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Economía

Los bancos entran en pérdidas por primera vez en tres años por el impuestazo del Gobierno

Las entidades, que irán mejorando sus cuentas a lo largo del año por la subida de los tipos y pese a las turbulencias actuales, han pagado ya 637 millones por la tasa

Los bancos entran en pérdidas por primera vez en tres años por el impuestazo del Gobierno

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. | Europa Press

El impuesto especial del Gobierno a la banca ha llevado a que el sector sufra pérdidas en enero en España. Una situación que el sistema financiero nacional no veía desde 2020, en plena pandemia, cuando tuvo que hacer frente a importantes provisiones para cubrir agujeros y costear una parte de los ajustes masivos de plantilla puestos en marcha.

Según los datos del Banco de España recopilados por THE OBJECTIVE, las entidades han registrado por su actividad en nuestro país un resultado negativo de 177 millones en el primer mes de este año. Fuentes del sector aseguran que estos números rojos obedecen a la contabilización del pago del gravamen extraordinario, que hicieron efectivo en febrero.

De acuerdo con los datos ofrecidos por Hacienda, las principales entidades abonaron por este impuesto un total de 637 millones, en concepto del primer adelanto. En septiembre asumirán un segundo tramo. Un coste que ha resentido las cuentas de las entidades y que no ha podido ser compensado por la mejora de los ingresos por la abrupta subida de los tipos de interés.

Las pérdidas contrastan con las ganancias que obtuvo la banca en enero de 2022. Entonces los beneficios se situaron en los 626 millones. Y también con los 19.419 millones ganados durante el ejercicio anterior, una cantidad que fue un 37,5% superiores a los de 2021.

La banca considera que la tasa no se justifica tras la crisis actual

Las entidades han sido muy críticas con el impuesto y tras su pago han presentado diferentes recursos ante la Audiencia Nacional. Las patronales del sector, AEB y CECA, también han acudido a los tribunales para intentar tumbar el gravamen al considerarlo inconstitucional e injustificado.

La banca, tras la crisis desatada este marzo debido a la quiebra del estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) y el rescate de Credit Suisse, considera que la tasa no se sostiene, ya que, como ha quedado demostrado, la subida de los tipos de interés no solo empuja al alza la facturación del sector, sino que dispara sus riesgos de liquidez y financiación. Además, eleva las probabilidades de un aumento en las tasas de morosidad, que obligará a llevar a cabo provisiones adicionales.

Por el momento, las insolvencias no presentan un deterioro, pero se pronostica un avance a partir del verano cuando el impacto de la inflación y del encarecimiento de las cuotas hipotecarias haga mella en los bolsillos de los ciudadanos. En enero la tasa de impagos de bancos, cajas de ahorros y cooperativas se mantuvo estable en el 3,5%.

Este jueves la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, señaló en la junta de accionistas de la entidad: «A la vista de lo sucedido, qué justificación tiene un impuesto a la banca y solo a la banca española». Indicó, acto seguido, que los recursos de esa tasa se podían destinar a reforzar los balances para resolver las dudas de los inversores sobre el sector.

A priori, el sector en España no tiene grandes riesgos de contagio al fantasma de un nuevo crash financiero, pero podría verse afectado en función de la evolución de los acontecimientos a través de unos mayores gastos operativos y una menor actividad crediticia. Por ahora, el único golpe que están padeciendo es la caída significativa de las cotizaciones en Bolsa.

La incertidumbre se ha instalado en el mercado y estar por ver los efectos del terremoto. Pero, de no llegar la sangre la río, las entidades irán mejorando los beneficios a los largo del año debido a unos intereses muy superiores. Se estima que ingresarán en dos años 20.000 millones adicionales.

Gravamen de 3.000 millones en dos años

Eso sí, en este periodo tendrán que asumir unos 1.500 millones en 2023 y una cantidad similar en 2024 por el impuesto especial. Esta tasa está fijada sobre los ingresos financieros y por comisiones, en una proporción del 4,8%. Recae sobre las entidades que en 2019 superaron una facturación de 800 millones, por lo que los bancos más pequeños se libran del abono.

Gracias al tirón de los ingresos, se prevé que en el primer trimestre del año y en todo el ejercicio el conjunto del sector podrá mejorar sus resultados, pero el importe podría ser inferior a lo previsto inicialmente, antes de que Pedro Sánchez lanzara una campaña contra la banca -también contra las energéticas, las grandes fortunas y los empresarios en general-.

En enero, si se incluyen las actividades de los establecimientos financieros de crédito -algunos de los cuales pertenecen a los bancos- las cuentas del sector son positivos, pero muy inferiores a los del mismo mes de 2022. En concreto, las ganancias ascenderían a 450 millones, frente a los 1.227 millones de entonces. De esta manera, los beneficios globales bajan un 63%.

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