Hacienda pone el foco en la economía sumergida de tres sectores económicos
Además, también señala que las ventas de segunda mano por plataformas como Wallapop también hay que declararlas si superan un límite
Una casa en construcción | Pixabay
La pandemia de la COVID-19 está cada vez más normalizada, lo que lleva a que, poco a poco, el día a día vuelva a como era antes de marzo de 2020. Y esto no solo afecta a la vida de las personas; también en el ámbito institucional. En este sentido, la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria ha publicado las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2023. Hacienda ha comunicado, además, su intención de reforzar su actividad inspectora.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge que «tras el parón de la pandemia se reforzarán los planes destinados a potenciar la presencia en la calle del personal de Inspección». «Se trata de recobrar la actividad en las tradicionales visitas que se vienen efectuando por la Agencia Tributaria desde hace muchos años, y que se suelen denominar como peinados fiscales», continúa el texto.
Estas visitas, según indican, tienen un objetivo «múltiple». Es decir, con ellas no solo buscan conseguir información sobre las empresas; también pretenden comprobar la fiabilidad y calidad de la información censal para poder actualizarla, en caso de ser preciso. Del mismo modo, también les sirve para detectar «comportamientos irregulares en materia de facturación».
¿En qué se sectores enfocará?
Construcción
Es cierto que el BOE establece que estas visitas estarán dirigidas a «sectores múltiples». Sin embargo, «se enfocará especialmente al sector de la construcción inmobiliaria»: «Especialmente en lo que se refiere a la rehabilitación y reformas». Estas visitas, además, se harán a los domicilios de «simple recepción de correspondencia», explican también desde la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.
Monedas virtuales
Pero Hacienda no solo quiere vigilar el sector de la construcción: otro de sus frentes abiertos será el del mundo financiero. Con esto lo que pretende es estar más pendiente de las transacciones realizadas con monedas virtuales, «por los riesgos fiscales que estas operaciones conllevan», explican. Es por ello que durante el año pasado, 2022, ya han mantenido cierto control sobre ellas y su intención es mantenerlo igual de cara a este 2023.
Artistas y deportistas no residentes
Otro de los temas que preocupan a Hacienda es la renta que tienen los artistas y deportistas que actúan en el territorio español pero que no residen en él. En este aspecto, lo que pretenden es potenciar el control de las nuevas formas de divisiones artificiales de las actividades económicas. Especifican que esto lo harán «cuando la finalidad es la creación de entidades al objeto de burlar la gestión recaudatoria».
Para poder llevarlo a cabo, van a reforzar el análisis patrimonial global (tanto el suyo como el familiar) de las personas que presentan un «perfil de riesgo». Esto implica que puedan asociarse a «supuestos de división artificial de la actividad que buscan minorar indebidamente su nivel de tributación directa».
Cuándo hay que declarar a Hacienda las ventas por Wallapop o Vinted
Aunque la mayoría de personas no tienen que declarar estas ventas, sí que tendrán que hacerlo en el caso de aquellas que se hagan a un precio mayor del que pagaron a la hora de comprarlo. Esto es porque, en estos casos, se considera que el vendedor está obteniendo una ganancia patrimonial como consecuencia de esa venta. Ahora bien, en función de la cantidad a la que lleguen estas ganancias patrimoniales, los impuestos serán mayores o menores:
- 19%: hasta los 6.000 euros
- 21%: de los 6.001 euros a los 50.000 euros
- 23%: a partir los 50.001
Pero este no es el único caso. Si la frecuencia de ventas es muy alta y los ingresos superan el valor del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) (que a día de hoy está en 1.080 euros al mes), también hay que rendir cuentas a Hacienda. En estos casos, el organismo interpreta que el vendedor está llevando a cabo un tipo de actividad económica y que, por tanto, tiene que darse de alta como autónomo.
