Bruselas lanza la consulta para que las grandes tecnológicas paguen por usar las redes

Comienza oficialmente la batalla. El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, ha anunciado este jueves la consulta con la que espera fijar su postura sobre el uso que hacen de las infraestructuras de telecomunicaciones las grandes multinacionales tecnológicas. Abierta a todos los actores, se prolongará durante 12 semanas —hasta el 19 de mayo—, y fue presentada en el marco de tres grandes acciones destinadas a poner la conectividad de gigabit a disposición de todos los ciudadanos y empresas de toda la UE de aquí a 2030.

En primer lugar, la Comisión lanzó una propuesta de «Ley de Infraestructuras de Gigabit», que establece nuevas normas para facilitar un despliegue más rápido, barato y eficaz de las redes de gigabit en toda la UE; en segundo lugar, publicó un proyecto de Recomendación sobre el gigabit para orientar a las autoridades nacionales de regulación sobre las condiciones de acceso a las redes de telecomunicaciones de los operadores con un peso significativo en el mercado, a fin de estimular un abandono más rápido de las tecnologías tradicionales y acelerar el despliegue de redes de gigabit.

Y, en tercer lugar, anunció en marcha una consulta exploratoria sobre el futuro del sector de la conectividad y de su infraestructura para recabar opiniones sobre la manera en que la creciente demanda de conectividad y los avances tecnológicos pueden afectar a la evolución futura del sector de la conectividad y sus infraestructuras. Una consulta que se presenta días antes del comienzo del Mobile World Congress, un nuevo campo de batalla para telecos y tecnológicos ene este tema, según ya adelantó THE OBJECTIVE.

Reducción de costes

La Comisión Europea busca aportar luz al debate que llevan varios meses sosteniendo las operadoras de telecomunicaciones como Telefónica, Orange o Vodafone, que exigen que las grandes tecnológicas colaboren en el despliegue de las nuevas redes o paguen por el uso de estas redes, mientras que compañías como Google o Facebook se oponen indicando que sería un freno para su inversión y que abriría la puerta a penalizaciones por parte de las grandes telecos.

En este sentido, en su discurso Breton fue claro. Aunque se mostró partidario de que había que explorar la forma en la que las tecnológicas debían contribuir en este desarrollo digital, recalcó que hay que mantener la libre competencia. «La competencia es muy importante cuando se trata de telecomunicaciones, porque se trata de innovación, pero también de reducción de costes». Respecto de los objetivos de la consulta ha indicado dos ejes fundamentales: «primero, tenemos que pensar en las infraestructuras […] y en cómo asegurarnos de que las inversiones se implementen de manera efectiva y rápida. Y en segundo lugar, cómo asegurar el retorno de las inversiones».

Y ha advertido de que toda esta reflexión no está dirigida contra nadie. «Es para nuestros conciudadanos, para brindar conectividad, para brindar innovación, para brindar posibilidades a nuestros negocios y para brindarles lo mejor de la conectividad». Recordó que no van contra nadie y que tienen presente en todo momento el principio de neutralidad de la red, «es uno de nuestros principios fundamentales», ha dicho.

Nueva forma de contribuir

«Necesitamos identificar nuevas formas, como un mecanismo de contribución que garantice una inversión más amplia y rápida de redes de muy alta capacidad», ha agregado. Aunque se niega a hablar de un ‘impuesto digital’ (digital tax), como algunas plataformas tecnológicas ya están relacionado esta consulta. «Absolutamente no es el caso. Personalmente, [empezar por gravar] creo que es un enfoque equivocado. Necesitamos comenzar a asegurarnos de que todas las partes interesadas compartan la misma visión de lo que debería ser nuestro continente en términos de conectividad, en términos de nueva arquitectura».

