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Economía

El bono social eléctrico: la idea de Zapatero que deja fuera a 3,3 millones de hogares vulnerables

Pese a la crisis, solo 1,2 millones de beneficiarios perciben el descuento en su tarifa eléctrica, frente a tres millones que recibían la ayuda en 2010

El bono social eléctrico: la idea de Zapatero que  deja fuera a 3,3 millones de hogares vulnerables

José Luis Rodríguez Zapatero dio luz verde al bono social eléctrico en 2009 y ahora la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, quiere dejar fuera a miles de hogares. | Europa Press

En el verano de 2009, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno -segunda legislatura- daba el visto bueno a una de sus principales medidas de carácter social: el bono social eléctrico. La iniciativa, que suponía un descuento considerable en el recibo de la luz para las familias vulnerables, llegó a beneficiar a tres millones de hogares. Hoy, tras irregularidades, múltiples requisitos y modificaciones, apenas 1,2 millones se benefician y quedan fuera de esta ayuda especial miles de hogares para los que sería imprescindible.

La burocracia, las dudas, un papeleo interminable para determinados colectivos -que coinciden con los más desfavorecidos- hace extremadamente complicado obtener el bono, pero todavía más conservarlo. La renovación del bono social eléctrico nunca es automática. Los ciudadanos que reciben la ayuda saben que ésta entró en su cuenta bancaria, el concepto y el organismo que las tramita.

Los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, sitúan el número de beneficiarios del bono social en 1,2 millones. La cifra está muy lejos de la de pobreza real que apuntan todos los organismos oficiales y no oficiales.

Según el documento La población en riesgo de pobreza o exclusión social, un exhaustivo documento publicado por el Banco de España, los hogares en situación de vulnerabilidad suman 4,5 millones. Esto supone cuatro veces más familias que las que están recibiendo el bono.

El bono social y los vulnerables

El Banco de España utiliza la definición de pobreza del Consejo Europeo y a partir de sus datos queda patente que un 25% de los hogares se encuentra en esta situación. Si tenemos en cuenta el número medio de miembros por hogar, esto supone unos 12 millones de personas, algo más del 25% de la población española.

De este dato se desprende que los máximos beneficiarios no son las familias numerosas y sí hogares individuales, en los que lógicamente no conviven menores. Así, la mitad de los beneficiarios -605.000- tiene este perfil. Junto a esto, hay 300.000 pensionistas -severos o no severos- que reciben la ayuda y 330.000 familias numerosas.

En 14 años, el perfil de los perceptores del bono social y su número ha variado radicalmente. La primera idea fue captar el máximo número de beneficiarios y llegó a casi a uno de cada diez consumidores… hasta tres millones. En ese momento, el escenario era bien diferente al actual.

Ni siquiera un 1% eran desempleados, uno de cada diez cobraba una pensión mínima y apenas un 2,7% eran familias numerosas. El resto eran consumidores con una potencia contratada menor a 3 kW, un criterio que sin considerar las rentas llevó a la picaresca a miles de ciudadanos.

El mecanismo de adjudicación del bono era automático, lo que provocó un porcentaje altísimo de perceptores fueran propietarios de segundas residencias -fundamentalmente en la costa- y de locales comerciales. La solución para acabar con la chapuza fue drástica y 600.000 perceptores quedaron fuera del bono.

Múltiples requisitos

El primer diseño evidentemente no fue acertado, tampoco el de ahora lo es, y dejó fuera a muchos ciudadanos vulnerables. En 2021 el proceso dejó de ser automático e hizo necesaria la renovación de la ayuda. Esto provocó que muchos ciudadanos desistiesen de la renovación, por desconocimiento o por problemas con el papeleo, y se quedasen sin él.

En la actualidad, se consideran vulnerables aquellos hogares en los que la renta es igual o inferior a 1,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), 12.600 euros anuales, si no existe unidad familiar o no hay menores en la misma; o dos veces el indicador, 16.800 euros al año, si además existen circunstancias especiales. A partir de ahí, cada menor en la unidad oficial, hasta dos, suma medio punto y uno si en el hogar existe una situación especial.

En 2017, ya gobernando Mariano Rajoy, se reguló la figura del consumidor vulnerable y se introdujeron cambios muy importantes en el bono social. Entre esas modificaciones se introdujo la figura del vulnerable severo, que recibe una ayuda considerablemente mayor. Los requisitos ahora son mucho más duros y el cambio del Partido Popular saco fuera de los beneficiarios a los consumidores con potencia contratada menor a 3 kW, que había generado una picaresca que perjudicó a los que debieron ser los perceptores necesarios del bono.

Acceso restringido

Ahora son las familias numerosas, con importantes cargas, las que reciben casi una de cada cuatro de estas ayudas. Pese a que muchos hogares pueden solicitar la ayuda, que puede suponer en el mejor de los casos un recorte de la mitad la factura, el desconocimiento y las dificultades administrativas siguen dejando fuera muchos hogares.

Hace solo unos meses, Comisiones Obreras elaboró un informe en el que quedaba patente que el actual bono social eléctrico no llega a todos los hogares que realmente lo necesitan. El cálculo del sindicato, muy moderado, sitúa la incidencia de pobreza energética entre dos y tres millones de hogares, a los que sería necesario hacer llegar la ayuda. Estas ayudas, como sucede con el Ingreso Mínimo Vital (IMV), no están automatizadas, por lo que quienes realmente lo necesitan no acceden a ella.

Comisiones Obreras también apunta que este bono no tiene en cuenta factores como consumo de vivienda, zona geográfica o la fuente de energía y que el impacto, del 60% o 70% de la factura eléctrica, no es real.

Cómo solicitar el bono social

El bono social de electricidad es un descuento en la factura eléctrica de cerca de un 25% para consumidores vulnerables, aunque el descuento puede llegar al 65% para los más vulnerables. Hasta el 31 de diciembre de 2023 el descuento será del 80%.

Si además se es un consumidor en riesgo de exclusión social, porque se está siendo atendido por los servicios sociales de una administración autonómica o local que paguen al menos el 50% de la factura, no se tendrá que hacer frente a la factura eléctrica y, en caso de imposibilidad temporal para hacer frente al pago, no se podrá interrumpir el suministro eléctrico.

El artículo 10 del Real Decreto-ley 18/2022, de 18 de octubre, recoge la aplicación temporal del bono social de electricidad a los hogares con bajos ingresos particularmente afectados por la crisis energética hasta el 31 de diciembre de 2023, a los que les corresponde la aplicación de un descuento del 40% sobre el PVPC.

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