en ver cómo estos remedies son lo menos lesivos para sus intereses, y que sean lo suficientemente reducidos para no poner en riesgo el pacto de integración. De hecho, este diario ya ha avanzado que no cerrar la operación es una opción que está sobre la mesa si es que no sale rentable tras la aplicación de los remedies.
Respecto del Plan Estratégico 2023-2025 presentado este jueves, la compañía prevé un crecimiento acumulado de un»dígito único alto» de su rentabilidad en España y en el mundo. Orange ha acelerado en la segunda mitad del año y ha vuelto al crecimiento en ingresos al tiempo que prevé elevar su beneficio bruto de explotación ajustado (Ebitda) desde el próximo año. La mejora fue del 2,3% en el cuarto trimestre, aunque el acumulado anual fue negativo en un 1,5% hasta los 4.647 millones. El Ebitda también redujo un 4% hasta los 1.111 millones de euros.
Desde el punto de vista del grupo Orange, la operadora prevé aumentar sus ingresos en un 7% hasta el año 2025 y a volver a crecer en Ebitda hasta «un dígito alto» para este mismo periodo, sin incluir posibles operaciones o fusiones. Para ello la compañía se centrará en su mercado core, en redes de telecomunicaciones y en desarrollos tecnológicos. La operadora también se centrará en el crecimiento orgánico del flujo de caja.
En el caso español, su importancia será clave en el futuro de Orange, pero hasta no tener la certeza de que Bruselas aprobará la joint venture, no se incorporarán datos ni planes para España. También se planteó un recorte de 600 millones de euros hasta el año 2025, aunque no se cifraron las cifras de recortes que se podrían producir en el mercado local, unas cifras que en cualquier caso se verían compensadas por las sinergias de la fusión.