¿Quién debe contribuir? «Nuestra Declaración de Derechos Digitales dice que todos deben contribuir de manera justa y proporcional. Pero antes de eso, necesitamos entender de qué estamos hablando: entender este paisaje, este cambio de paradigma». «Para mí, no hay una idea absoluta de impuestos en absoluto. Es realmente un problema de tecnología, asegurándonos de que estamos creando un paisaje más justo para asegurarnos de que lideraremos esta carrera en el segundo cuarto de este siglo».

Frente a esta consulta, Google es uno de los gigantes digitales que públicamente ha defendido su papel en el desarrollo tecnológico europeo, criticando que se quiera imponer un pago por el uso de las redes. La compañía convocó un encuentro con la prensa casi al mismo tiempo que la UE anunció la consulta indicando que las plataformas son las que más generan demanda en los operadores de telecomunicaciones, por lo que no sería justo que deban seguir pagando.

Defensa de Google

Por otro lado, ha recordado que Google es un inversor importante en infraestructura, por cuenta propia y en colaboración con otros. «Llevamos el tráfico hasta el 99% del camino, acercándolo a los usuarios y haciéndolo más eficiente para que nuestros socios de telecomunicaciones lo entreguen a los usuarios. En 2021, invertimos más de 23.000 millones de euros en gastos de capital, gran parte de los cuales son infraestructuras«, han indicado.

También ha puesto en valor sus estrechos lazos de colaboración con las operadoras de telecomunicaciones. «Tenemos una amplia gama de asociaciones comerciales y tecnológicas con operadores de telecomunicaciones y en toda la cadena de valor. Asociaciones con empresas de telecomunicaciones incluyen acuerdos de Google Cloud con, por ejemplo, Deutsche Telekom, Telefónica y Vodafone. También nos hemos asociado con Orange para desarrollar un laboratorio de innovación conjunto de 5G/computación perimetral en París».

También señalan que los costes más elevados (como una tasa digital) podrían generar precios más altos para que los consumidores usen o accedan al contenido. «Si a Netflix le cuesta más entregar el video exigido por los usuarios, pasarán este coste a los consumidores con cargos más altos. Restringir la demanda de nuevas aplicaciones puede reducir la adopción de productos 5G y de fibra completa más caros, y también perjudicar el potencial de un mayor uso de herramientas digitales, lo cual es fundamental para la recuperación posterior a la covid-19 y podría impulsar el crecimiento del PIB: todos estos riesgos mostrar cómo la propuesta va en contra de los objetivos de política pública en muchos países».

Pallete pasa al ataque

Finalmente, agregan que esta idea podría tener un impacto negativo en los consumidores, especialmente en un momento de aumento de precios. Citan el último informe de la asociación de consumidores de la UE (BEUC) que sostiene que un sistema de pago de tarifas de red podría traducirse potencialmente en medidas que discriminen efectivamente entre diferentes tipos de tráfico e infrinjan el derechos de los usuarios finales. «¿Qué sucedería cuando una plataforma no paga la tarifa? ¿Bloquearía el proveedor de telecomunicaciones todo el tráfico proveniente de la plataforma?», indican.

Por su parte, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, también entró este jueves de lleno en el debate. “Seis grandes compañías concentran un 60% del tráfico de datos de las redes y no contribuyen en nada. Hay que cambiar las reglas. Hacen falta reglas del siglo XXI. Es justo. Es intrínsecamente justo”, ha indicado en la presentación de los resultados anuales de la operadora. En su condición de presidente de la GSMA, la patronal de las telecos, ha sido uno de los más activos en pedir lo que considera, una contribución justa.

“Este mundo ha cambiado. Poco tiene que ver con el mundo para el que servía esta regulación. Las redes ya no son de cobre y para transmitir voz. Ahora hablamos de inteligencia artificial, ciberseguridad, Web 3, metaverso, realidad virtual, realidad aumentada. Necesitábamos redes distintas y ya se han creado. Podemos seguir teniendo cinco antenas en cada tejado a adaptarnos al nuevo mundo”, ha dicho Pallete.