Cepyme cree que la situación de la economía no frenará aún los concursos de acreedores
El número de pymes concursadas subió un 23,6% interanual en el cuarto trimestre de 2022
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha advertido este jueves que la tendencia a la presentación de concursos se mantendrá «de forma elevada», dado el contexto actual de la economía española, y el escenario que se avecina, con un incremento de costes desmesurado, como el de la energía -que han aumentado hasta el 100%-, y donde las ventas, quitando el efecto inflación dejan los beneficios congelados.
Así lo ha señalado el presidente del Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa, Gerardo Cuerva, durante una jornada -a ka que ha asistido THE OBJECTIVE– para analizar cómo afecta la reforma de la Ley Concursal a las pymes españolas y cuáles son sus perspectivas de desarrollo, en una sociedad, como la española, donde las leyes concursales -al menos 20, como dijo el magistrado Andrés Sánchez Magro, especialista en Derecho Mercantil-.
Precisamente fue Magro quien explicó a la audiencia que estas leyes han alargado y encarecido los procedimientos, procedimientos que la mayoría de las veces acababan en liquidación de empresas, en lugar de perseguir planes de reestructuración de deuda, uno de los aspectos más valorados de esta última normativa.
Explosión de concursos de acreedores
Según Cuerva, el contexto de los últimos años marcado por el impacto de la crisis de la covid-19 y de la crisis energética tras el estallido de la guerra en Ucrnaia, sumado a la situación de «colapsos» en los juzgados, hacen que se prevea este mantenimiento en la presentación de concursos.
De acuerdo con los últimos datos publicados por la organización, el número de pymes concursadas subió un 23,6% interanual en el cuarto trimestre de 2022, hasta un total de 931 concursos. Pese al repunte experimentado en el último cuarto del año, el ritmo de crecimiento interanual de los concursos entre las pymes se moderó respecto al tercer trimestre de 2022, cuando este indicador se disparó un 87,6%.
En todo caso, estos datos constatan, para Cepyme, los efectos de la moratoria concursal implantada durante la pandemia, que «afloró los concursos a partir del verano de 2022». En el caso de las pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores, el número de concursos subió un 22,5% interanual en el cuarto trimestre de 2022, hasta un total de 905, mientras que en el rango de las empresas medianas, el incremento interanual fue del 82,1%, con 26 concursos.
Cuerva, además, ha advertido del incremento de costes «desmesurado», que en algunos casos como los energéticos supera el 100% y que de media supera el 23%. Sin embargo, ha señalado que las ventas no suben al mismo ritmo, que están subiendo a ritmos del 13% de media, teniendo en cuenta el impacto de la inflación.
Acertar con los tiempos de la Ley Concursal
Para hacer frente a esto, se impulsó la ley 16/2022, de 5 de septiembre, conocida como Ley Concursal, por la que transpone la Directiva UE 2019/1023 del Parlamento y del Consejo Europeo, que introduce importantes novedades en el sistema de insolvencias y afectan de manera especial a las pymes y a las microempresas. Esta reforma de la Ley Concursal incluye modificaciones en los mecanismos de reestructuración empresarial, el tratamiento de la deuda, procesos abreviados para las microempresas y herramientas para proceder a las enajenaciones de activos.
Cuerva espera que se consiga el objetivo que finalmente se pretendía en la nueva redacción, aunque «desgraciadamente llama a la prudencia en no decir si es buena o mala hasta tanto no se vea su efecto».
Pese a todo, ha recordado que el anterior sistema de la Ley Concursal era lento, caro y se alejaba totalmente de la filosofía de la cultura de esa herramienta que debiera ser el concurso. «Ningún empresario de España tenía el concepto de la Ley Concursal como esa herramienta de defensa para mejorar y poder mantener a tu empresa», ha apuntado.
Pero, el presidente de Cepyme ha apuntado que el «éxito o fracaso» de esta nueva Ley Concursal será aplicarla en los tiempos que necesita el tejido productivo. «Si no van en tiempo pues desgraciadamente, por muy buena redacción, por muy buen espíritu y por muy buena ley que sea, no tendrá el efecto deseado», ha avisado.